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El juez absuelve a la madre de un niño de 11 años al que dio un bofetón por no poner el desayuno y destrozar un móvil

  • El niño denunció a su madre, pero la sentencia ve "justificado" el correctivo
  • El menor reaccionó con "actitud violenta" y tiró el teléfono con el que oía música
  • El juez subraya el desprecio del niño a su madre y a lo que cuestan las cosas

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El juez absuelve a la madre de un niño al que dio un bofetón por no poner el desayuno

Un niño de 11 años llevó a juicio a su madre porque esta le propinó una bofetada al negarse a poner el desayuno en casa y destrozar a continuación un teléfono móvil, un hecho que el titular del Juzgado de lo Penal Número 2 de A Coruña, José Antonio Vázquez Taín, ha visto "justificado" frente a la actitud de "síndrome del emperador" de su hijo, por lo que ha absuelto a la procesada y se detiene además en su sentencia a reprender el comportamiento del menor.

Lo hace en un fallo con fecha 30 de junio de 2017, en el que el magistrado, un juez mediático conocido por haberse hecho cargo de casos como el del accidente ferroviario de Angrois, el robo del Códice Calixtino de la catedral de Santiago de Compostela y el crimen de Asunta Basterra, explica que "los hechos han sido puntuales y con provocación por el menor".

Según el relato de los hechos, en la Nochebuena de 2015, cuando el niño tenía 11 años, en el domicilio de la mujer en A Coruña, "como quiera que el menor hacía caso omiso a sus indicaciones de que colaborase poniendo el desayuno, pues permanecía escuchando música, y debido a que no solo no obedeció sino que llegó a arrojar el teléfono, a fin de que depusiese su actitud rebelde y violenta, le dio un bofetón muy fuerte a la altura del pómulo izquierdo".

El juez añade que, casi un año después, con posterioridad a una nueva discusión entre madre e hijo, cuando el menor pretendía irse de casa, la mujer "intentó evitar que el pequeño saliese, para lo cual le agarró por la parte posterior del cuello, causándole un arañazo". El niño, que necesitó atención médica en ambos casos, denunció a su madre y ahora el juez la absuelve de dos delitos de lesiones leves en el ámbito familiar.

"Sorprende la calculada frialdad del menor"

El juez Vázquez Taín -que también es conocido en su faceta de novelista- destaca en su sentencia que "sorprende la calculada frialdad del menor" y añade que "trata de dirigir la declaración y controlar todo el testimonio". "Da pena comprobar su total falta de empatía", abunda el magistrado en el fallo.

El menor reconoce que la madre le ordenó poner el desayuno y él se negó y admite que "mantuvo su actitud, pues estaba escuchando música en su teléfono nuevo de alta gama". "Y aunque niegue haber arrojado el teléfono, sus dudas al contestar indican que de algún modo lo tiró. Puede que simplemente lo lanzase al suelo, ni siquiera a su madre", concreta el juez.

"Su comportamiento no solo muestra desprecio hacia la autoridad materna, sino también hacia el esfuerzo y trabajo que supone ganar un salario con el que adquirir bienes"

"Está claro que la actuación del menor es totalmente equivocada", subraya el juez en el fallo, en el que añade que "por suerte su familia es acomodada y puede permitirse el tirar el dinero de un teléfono de alta gama, cuyo precio, es igual a los ingresos mensuales con los que se ven obligados a vivir más del 50% de la población española".

"Su comportamiento no solo muestra desprecio hacia la autoridad materna, sino también hacia el esfuerzo y trabajo que supone ganar un salario con el que adquirir bienes. Y además incurre en el acto de violencia que supone arrojar el teléfono", puntualiza el juez.

"Síndrome del emperador"

Por ello, sostiene en la sentencia que se trata de "una clara exhibición por parte del menor de una actitud de síndrome del emperador, que únicamente busca humillar y despreciar a su madre".

¿Qué es el 'síndrome del emperador'?

"De no mediar una inmediata corrección, el menor trasladará dicho comportamiento a terceros y comenzará a comportarse igual con compañeros, vecinos, etc.", sostiene el magistrado, que considera que "acudir a una corrección física moderada está justificado". "Y así se hizo", concluye.

"La acusada no abofeteó a su hijo para causarle una lesión, su intención era clara y trataba de poner fin a la actitud violenta del menor, que es el que primero acude a un acto físico de fuerza, y a su comportamiento totalmente despectivo hacia ella, negándose a algo tan lógico como poner el desayuno", sentencia el juez, que absuelve a la procesada de las acusaciones.