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'Un jardín al norte', la historia de amor de la espía Rosalind Fox según Boris Izaguirre

  • La inglesa tuvo una relación con Juan Luis Beigbeder, ministro franquista
  • El escritor cuenta lo que ella ocultó en sus memorias 'La hierba y el asfalto'

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Las mañanas de RNE - Boris Izaguirre: "Rosalind nos enseña que la vida la construyes tú con tus decisiones"

Boris Izaguirre ha publicado una nueva novela y esta vez le cuenta a los lectores una historia de espías.

No es que el escritor se haya pasado a la novela negra, es que la protagonista es una espía inglesa que, según Churchill, cambió el curso de la guerra.

La novela nos cuenta la vida de Rosalind Fox, una británica dedicada al espionaje, que se enamora de Juan Luis Beigbeder, un militar que fue ministro de Asuntos Exteriores del primer Gobierno de Franco.

La relación entre ellos no fue fácil porque los dos estaban casados, en un momento en que no existía el divorcio en sus países de origen, y porque ambos tenían intereses que chocaban con su idilio.

Rosalind tenía que espiar a su enamorado y las relaciones del ejecutivo franquista con la Alemania nazi, mientras estaba amenazada por el entorno franquista de Beigbeder, en el que estaba Serrano Súñer, porque la consideraban un peligro.

El autor ha reconocido en Las mañanas de RNE que al leer La hierba y el asfalto, las memorias de Rosalind, se dio cuenta de que ella había enmascarado lo que no quería contar y eso es lo que él ha querido plasmar en Un jardín al norte.

Izaguirre considera que el encuentro entre ambos en los Juegos Olímpicos de Invierno de Berlín en 1939 es muy auténtico y por ese motivo es lo único que ha mantenido tal y como ella lo narra en su libro.

Los hechos históricos son el fondo de un lienzo en el que la figura principal es la historia de amor de los protagonistas. Ellos interpretan los acontecimientos pero lo que más les importa, según el novelista, no es lo que ocurre a su alrededor sino ese amor que es otra guerra más para ellos y en la que tienen que luchar contra sus enemigos.

El venezolano ha querido que este relato sirva para que las mujeres sientan que ellas, como Rosalind, son las heroínas de su vida y que son sus decisiones las que construyen su destino.