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Referéndum sobre el 'Brexit'

Cameron reitera que no dimitirá sea cuál sea el resultado del referéndum sobre el 'Brexit'

  • La Comisión Electoral británica designa las campañas oficiales para la votación
  • El FMI alerta de las consecuencias que tendría la salida de Reino Unido de la UE

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El primer ministro británico, David Cameron
El primer ministro británico, David Cameron.

El primer ministro británico, David Cameron, ha reiterado este miércoles que no dimitirá sea cuál sea el resultado del referéndum que se celebrará el próximo 23 de junio sobre la pertenencia del país a la Unión Europea, mientras continúan los preparativos para la votación, de forma que la Comisión Electoral ha designado las dos campañas oficiales que defenderán respectivamente la permanencia y el Brexit.

Cameron, que defiende que el país siga perteneciendo al club comunitario tras el acuerdo alcanzado con Bruselas, ha sido rotundo en su comparecencia en la Cámara de los Comunes al insistir en que piensa quedarse como jefe del Gobierno incluso si los británicos votan a favor de marcharse de la UE.

"Si los británicos votan a favor de salir de la UE, ¿se quedará el primer ministro en su cargo para aplicar su decisión?", le ha preguntado el diputado del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) Douglas Carswell. "Sí", ha respondido escuetamente el líder conservador.

En cualquier caso, Cameron, que fue reelegido como primer ministro el año pasado, ya ha avanzado que no tiene intención de optar a un tercer mandato tras finalizar en 2020 la presente legislatura, en la que cuenta con mayoría absoluta, aunque el Brexit le ha colocado en una posición delicada dentro de su propio partido, ya que muchos conservadores respaldan la opción de salir de la UE.

Las campañas oficiales, definidas

Este mismo miércoles, la Comisión Electoral británica ha designado este jueves a las dos campañas oficiales que defenderán las opciones entre las que se elegirá en el referéndum de junio, dejando al margen de la contienda, y de las subvenciones públicas, dos alternativas de la derecha eurófoba y de la izquierda sindicalista que apoyan el Brexit.

Así, el grupo The In Campaign, que cuenta con el apoyo de Cameron, abogará por conservar los lazos con Bruselas, mientras que Vote Leave, liderado por el alcalde de Londres, el también tory Boris Johnson, encabezará la defensa del Brexit.

El alcalde de Londres y líder de la campaña por el 'Brexit', Boris Johnson

El alcalde de Londres y líder de la campaña por el 'Brexit', Boris Johnson. REUTERS

La Comisión Electoral ha descartado otorgar estatus oficial a otros dos grupos en defensa de la salida de la UE, el Go Movement, patrocinado por el líder del UKIP, Nigel Farage, y la Coalición de Socialistas y Sindicalistas, que defiende la ruptura con el bloque común desde la izquierda política.

Las dos campañas elegidas tendrán acceso a una subvención pública de 600.000 libras (750.000 euros) para financiar sus actividades y tendrán que cumplir con un techo de gasto de siete millones de libras (8,75 millones de euros).

Advertencias del FMI

Mientras los británicos perfilan el referéndum, desde fuera de Reino Unido no cesan las advertencias contra las consecuencias de un posible Brexit, encabezadas esta semana por el Fondo Monetario Internacional, que ha avisado de que podría causar "graves daños regionales y globales" al alterar las relaciones comerciales.

En su informe de "Perspectivas Económicas Globales", publicado con motivo de su reunión de primavera, el FMI señala que el referéndum "ya ha creado incertidumbre en los inversores", un aspecto que se agravaría si hubiera que negociar la salida de Reino Unido de la UE.

"Una salida del Reino Unido del mercado único europeo también trastocaría y reduciría el comercio mutuo y los flujos financieros, reduciendo beneficios clave de la cooperación económica e integración", añade el organismo multilateral.

A su vez, la agencia de calificación de riesgos estadounidense Moody’s ha advertido este miércoles de que el Brexit podría afectar de forma negativa al crédito al consumo en Reino Unido, aunque tendría un efecto limitado en el mercado hipotecario.