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El tribunal de la ONU juzgará el supuesto respaldo de Rusia a las milicias separatistas en Ucrania

  • La Corte Internacional de Justicia se ha declarado competente para investigar una denuncia de Kiev al respecto
  • Evaluará si Moscú violó la Convención por la Supresión de la Financiación del Terrorismo al apoyar a los prorrusos

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Un activista prorruso armado monta guardia en la ciudad de Slaviansk, en el sureste de Ucrania
Un activista prorruso armado monta guardia en la ciudad de Slaviansk, en el sureste de Ucrania.

La Corte Internacional de Justicia (CIJ), el tribunal de Naciones Unidas con sede en La Haya, juzgará el supuesto respaldo de Rusia a las milicias separatistas del este de Ucrania, después de que este viernes se declarara competente para abordar el caso al rechazar el recurso de Moscú para detener la denuncia interpuesta por Kiev.

Así lo ha anunciado el president del tribunal, Abdulqawi Yusuf, quien ha asegurado que se cumplen los requisitos para abordar el caso en su totalidad, tal como han decidido los magistrados por trece votos a favor y tres en contra, de forma que el alto tribunal de la ONU juzgará si Rusia ha violado la Convención por la Supresión de la Financiación del Terrorismo, firmada en 1999.

La decisión, que representa una significativa victoria para el Gobierno ucraniano, desestima las alegaciones de Moscú, que en junio reclamó que se archivara el caso con el argumento de que Kiev lo utilizaba como pretexto para cuestionar la legalidad de la anexión de Crimea a territorio ruso en 2014.

Una guerra con miles de muertes

Ese año, fuerzas rusas encubiertas se hicieron con el control de la península, de mayoría étnica rusa, poco después de la revolución que hizo caer al presidente ucraniano Víktor Yanúkovich, aliado de Moscú, que posteriormente organizó un referéndum para formalizar la anexión de Crimea.

Asimismo, los prorrusos se levantaron en armas en las provincias del Donbás, que abarca las zonas de mayoría rusa en el este de Ucrania. Destaando un conflicto que costó la vida de 13.000 personas y que permanece latente pese al alto el fuego alcanzado en 2015.

Moscú, en cualquier caso, niega las acusaciones de Kiev y de sus aliados occidentales de haber sostenido con tropas, armamento y financiación a los rebeldes prorrusos.