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La agente de los Mossos que abatió al asaltante en Cornellà: "Me iba a matar"

  • La mossa ha declarado en calidad de investigada ante el juez junto al sargento que presenció los hechos
  • Las dos versiones coinciden en que actuaron en defensa propia y para proteger a sus compañeros en comisaría

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Dos agentes de los Mossos d'Esquadra escoltan la comisaría de Cornellà el lunes
Dos agentes de los Mossos d'Esquadra escoltan la comisaría de Cornellà el lunes.

La agente de los Mossos d'Esquadra que el lunes abatió al hombre que asaltó la comisaría de Cornellà de Llobregat (Barcelona) ha asegurado en su declaración ante la juez que pensó que se trataba de un atentado terrorista y que disparó para protegerse a sí misma y a sus compañeros: "Me iba a matar", ha dicho.

La mossa, que ha comparecido durante la tarde ante la titular del juzgado de instrucción número 2 de Cornellà como investigada, ha mantenido una versión en la misma línea que el sargento que se encontraba con ella y fue testigo directo de los hechos. Los dos han defendido que actuaron en defensa propia y de la de sus compañeros, que se encontraban en el vestuario sin armas durante el cambio de turno.

La agente ha explicado al juez que el argelino, de 29 de años, accedió a la recepción de la comisaría y se abalanzó hacia donde estaba, una "pecera" protegida por un cristal, sentada en una silla con ruedas. El hombre sacó entonces un cuchillo de unos 20 centímetros, con un grosor de hasta siete centímetros a la altura del mango, e incorporó la mitad de su cuerpo en la garita. Ante la situación, la mujer retrocedió instintivamente hasta casi caer de la silla.

El director de los Mossos d'Esquadra, Andreu Joan Martínez, ha defendido este martes la actuación de la agente que abatió al atacante de la comisaría de Cornellà al considerarla que fue "correcta", "congruente", "proporcionada" y "adecuada" con la situación de "extrema gravedad con la que se encontró".

Declara el sargento que salió a ayudar a la mossa

Después se incorporó y entró en la estancia de la comisaría pidiendo ayuda, al grito de "sargento, sargento", ante lo que el jefe de turno salió al pasillo y vio el forcejeo entre la agente y el atacante, que mostraba el cuchillo por encima de la cabeza.

Con el objetivo de proteger su integridad y la de sus compañeros, los dos mossos empezaron a retroceder de espaldas por un pasillo y dieron el alto al asaltante al grito de "quieto, quieto". Sin embargo, el hombre, que por el momento no está vinculado con el yihadismo, prosiguió con el ataque y los agentes retrocedieron de espaldas, haciendo una barrera para que no lograra superarles y atacar al resto de policías.

En un momento dado, superaron el marco de una puerta de espaldas, por el que no podían pasar los dos a la vez. Primero pasó el sargento y, cuando la mossa pasaba por la puerta, el hombre la volvió a amenazar con el cuchillo, levantándolo por encima de la cabeza y haciendo ademán de atacarla. Fue entonces cuando la agente disparó con su arma reglamentaria para salvar su vida y la de sus compañeros, según ha declarado.

Según Efe, el sargento ha asegurado que si la mujer no hubiera disparado, lo habría hecho él, porque el hombre se encontraba a una distancia de entre un metro y un metro y medio de ellos y su vida corría peligro.

Reconstrucción en la comisaría

Al finalizar los interrogatorios, la comitiva judicial se ha desplazado a la comisaría de Cornellà para reconstruir los hechos, que coinciden con la primera explicación dada por la mossa.

El director de los Mossos d'Esquadra, Andreu Joan Martínez, ha defendido este lunes que la actuación de la agente fue "correcta, proporcional, adecuada y congruente"a la situación de "extrema gravedad", mientras la familia del asaltante ha anunciado que estudia denunciar a los agentes por negligencia.