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Desembarcan en Indonesia otros 800 migrantes que se encontraban a la deriva en el mar

  • Se suman a los 600 que desembarcaron el pasado domingo
  • Tailandia se niega a acogerles y convoca una cumbre regional para el 29 de mayo
  • La ONU pide a Myanmar que acabe con la discriminación a los rohingya

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Desembarcan en Indonesia otras 800 personas que se encontraban a la deriva en el mar

Unas 800 personas provenientes de Bangladesh y Myanmar han desembarcado este viernes a la costa de Indonesia, mientras la marina de ese país ha devuelto a alta mar al menos a otros dos barcos.

"La última información que tenemos es que alrededor de 794 personas han sido encontradas en medio del mar y llevadas a tierra por pescadores", ha declarado a Reuters Jairul Nova, funcionario de los servicios de rescate en la provincia de Aceh, en la isla de Sumatra. "Ahora están en un almacén en el puerto como arreglo temporal", ha añadido.

La marina ha impedido que otro barco penetrara en sus aguas, según fuentes militares citadas por Reuters.

Los recién llegados se suman a los 600 que el pasado domingo llegaron también a Aceh.

El director de la Organización Mundial para las Migraciones (OIM) en Bangkok, Jeff Labovitz, ha explicado a Efe que el gobierno indonesio ha pedido ayuda para asistirles. La OIM ha liberado un millón de dólares para comprar víveres.

Tailandia devuelve otro barco al mar

El jueves, Tailandia devolvió al mar otro barco con cientos de personas a bordo, entre ellas niños. Las autoridades tailandesas les dieron agua, comida y medicinas y les ayudaron a arreglar el motor de la nave, pero no les dejaron desembarcar.

Pescadores tailandeses entregan víveres a los migrantes de un barco frente a la isla de Koh Lipe. Foto: Reuters

"Cumplimos con nuestra obligación humanitaria", ha declarado el subcomandante Veerapong Nakprasit, destinado en la isla de Koh Lipe, donde fue avistada la nave. "Querían ir a un tercer país. No querían venir a Tailandia, así que les enviamos por su camino. No les hemos rechazado, porque esta gente se quería ir".

Si vienen más, causarán un problema. Les quitarán los empleos a los tailandeses

El primer ministro de Tailandia, Prayuth Chan-ocha, ha declarado otro motivo para no acoger a quienes se han echado al mar. "Ahora mismo tenemos que encontrarles un lugar. En el futuro, si vienen más, causarán un problema. Les quitarán los empleos y el sustento a los tailandeses", ha dicho.

En los últimos días, otras 1.000 personas han desembarcado en Malasia. Estos tres países han devuelto al mar a varias embarcaciones y han advertido que no pueden acoger a todos los migrantes que se encuentran en embarcaciones a la deriva en el golfo de Bengala, después de ser abandonados a su suerte por los traficantes.

No tienen comida ni agua y están bebiendo su propia orina

"La situación es muy grave", ha insistido Joe Lowry, portavoz regional de la OIM. "No tienen comida, ni agua, y están bebiendo su propia orina".

"Estamos viendo a los políticos pelearse sobre lo que es o no es correcto para ellos en lo referente a la atención a estas personas", ha lamentado, en declaraciones a Reuters, Matt Smith, director de la ONG Fortify Rights, con sede en Bangkok. "Es una respuesta cruel cuando sabemos que la gente está muriendo en el mar".

La ONU señala a Myanmar

La OIM estima que unas 8.000 personas, inmigrantes económicos pero también potenciales solicitantes de asilo, se encuentran en este momento en esa situación y la ONU ha advertido de una grave ciris humanitaria si no se les atiende. Muchos de ellos pertenecen a la minoría musulmana rohingya, una de las más perseguidas del mundo, según Naciones Unidas.

El responsable de Derechos Humanos de la organización internacional, Zeid Ra'ad Al Hussein, ha responsabilizado a Myanmar de la situación. "Hasta que el gobierno de Myanmar no solucione la discriminación institucional contra la población rohingya, incluyendo el acceso igualitario a la ciudadanía, esta migración precaria continuará", ha declarado.

Tailandia, Malasia e Indonesia han pedido ayuda internacional y el primero de estos países ha convocado una cumbre regional el 29 de mayo para tratar la crisis. Myanmar ya ha anunciado que no acudirá.