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EE.UU. e Irán consideran "muy difícil" alcanzar un acuerdo a largo plazo sobre el programa nuclear

  • Aunque es pesimista, Irán mantiene su compromiso de continuar la negociación
  • Las declaraciones aparecen horas antes de que arranquen las negociaciones
  • El encuentro arranca en el marco de un acuerdo de mínimos de seis meses

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EE.UU. e Irán consideran "muy difícil" alcanzar un acuerdo a largo plazo sobre el programa nuclear
El minsitro de Exteriores austriaco, Sebastian Kurz (dcha), da la bienvenida a su homólogo iraní, Mohamad Javad Zarif, a su llegada al aeropuerto Schwechat de Viena (Austria).

Estados Unidos e Irán coinciden en pensar que un acuerdo nuclear a largo plazo entre ambos países será muy difícil, si no imposible. Así ha trascendido desde ambas partes antes del inicio de la reunión de alto nivel que arranca el próximo martes en Viena entre el líder iraní, el ayatolá Alí Khamenei, y los líderes del P5+1, alianza que agrupa a Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania en las negociaciones con la República Islámica.

Tanto Khamenei como fuentes de la delegación norteamericana han reducido las expectativas. El primero ha declarado que las conversaciones “no llevarán a ningún sitio” aunque mantiene su compromiso de continuar la negociación, mientras que los segundos se han mostrado pesimistas al declarar ante los medios que seguirán la reunión en la capital austríaca que será “complicado, difícil y un proceso prolongado” y que probablemente por ello “no se llegará a ningún acuerdo”.

Estas declaraciones se producen en la víspera de la primera ronda de negociaciones de alto nivel desde que un acuerdo intermedio quedase atascado el pasado 24 de noviembre. Según este compromiso Teherán acordó limitar durante los próximos seis meses algunas de sus actividades nucleares a cambio del levantamiento de algunas de las sanciones.

Este acuerdo se produjo precisamente para ganar tiempo de cara a alcanzar un pacto a largo plazo que ponga fin a años de animadversión entre Irán y las potencias occidentales y sirva para rebajar la amenaza del estallido de una nueva guerra en Oriente Medio. Además, el éxito de las negociaciones abriría un abanico de nuevas posibilidades para los negocios de occidente.

Las armas nucleares, centro de las disputas

A lo largo de la última década, Irán y las potencias occidentales han mentenido unas negociaciones intermitentes en las que la república islámica ha rechazado las alegaciones de que el país esté buscando hacerse con armas nucleres. Por contra, Teherán explica que sus prácticas atómicas se reducen a la generación de energía y con objetivos médicos.

Sin embargo, el objetivo reconocido por Estados Unidos y sus aliados europeos en estas negociaciones es dilatar este “tiempo de arranque” que Irán necesitaría para materializar la bomba.

El acuerdo preliminar, alcanzado el 24 de noviembre de 2013 y que entró en vigor el pasado enero, tendrá una duración de seis meses y Tehrán se ha comrpometido a cortar su producción y deshabilitar las instalaciones que usa para ello. Por su parte, el P5+1 ha acordado la liberación de parte de los fondos de las sanciones mientras las conversaciones continúan hacia un marco mayor y a largo plazo.

Seis meses para llegar a un acuerdo

Este martes comienzan las negociaciones en Viena en las que una representación de los países del P5+1 se reunirá con la delegación iraní liderada por el ministro de Asuntos Exteriores Mohammed Javad Zarif y el viceministro Abbas Araqchi. Por parte de las seis potencias occidentales, las negociaciones estarán coordinadas por la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton.

A pesar de que estos encuentros son los primeros en los que se espera que se produzcan una serie de reuniones a lo largo de los próximos meses. Estados Unidos ha dejado claro que no pretende que sobrepasen el plazo de seis meses fijado en noviembre. Sin embargo, este tope que se cumple a finales de julio puede prorrogarse por otros seis meses si ambas partes así lo deciden.