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Iowa, pistoletazo de salida a una reñida batalla por la Casa Blanca

  • Este lunes arranca el proceso de elecciones primarias en Estados Unidos
  • Este pequeño estado actúa como un "termómetro" e influye en el resto del país
  • El magnate Trump es el favorito en el bando republicano, seguido por Ted Cruz
  • Hillary Clinton encabeza las encuestas demócratas con Sanders muy cerca

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Iowa abre las primarias de Estados Unidos

El estado de Iowa abre este lunes la etapa de elecciones primarias en Estados Unidos con sus caucus, una primera cita con las urnas a la que tanto los canditados demócratas, Hillary Clinton y Bernie Sanders, como los republicanos, Donald Trump y Ted Cruz, llegan casi empatados.

En institutos y restaurantes de todo el estado, los quince aspirantes demócratas y republicanos se afanaban este domingo por convencer a los indecisos para que les respladen en los caucus, las asambleas populares con las que Iowa inaugura el proceso de selección de los dos candidatos que en noviembre concurrirán a las elecciones generales.

Iowa es un estado pequeño, rural y alejado de la media demográfica del país, pero cada cuatro años, acapara la atención mundial con sus caucus, un complejo sistema de votación que desde la década de 1970 sirve como primera prueba de fuego de los aspirantes a la Presidencia de Estados Unidos. Es el pistoletazo de salida de la batalla por la Casa Blanca.

Además, funciona como un "termómetro": proporciona los primeros datos e influye en el resto de las votaciones del país, ya que los que mejores resultados obtengan suelen recibir una mayor atención mediática.

Iowa, un pequeño estado y una gran industria electoral

Sanders, muy cerca de Clinton

En esta ocasión, se pronostica que serán unas de las primarias más concurridas de la historia reciente del país, en las que participan tres demócratas y doce republicanos. Los favoritos, de momento, son el magnate inmobiliario Donald Trump, entre los republicanos, y la ex secretaria de estado y ex primera dama, Hillary Clinton, entre los demócratas.

Clinton, de 68 años, esgrime sus tablas como su mayor fortaleza y ha logrado llegar a Iowa encabezando las encuestas con un 45% de los apoyos. Sin embargo, el senador independiente por Vermont, Bernie Sanders y su capacidad reavivar la pasión del sector más progresista de su partido con su denuncia de la creciente desigualdad y la erosión de la clase media, parece que no se lo van a poner fácil. El demócrata, que se autodefine como "socialista", le sigue muy de cerca, con un 42%.

Una derrota en Iowa supondría un duro revés para la exsecretaria de Estado, que ya perdió en el estado en 2008 contra Barack Obama y que probablemente resulte derrotada la próxima semana en las primarias de Nuevo Hampshire, el segundo estado en votar, donde Sanders tiene una amplia ventaja.

Las opciones en el partido demócrata las completa el exgobernador de Maryland Martin O'Malley, de 53 años, de ideas moderadas pero perfil bajo pese a tener logros en su estado como la legalización del matrimonio entre homosexuales, el control de las armas o la consecución de más derechos para los inmigrantes indocumentados.

Trump, el candidato fuera de la norma

Trump, protagonista de un increíble auge pese a la oposición del aparato del partido republicano, llega a la cita de Iowa con el 28% del respaldo entre los votantes republicanos, seguido por el senador Ted Cruz, con un 23% de apoyos, según las últimas encuestas.

El empresario, de 69 años, que no tiene experiencia política ni ha ocupado ningún cargo público, se presenta a sí mismo como un candidato fuera de la norma, que dice lo que piensa y cuyo único objetivo es recuperar el viejo esplendor de América. Mientras que Cruz, de origen cubano, es el preferido por el ala más conservadora del Partido Republicano, el llamado Tea Party, y por los evangélicos, un grupo de votantes clave para los aspirantes republicanos en este estado del medio oeste estadounidense.

De cerca, les sigue el senador por Florida Marco Rubio, también de origen cubano, que cuenta con una amplia aprobación entre las bases republicanas. Por detrás de Rubio, luchan por no caer en el olvido candidatos que tuvieron su momento de gloria en las encuestas, como el prominente neurocirujano Ben Carson, profundamente religioso y ferviente defensor del libre mercado.

Caso especial es el exgobernador de Florida Jeb Bush, hijo y hermano de expresidentes, que partía como uno de los favoritos de la contienda republicana y que no ha logrado escalar en las encuestas, aunque hay quienes aún no descartan que pudiera dar alguna sorpresa.

Finalmente, lucharán por ser candidatos el gobernador de New Jersey, Chris Christie; el popular gobernador de Ohio, John Kasich; el senador por Kentucky, Rand Paul; la exconsejera delegada de Hewlett-Packard Carly Fiorina, única mujer en la contienda republicana; Mike Huckabee, exgobernador de Arkansas, y Rick Santorum, exsenador por Pensilvania.

Un complejo sistema de votación

Este lunes los votantes del estado se darán cita en gimnasios, escuelas, restaurantes e incluso domicilios particulares para su peculiar ejercicio de democracia, un proceso rudimentario que puede durar horas y que a menudo incluye apasionados alegatos a favor de uno u otro candidato. Además, al contrario que en unas elecciones primarias, los habitantes de Iowa solo pueden votar a cierta hora de la tarde, y deben acudir para ello a una reunión donde se les exige registrarse como votantes del partido demócrata o republicano.

Aún así, Iowa no determina quién será el candidato de cada partido, ni mucho menos quién será el presidente. Hasta junio, un total de 35 jurisdicciones (estados y territorios) celebrarán primarias propiamente dichas, otras 13 realizarán caucus y ocho más usarán procedimientos mixtos. El objetivo en ellas es llevarse el máximo número posible de los delegados que luego acuden a las convenciones de los partidos, que este año se celebrarán en julio, primero la republicana en Cleveland (Ohio) y después la demócrata en Filadelfia (Pensilvania).