Enlaces accesibilidad

La Policía reprime con gas lacrimógeno las manifestaciones contra el presidente de Burundi

  • Las protestas continúan tras el intento de golpe de Estado
  • El presidente quiere optar a un tercer mandato
  • "Crisis humanitaria" entre los refugiados burundeses en Tanzania, según la OMS

Por
Manifestantes contra el presidente Nkurunziza en la capital de Burundi, Bujumbura
Manifestantes contra el presidente Nkurunziza en la capital de Burundi, Bujumbura

La Policía de Burundi ha lanzado gases lacrimógenos contra los manifestantes que protestan contra el presidente, Pierre Nkurunziza en la capital, Bujumbura.

Según la agencia Reuters, que cita a uno de sus fotógrafos sobre el terreno, los agentes han arrestado al menos a ocho personas, mientras los manifestantes han arrojado piedras.

Las protestas contra Nkurunziza, que se cobraron la vida de 20 personas en abril, continúan tras un intento de golpe de Estado por parte del Ejército y la Policía, que fue reprimido por fuerzas leales al presidente.

Nkurunziza había obtenido del Tribunal Constitucional el permiso para presentarse a un tercer mandato, lo que había provocado las protestas de la oposición, con un saldo de 20 muertos. Este viernes, al menos una de las más de 300 organizaciones que participaron en las protestas ha animado a sus seguidores a continuar con las manifestaciones.

La candidatura de Nkurunziza ha suscitado el temor entre grandes sectores de la población burundesa, que apenas hace una década salió de una guerra civil (1993-2005) que hundió al país y todavía afecta a la sociedad.

Refugiados burundeses junto al lago Tanganica en Tanzania. Foto: Reuters/Thomas Mukoya

Crisis de refugiados en Tanzania

La violencia política ha provocado el éxodo de más de 100.000 burundeses a los países vecinos. En Tanzania, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de una "severa crisis humanitaria" entre los refugiados tras detectarse un brote de cólera y al menos siete muertos por diarreas.

La situación es especialmente preocupante en Kagunga, un pequeño pueblo de pescadores junto al lago Tanganica, que separa a ambos países, y que ha incrementado su población original, de 11.382 personas, a 90.000 desde el pasado abril, ha informado la OMS en un comunicado.

El desplazamiento masivo de población desde Burundi ha alcanzado su máximo en los últimos días, en los que han llegado de 500 a 2.000 refugiados diarios, lo que ha desbordado los servicios sanitarios locales.