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Los delfines acumulan en su organismo restos de insecticidas domésticos

  • Según un estudio realizado por investigadores del CSIC en las costas de Brasil
  • Se creía que estos maníferos expulsaban los productos químicos degradados
  • Hallaron restos de insecticida en el agua y sedimentos del Delta del Ebro

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El estudio revela concentraciones de insecticida 10 veces superiores en crías que en ejemplares adultos de delfín
El estudio revela concentraciones de insecticida 10 veces superiores en crías que en ejemplares adultos de delfín

Un grupo de investigadores del CSIC ha encontrado restos de insecticidas de uso común en cultivos en el organismo de los delfines. El estudio contradice la idea previa de que estos maníferos expulsaban completamente estos productos químicos una vez degradados.

El trabajo, que aparece publicado en la revista Environment International, considera "sorprendente" el hallazgo de insecticidas piretroides (un grupo de pesticidas artificiales desarrollados para controlar las plagas) y ha analizado su acumulación en los delfines de las costas de Brasil.

Las mayores concentraciones de esta clase de insecticida se han encontrado en crías. La científica del CSIC Ethel Eljarrat ha explicado que las crías no están preparadas para metabolizar los compuestos y sugiere que la razón es que las crías los han recibido por transmisión materna.

Los datos revelan concentraciones de piretroides 10 veces mayores en crías que en adultos

El grupo de científicos ha analizado a 23 ejemplares de delfín en total y los datos obtenidos revelan concentraciones de unos 7 nanogramos por gramo de grasa en ejemplares adultos, mientras que la cifra sube hasta 68 en las crías.

Sin embargo, Eljarrat ha puntualizado que "es cierto que los piretroides se metabolizan y degradan, aunque este estudio demuestra que una parte se metaboliza en el organismo", donde llegan procedentes de las concentraciones que registra el mar.

También ocurre en el Delta del Ebro

En otro estudio previo llevado a cabo en el Delta del Ebro (Tarragona) los investigadores hallaron restos de estos insecticidas comunes en muestras de agua y sedimentos.

Según la investigación, en el mes de junio -después de la fumigación de los arrozales de la zona- se podían encontrar niveles de hasta 85 nanogramos de piretroide por litro de agua y hasta 72 por gramo en los sedimentos.

No obstante, mediciones realizadas tres meses después confirmaron que los niveles de contaminantes derivados de los insecticidas habían bajado de los tres nanogramos.

Por ello, los investigadores apuntan que los piretroides se degradan en la naturaleza, pero también advierten de que su uso extendido hace que estén presentes y se acaben acumulando.