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Connecticut, decimoséptimo estado de EEUU en abolir la pena de muerte

  • El gobernador de Connecticut dice que hace falta una reflexión "sobria"
  • Lamenta el gasto del contribuyente usado hasta ahora en apelaciones
  • En medio siglo, solo dos personas han sido ajusticiadas

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El estado del este de Estados Unidos, Connecticut, ha abolido este miércoles la pena de muerte después de que su gobernador, el demócrata Dannel Malloy, firmase la ley que sustituye la pena capital por la de cadena perpetua. De esta manera, Connecticut se une a otros 16 estados del país y al resto de países industrializados del mundo que han abolido la pena de muerte. Un hecho que el gobernador Malloy ha calificado de "histórico" durante un acto celebrado en Hartford, la capital del estado.

"Esta tarde acabo de firmar la ley que reemplaza, con carácter inmediato, la pena de muerte por la cadena perpetua sin posibilidad de salir en libertad condicional como el mayor castigo legal en Connecticut", ha afirmado Malloy tras rubricar la norma.

Solo dos personas habían sido ajusticiadas en el último medio siglo en la historia de este estado

Sin embargo, ha indicado que ahora corresponde una reflexión "sobria" sobre la pena capital más que celebrar su abolición, y ha reconocido que es un asunto que sigue dividiendo y "que no conoce fronteras" ni políticas, ni de género, raza o religión.

El gobernador de Connecticut ha recordado que siendo joven era partidario de la pena de muerte, una posición que fue cambiando con los años cuando se dio cuenta, siendo fiscal, de que el sistema de justicia está "lleno de imperfecciones".

"Aunque es un buen sistema diseñado con los mayores ideales de nuestra sociedad democrática en la mente, está sujeto a la falibilidad de quienes participan en él, como en cualquier experiencia humana", ha añadido.

Un gasto innecesario

En los últimos 52 años sólo dos personas han sido ajusticiadas en el estado de Connecticut, "y ambos lo pidieron voluntariamente", según Malloy, quien ha lamentado que el dinero de los contribuyentes se haya seguido destinando a pagar "apelación tras apelación".

La situación económica en Estados Unidos ha reabierto el debate sobre la pena de muerte en varios estados.

"Ahora que nuestro estado logra ir más allá de este debate divisorio, confío en que todos podamos redoblar nuestra esfuerzos y trabajar juntos para mejorar la integridad de nuestro sistema de justicia y no minimizar su falibilidad", ha sentenciado.

El pasado 13 de abril la Cámara de Representantes de Connecticut aprobó en una histórica votación y tras varios intentos fallidos por la oposición de una parte importante de la población, la abolición de la pena capital. Desde 1976 los jurados de Connecticut han dictado 15 sentencias de muerte, de las cuales solo dos se han aplicado: la de Michael Ross, condenado por varios homicidios y quien fue ajusticiado mediante inyecciones letales en 2005 después de renunciar a apelar y la del 13 de mayo de 2005, cuando un hombre de 45 años fue ejecutado con una inyección letal en cumplimiento de una condena por asesinato.

En Estados Unidos la pena de muerte es legal en todo el país para delitos federales y militares, y se aplica tanto en el ámbito estatal como el federal, aunque ya son 17, con Connecticut, los estados que se han convertido en abolicionistas. Desde que se restableció la pena de muerte en Estados Unidos en 1976 han sido ejecutadas más de 1.280 personas en los 34 estados donde se aplica esa condena.