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El Costa Concordia dice adiós a Giglio y emprende su traslado definitivo a Génova

  • Comienza el último viaje del crucero, tras su reflote, hacia el desguace
  • Los 300 kilómetros hasta Génova se recorren a 3,5 kilómetros por hora
  • Durante su paso por Francia será remolcado por varias embarcaciones
  • Un superviviente español también se despide del barco italiano

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El crucero Costa Concordia parte hacia Génova para ser desguazado

El crucero Costa Concordia ha abandonado este miércoles las rocosas costas de la isla toscana del Giglio en la que permanecía desde su naufragio en 2012 para dirigirse, arrastrado por varios remolcadores, hacia el puerto de Génova donde será desguazado.

En los próximos 4 días, según ha explicado el responsable del proyecto y jefe de la Protección Civil italiana, Franco Porcellacchia, el crucero recorrerá más de 300 kilómetros hasta el puerto genovés a una velocidad media de 2 nudos, unos 3,5 kilómetros, por hora.

De este modo, ha tocado a su fin un colosal proyecto que ha devuelto a su posición vertical y ha reflotado más de 114.000 toneladas de peso, 280 metros de eslora y 62,5 de manga al crucero que naufragó el 13 de enero de 2012, cuando encalló en las costas del italianas de Giglio, provocando la muerte de 32 personas, de las cuales una continúa aún en paradero desconocido.

El pasado 14 de julio, la nave volvió a flote gracias a un complejo sistema de cámaras neumáticas y desde ese día ha permanecido fondeado a la espera de su traslado que, finalmente, se ha emprendido en la mañana de este miércoles.

Asimismo, en los últimos días, el pabellón del Costa Concordia ha presentado izada la bandera azul marino que encuadra a su vez otro recuadro blanco que, según los códigos de la Organización Marítima Internacional, indican que una nave está a punto de partir.

Comienza su viaje definitivo al puerto de Génova

A las 11.15, hora peninsular española, de este miércoles el coloso ha emprendido definitivamente su viaje a Génova, acompasado por las campanas de las localidades isleñas y por las sirenas del puerto que, como es tradición, han despedido de ese modo a la nave.

Durante el periplo, que la llevará a atravesar aguas territoriales francesas al pasar por Córcega, la embarcación será remolcada por hasta 5 naves e irá escoltado por otras 14, que llevarán a cabo labores de asistencia o supervisión.

El alcalde del Giglio, Sergio Ortelli, ha recordado que la isla "quiere recuperar la normalidad lo antes posible", aunque hay que recomponer la zona del incidente.

Mientras, turistas y vecinos del Giglio se han despedido de este crucero en el que, de manera colateral, también perdió la vida un submarinista español: Israel Franco Moreno, quien murió desangrado el pasado febrero al cortarse en una pierna mientras trabajaba en las labores de reflote.

Un superviviente español despide al "monstruo de hierro"

Asimismo, ha estado presente, según han recogido los medios, uno de los españoles supervivientes del accidente, Pablo Lázaro Juan.

El español ha llegado al Giglio para presenciar el "final de una historia, de un monstruo de hierro", pero cuya experiencia “no puede olvidarse".

"Si yo olvidara la historia de aquella noche no sería normal, no sería una persona. Esa historia estará siempre en mi mente y aún hoy en mis sueños", ha referido a los medios desplazados a la zona.

Mientras el crucero ha sido arrastrado mar adentro, los responsables del proyecto, junto al subsecretario de la presidencia de Italia, Graziano Delrio, han comparecido en una rueda de prensa para señalar lo "histórico" y "emotivo" del acontecimiento.

No obstante, pese a la euforia desatada entre los trabajadores al ver zarpar los restos del barco siniestrado, el encargado del proyecto de reflote ha pedido no dejarse llevar por "triunfalismos", porque lo que se ha cerrado en Italia es la página de una historia fatídica.

El capitán, imputado como presunto responsable

Una historia cuyo principal responsable ha sido, presuntamente, el capitán del barco, Francesco Schettino, que afronta un proceso judicial en el que está imputado por delitos como homicidio culposo múltiple, abandono de la nave y naufragio.

Precisamente, los medios de comunicación italianos han publicado este miércoles en sus portadas una fotografía en la que el excapitán aparece acompañado por dos mujeres en una fiesta de la isla napolitana de Ischia, donde permanece, según él, para evitar el acoso de la prensa.

Tales imágenes han suscitado polémica en Italia por el aire sonriente y despreocupado que muestra Schettino en la instantánea, aireada el día en el que el Costa Concordia ha emprendido su viaje hacia su segunda destrucción.

Francia advierte a Italia ante una posible contaminación

Durante su viaje hacia el puerto genovés, el Costa Concordia atravesará aguas francesas al pasar cerca de la isla de Córcega. Por esta razón, las autoridades galas ya han anunciado que seguirán su transcurso con atención.

La ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal, ha advertido este miércoles que sería "intolerable" cualquier posible contaminación por el paso por las proximidades de Córcega del crucero en su ruta hacia Génova, donde debe ser desguazado.

"Sería inimaginable", ha dicho Royal en declaraciones a la prensa en el Palacio del Elíseo con ocasión de la salida del Costa Concordia de la isla de Giglio.

La representante gala ha recordado que este jueves tiene previsto supervisar el paso del crucero siniestrado a una veintena de kilómetros del cabo Corse de la isla francesa desde un barco de la Marina, especializado en misiones de asistencia y descontaminación -el "Jason"-, que se ha movilizado para esa operación.

También ha insistido en que Francia no había sido advertida en un principio por las autoridades italianas del recorrido decidido para proceder al desguace, algo que ha calificado de "lamentable", teniendo en cuenta las implicaciones jurídicas en lo que respecta a las aguas territoriales, pero también al hecho de que se va a acercar a un área donde se está creando un parque natural marino.

La representante gala señala la falta de explicaciones

La ministra ha lamentado que no se le hayan dado explicaciones sobre por qué no se había desmantelado el Costa Concordia donde naufragó, lo que habría limitado los riesgos de contaminación que puede ocasionar el hidrocarburo que no ha sido extraído de la nave.

Mientras, el almirante italiano Giovanni Pettorino ha afirmado que las aeronaves de la Capitanía de puerto han detectado "tres anomalías" sobre la superficie del agua por el que deberá pasar el Costa Concordia, dos de ellas en aguas francesas y la otra en aguas territoriales italianas.

Sin embargo, no será hasta el próximo domingo, si la climatología no varía, cuando el Costa Concordia llegue al puerto de Génova para ser desmantelado tras dos años encallado en la costa italiana.