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Revenga asegura que el rey no sabía nada de su puesto "honorífico" en Nóos

Por
CARLOS GARCÍA REVENGA
El secretario de las infantas Elena y Cristina, Carlos García Revenga, a su salida de los Juzgados de Palma.

El asesor de la infanta Cristina, Carlos García Revenga, aseguró en su declaración como imputado ante el juez del caso Nóos, José Castro, que el rey Juan Carlos no sabía ni que él era tesorero en Nóos ni la infanta Cristina vocal, según consta en la transcripción a la que ha tenido acceso TVE.

También insistió en que no tenía "ninguna" función en la junta directiva del Instituto porque era un puesto “honorífico” y que formó parte del mismo “por la amistad” que tenía con Iñaki Urdangarin,

Revenga declaró el pasado día 23 de febrero ante Castro que el duque de Palma le pidió formar parte del órgano directivo de Nóos "por amistad" y para que le acompañase en el inicio de "su aventura empresarial".

"La verdad es que le dije que sí y me puse a su disposición", confesó el asesor de las infantas, aunque insistió en que su puesto era "honorífico".

El juez Castro le inquirió sobre cuál era su labor y qué tenía que hacer como tesorero del Instituto dirigido por Iñaki Urdangarin y Diego Torres, a lo que Revenga aseguró que no se preocupó por esta cuestión.

"Pues la verdad, si le soy sincero, es que no me he preocupado, porque lo tuve como un punto honorífico", dijo el asesor de las infantas.

Lo tuve como un punto honorífico

Revenga afirmó que preguntó a Urdangarin qué responsabilidades tendría en el Instituto Nóos, a lo que el duque aseguró que "ninguna".

En dicha declaración, García Revenga aseguró que Iñaki Urdangarin le encomendó el puesto de tesorero sin responsabilidad específica y que, por ejemplo, nunca firmó facturas, pagos ni transferencias en nombre del Instituto Nóos, sino que le invitó "como amigo" y él lo ejerció como "un puesto casi honorífico".

Tampoco tuvo silla, mesa ni tarjeta del Instituto que lo identificaran como tal, añadió,  ni cobró nunca por su pertenencia a la junta directiva. Según su declaración, el encargo se limitó a que "aportara alguna cosa que me dijese, alguna pregunta".

Un papel similar ("no hacía nada") atribuyó a la infanta Cristina en la junta directiva de Nóos, aseveración que corroboró después al asegurar que nunca le pasó para corregir o revisar ningún documento relativo al Instituto

El asesor de las infantas alega que cuando aceptó el cargo también formaba parte del Patronato de la Fundación Winterthur, de la cual era presidente Jaime de Marichalar, marido de la infanta Elena, y en la actualidad es vocal de la Fundación Reina Sofía.

Tesorero por cuestión de "confianza"

"Pienso que don Iñaki me quiere, quiere que forme parte de la Junta Directiva por amistad, por recurrir a mí en determinadas cosas, como ha ocurrido, nada más", matizó Revenga en su declaración ante Castro.

No satisfecho con su respuesta, el juez aseveró: "Pero señor, si  era por no hacer nada, ¿qué sentido tiene que uno le nombren para no hacer nada? ¿Será por la categoría que su presencia imprime al Instituto?, cosa que es muy de alabar, que yo no lo criticó",  apostilló Castro, tras lo cual García Revenga incidió en que "más que por categoría, es por confianza".

García Revenga explicó además que conoció a Urdangarin antes de su boda con la infanta Cristina porque es seguidor del Atlético de Madrid y le gusta mucho el balonmano, por lo que conocía a algunos jugadores.

"Yo soy del Atlético de Madrid, pese a lo que le pese a mi abogado, que es muy madridista, y el Atlético de Madrid tenía un equipo de balonmano,  y yo conocía a gente del balonmano", señaló ante el juez.

Explicó en ese sentido que a finales de 1996 la infanta Cristina le dijo que "había un jugador de balonmano, que le parecía un chico estupendo, que iba a venir un día a Madrid y tal, y que a ver si organizábamos una cena con un grupo de amigos y ahí conocía a Iñaki".

Tras aquel suceso, el secretario personal de las infantas manifestó que tuvo "mucha relación" con el duque de Palma.

"A partir de ahí, pues hemos tenido mucha relación. La verdad es que me parecía y me sigue pareciendo un tipo muy majo y …".

Revenga entró a trabajar en la Casa Real en el 93 como asesor de las infantas Cristina y Elena y él mismo dijo en su declaración ante Castro que era como "un jefe de gabinete".

El extesorero de Nóos aseguró que le pasó lo mismo que con la infanta Elena cuando se casó. Ambos maridos y sus hijos pasaron a formar parte de lo que es su "ámbito de trabajo".

No le explciaron los motivos de su salida de Nóos

Cuestionado sobre si le constaba por qué en 2006 él y Urdangarin dejaron de formar parte de la junta directiva de Nóos, Revenga afirma le pidió que cesará y a él le pareció bien, además de asegurar no saber nada de las recomendaciones de la Casa Real.

"Igual que me pidió que formará parte, Iñaki me pide que dimita y yo…", confesó el asesor.

También dice que se enteró con posterioridad de la desaparición de Nóos y la aparición de Fundación Deporte, de la que "nunca formó parte" ni "le llamaron"

Del mismo modo, el extesorero afirmó que no se le explicaron, ni él preguntó por ellas, las razones por las cuales toda la junta directiva de Nóos la abandonó en 2006. También alegó no tener constancia de que fuera la propia Casa Real quien apartara a Urdangarin o le recomendara que se apartara de sus negocios en el Instituto. 

De hecho, García Revenga sostiene que su relación con el duque de Palma fue mucho más asidua en los comienzos, algo que atribuyó a la bisoñez de éste, mientras que a medida que pasó el tiempo se le fueron consultando cada vez menos cosas, de tal modo que no Urdangarin no le comunicaba cuándo asistía a reuniones de consejos de administración. 

De acuerdo con su testimonio, de la organización del Foro Valencia Summit 2004 le informaron "a la vuelta del verano"; es decir, con solo un mes de antelación sobre su celebración, que, como subrayó el fiscal, era un contrato de 1,5 millones de euros. 

Sobre los preparativos del mismo, aseguró no tener constancia de la supuesta reunión en el Palacio de La Zarzuela que mantuvieron Urdangarin y su socio en Nóos, Diego Torres, con el entonces presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, y la alcaldesa de la capital, Rita Barberá. 

Dio por supuesto que, si tal reunión se hubiera producido,  él habría participado y que en el registro de Zarzuela habría quedado constancia de las entradas de los invitados, salvo el propio duque de Palma por ser de la Familia Real. Es más, a Torres declaró haberle visto solo "cuatro o cinco veces" en su vida.