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La conquista del Polo Sur, la última hazaña en la exploración del planeta

  • El 14 de diciembre de 1911 Roald Amundsen alcanzó la Antártida
  • Utilizó como fuerza motriz perros de Groenlandia, la clave de su éxito

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A hombros de gigantes

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El 14 de diciembre de 1911 una expedición liderada por el investigador noruego Roald Amundsen alcanzaba la Antártida.

Fue la última hazaña en la exploración del planeta, una aventura épica con tintes dramáticos, en la que Amundsen se enfrentó al británico Robert Scott en una carrera contrarreloj, en la que el británico perdió la vida junto al resto de sus compañeros.

Tanto Amundsen como Scott eran avezados exploradores. El noruego siempre había sentido una atracción especial por el Polo Norte. Logró atravesar el Paso del noroeste, el estrecho entre los océanos Atlántico y Pacífico, en el que muchos habían fracasado; y descubrió el Polo norte Magnético.

Sin embargo, Robert Peary se le adelantó en la conquista del Polo Norte por lo que emprendió sus pasos al extremo opuesto del planeta, y Robert Scott fue un capitán de la Royal Navy que en una primera expedición al continente blanco descubrió en el Mar de Ross la región que bautizó con el nombre de Tierra del rey Eduardo VII.

Para hablar de aquella gesta ha estado en 'A hombros de gigantes' Javier Cacho, miembro de la primera expedición científica española a la Antártida, donde ha regresado en varias ocasiones, las tres última como jefe de la base Juan Carlos I.

Amundsen fue un profesional en la era de los amateurs

Cacho ha recordado que Amundsen fue "un profesional en la era de los amateurs", que preparó hasta el último detalle la expedición.

Utilizó como fuerza motriz perros groenlandeses mientras que los británicos se sirvieron de ponis siberianos. Y se basó en la experiencia de su compatriota Fritdjof Nansen, el hombre que, hasta esa época, más se había acercado al Polo Norte.

La carnicería

Uno de los hitos de la expedición tuvo lugar el 21 de noviembre, cuando alcanzaron la cima de los Montes Transantárticos y se asientan en la Meseta Polar, que sería renombrada como Meseta del Rey Haakon VII de Noruega.

El campamento fue bautizado como 'La carnicería', ya que se sacrificaron 24 perros que serían utilizados para alimentar a los perros supervivientes el resto del viaje y para alimentar a los exploradores en el camino de regreso.

El Polo Sur fue alcanzado el 14 de diciembre de 1911. Allí levantó el campamento 'Polheim' e izó la bandera noruega. Antes de volver, por si morían en el camino, dejaron una tienda de campaña en el lugar con un mensaje en el que daban cuenta del hito conseguido a la expedición de Scott, que llegó 34 días más tarde.

La clave, la ropa

Sin los modernos neoprenos, forros polares o tejidos estancos al frío y el agua, la elección de las prendas fue crucial para el éxito de Amundsen y el fracaso de Scott. El noruego optó por las pieles y las prendas que usaban los lapones, y el británico por la lana.

Ambos seleccionaron los miembros de la expedición basándose en su intuición y consiguieron formar un "grupo estable, unido", en el que predominen los valores de la "amistad, de la camaradería y de la confianza" en un ambiente tan extremo como la Antártida.

A pesar de ello, hubo problemas de convivencia y uno de los miembros de la expedición de Amundsen fue expulsado.

Amundsen se convirtió en todo un mito. Peor suerte corrió el grupo de Scott. Enfermos, ateridos por el frío, y víctimas de una peor planificación, fallecieron en el viaje de regreso, pero eso no les impidió que el mundo entero reconociera su gesta.