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El Teatro Amaya se convierte en un juzgado

  • La obra Testigo de cargo llega de la mano de Javier Elorrieta
  • Basada en la novela de Agatha Christie, mantiene la intriga hasta el final

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El Teatro Amaya se convierte desde este martes en un juzgado. No es que cambie su actividad principal sino que se representa en esta sala madrileña Testigo de Cargo. El público tiene un papel fundamental ya que se convierte en el jurado del proceso judicial que tiene lugar.

La obra está basada en la novela de Agatha Christie del mismo nombre y fue llevada al cine de la mano de Billy Wilder. Siguiendo el modelo de la escritora inglesa no se desvela el asesino hasta el final y se producen giros inesperados a lo largo de toda la representación.

Javier Elorrieta dirige a Manuel Galiana y Paca Gabaldón en esta historia que hacía más de 50 años que no se ponía sobre las tablas. Han coincidido en manifestar que es una de las historias de amor más hermosas de toda la literatura dramática.

Gabaldón ha visto unas 1.000 veces la película

La actriz ha dicho que estaba muy preocupada por tener que hacer el mismo papel que hizo Marlene Dietrich, pero es el personaje que más satisfaciones le ha dado de toda su carrera profesional. Afirma que ha visto el filme unas mil veces para conseguir reproducir el acento alemán dulcificado por los años de estancia en Inglaterra de Romaine, figura a la que interpreta.

El director y los protagonistas han mostrado su emoción en Las mañanas de RNE por el éxito que ha tenido la gira que han realizado por toda España.

Elorrieta, en su primera incursión en el mundo teatral, afirma que eligió esta obra porque le parece extraordinaria, además de ser la tercera película más vista de la historia del cine. Considera el cineasta que el teatro es una terápia fantástica por que el contacto con el público es maravilloso