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Cameron confiscará los salarios de los inmigrantes ilegales y recortará ayudas

  • El primer ministro británico anuncia su plan para frenar la inmigración
  • Quiere restringir el aceso a servicios públicos de los inmigrantes de la UE
  • La inmigración aumentó en Reino Unido un 21,8% en 2014

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Cameron confiscará los salarios de los inmigrantes ilegales y recortará ayudas

El primer ministro, David Cameron, ha propuesto autorizar a la policía británica para confiscar los salarios de los inmigrantes ilegales, así como para inspecionar las cuentas bancarias de personas sospechosas de estar en situación irregular en el Reino Unido.

El líder conservador, que fue reelegido en las elecciones del 7 de mayo, ha dado a conocer su plan antiinmigración en un discurso pronunciado en la sede del Ministerio de Interior, después de que las últimas cifras oficiales divulgadas este jueves indicasen que el número neto de inmigrantes aumentó el 21,8 % en 2014 frente al año anterior.

Cameron ha prometido que sus medidas estarán contenidas en el programa de su Gobierno para el próximo curso legislativo y que será leído por la reina Isabel II el día 27 en la Cámara de los Lores, en la apertura formal del Parlamento británico.

Según los detalles presentados este miércoles, el proyecto de ley tendrá como objetivo procesar a quienes trabajen de forma ilegal y también a quienes empleen a trabajadores indocumentados, y obligará a los bancos a verificar las cuentas de personas que estén en situación ilegal. Hasta ahora, las empresas podían ser multadas con 20.000 libras (26.000 euros) si contrataban a personas en situación ilegal, pero la nueva legislación irá más allá al considerarlo un delito.

También se podrá procesar a los no comunitarios que entren de manera legal, como turistas o estudiantes, pero que se quedan para trabajar una vez que su visado haya caducado.

Confiscación de salarios y multas a empresarios

Además, la Policía tendrá el poder de confiscar los salarios obtenidos de manera ilegal y se obligará a las agencias de empleo a buscar primero trabajadores con residencia legal en el Reino Unido antes de contratar extranjeros.

Entre otras cosas, se tomarán medidas contra las personas que alquilen pisos a inmigrantes sin papeles en condiciones infrahumanas.

Un hombre de Sri Lanka, arrestado en su casa en Londres por las policías de inmigración. Fuente: AFP PHOTO / POOL / Richard Pohle

Además, el premier quiere restringir el acceso de los inmigrantes de la Unión Europea al sistema de bienestar británico.

"Yo y muchos otros creemos que es justo reducir los incentivos para las personas que quieren venir aquí. Cambios en las ayudas sociales para frenar la inmigración de la UE será un requisito absoluto en mi renegociación" de la relación de Reino Unido con la UE", ha subrayado,

Cameron ha dicho que la falta de control de la inmigración crea problemas para los servicios públicos, en especial la sanidad pública y las escuelas, y que su objetivo es construir un país "menos atractivo" para trabajar de manera ilegal.

"Una inmigración no controlada puede perjudicar nuestro mercado laboral y reducir los sueldos. Y significa que hay mucha gente que entra legalmente en el Reino Unido pero se queda de forma ilegal. El pueblo británico quiere que estas cosas sean resueltas", ha añadido.

Más inmigrantes de la Unión Europea

Según las cifras divulgadas este jueves por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, siglas en inglés), el número neto de inmigrantes que llegó al Reino Unido en 2014 fue de 641.000 personas, un incremento del 21,8% con respecto al año anterior.

Además, el año pasado 323.000 personas emigraron del país, una cifra que se ha mantenido estable desde 2010, por lo que la migración neta del Reino Unido -la inmigración menos la emigración- se sitúa en 318.000 personas, un fuerte incremento -52%- frente a 2013, cuando se había colocado en 209.000, según la ONS.

El incremento más importante visto el año pasado fue el correspondiente a la inmigración de países comunitarios, al situarse en 268.000 personas, 67.000 más que el año anterior, mientras que en el caso de los no comunitarios la cifra fue de 290.000, un alza de 42.000 personas. La mayoría de las personas que entraron fue por razones de trabajo, según la ONS, que precisa que la mayor parte de los inmigrantes correspondieron a ciudadanos rumanos y búlgaros.

Estas cifras son un revés para Cameron, que ha hecho de su agenda antiinmigración uno de los pilares de su recién estrenada segunda legislatura. El líder conservador ganó con mayoría absoluta las elecciones hace dos semanas con un discurso más escorado a la derecha y con el referéndum sobre la pertenencia de Reino Unido en la Unión Europea como promesa estrella.