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Macron pide al primer ministro francés que se reúna con representantes de los 'chalecos amarillos'

  • Las manifestaciones de los 'chalecos amarillos' han degenerado en las peores revueltas en Francia en más de una década
  • Más de 400 personas han sido arrestadas en los últimas horas, 378 de ellas continúan bajo custodia policial

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Reunión de urgencia en París por la actuación violenta de grupos de "chalecos amarillos"

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha pedido al primer ministro del país, Édouard Phillipe, que re reúna con los líderes del resto de partidos y representantes de los 'chalecos amarillos' para tratar la crisis que vive la nación debido a la creciente tensión por el conflicto.

Pese a que a primera hora del domingo el portavoz del gobierno, Benjamin Griveaux, anunció que el Gobierno francés estudiaría todas las opciones incluyendo declarar el Estado de emergencia, fuentes del Elíseo han negado que el Ejecutivo vaya a decretar el estado de emergencia.

Los de este fin de semana han sido los peores disturbios vividos en Francia en más de una década. Según datos de la Policía, en las útimas horas han tenido lugar 412 arrestos y 378 personas han sido puestas bajo custodia policial.

El ministerio del Interior francés ha actualizado también las cifras de heridos, la jornada del sábado se saldó con 133 heridos de los cuales 23 eran miembros de las fuerzas del orden. A pesar de que las cifras del gobierno apuntan a una participación menor que en las movilizaciones anteriores, los incendios, destrozos, y saqueos de comercios evidencian una radicalización del movimiento de los llamados chalecos amarillos.

Según Europe 1, varios sindicatos policiales han solicitado al Ejecutivo que aplique el Estado de emergencia para evitar que las escenas de insurrección que se vivieron en París, pero también a menor escala en ciudades como Nantes, Toulouse y Marsella, se repitan la semana que viene cuando grupos de "chalecos amarillos" llaman de nuevo a manifestarse.

Grupos de jóvenes con rostros enmascarados, algunos portando barras de acero y hachas, se amotinaron en las calles del centro de París, donde provocaron numerosos destrozos e incendiaron vehículos e incluso edificios.

Trabajos para recuperar la normalidad

Tras haber conseguido estabilizar la situación, en parte gracias a una intensa lluvia que disuadió a los alborotadores, los servicios públicos trabajan desde la mañana de este domingo en la limpieza de la Place Étoile, donde se encuentra el Arco del Triunfo, que fue pintarreajado y su interior vandalizado.

Las calles paralelas a los Campos Elíseos también presentan una imagen desoladora con vehículos e incluso negocios quemados.

El movimiento de los 'chalecos amarillos' surgió hace aproximadamente un mes de forma espontánea, sin pertenencia a ningún grupo político y se organizó en redes sociales para protestar contra un nuevo alza de los impuestos al carburante, que el Gobierno aplicará a partir de enero.

Las demandas se han extendido posteriormente desde la subida del salario mínimo hasta la dimisión de Macron.

Según Interior, entre los manifestantes se infiltraron hasta 3.000 violentos procedentes de grupúsculos de la extrema derecha y la extrema izquierda.

Macron visita el Arco del Triunfo

El presidente francés ha visitado el Arco del Triunfo para comprobar los desperfectos que ha sufrido el monumento, símbolo de la República, que fue objeto de vandalismo durante las protestas de los llamados 'chalecos amarillos'.

El jefe del Estado, acompañado del ministro del Interior, Christophe Castaner, ha rendido homenaje a la tumba del soldado desconocido, que representa a todos los franceses muertos en la Primera Guerra Mundial, ensuciada por los alborotadores que dejaron sobre ella latas de cerveza y otros objetos. También ha amanecido destrozada la estatua de Marianne, figura alegórica de la República Francesa, y la tienda del museo presenta graves desperfectos.

Macron volvió inmediatamente a Francia tras participar en la cumbre del G20 en Buenos Aires el aumento de la tensión en París.