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Francia anuncia una reunión de los aliados el martes para estudiar la dirección de la guerra libia

  • La reunión, en Londres junto a la Liga Árabe y la Unión Africana
  • EE.UU. dijo que París había acordado que tuviese un papel "clave"
  • La OTAN inicia el embargo naval mientras sigue el debate sobre su rol

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Continúan las negociaciones entre los aliados para decidir quien asume el mando

Los representantes de la coalición internacional que participan en el conflicto libio se reunirán en Londres el próximo martes, según ha comunicado el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé este miércoles.

"He tomado la iniciativa junto a mi colega británico para reunirnos en Londres el próximo martes con un grupo de contacto, incluyendo a todos los países de la coalición, la Unión Africana, la Liga Árabe y los países asociados de Europa", ha informado Juppé en el Parlamento.

Con todo, los países de la OTAN han continuado este miércoles sus discusiones sobre el papel de la Alianza, con un escenario cada vez más favorable después de que Francia, Reino Unido y Estados Unidos hayan pactado un rol "clave" pero no preponderante para la organización.

Los puntos clave

Antes de este anuncio, Francia ya había insistido en que la OTAN tendría solo "un papel técnico" y no asumirá la "dirección política" de la operación en Libia mientras los barcos de la Alianza han iniciado ya el embargo de armas al régimen de Gadafi y pese a la afirmación del pasado martes de Estados Unidos de que la organización militar tendría un papel importante.

Así lo han asegurado el portavoz del Gobierno francés y el ministro de Exteriores galo, que ya había adelantado que esa dirección política la asumirían los ministros de Exteriores de la coalición, que mantendrán una primera reunión en una ciudad europea en los próximos días.

"La OTAN intervendrá como elemento de planificación y para desarrollar operaciones en aplicación de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU", ha asegurado Juppé, que ha insistido en que eso no supone que asuma la "dirección política".

Tras la llamada telefónica del presidente de Estados Unidos, Barack  Obama, a sus socios principales en la operación, el presidente francés,  Nicolás Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron, su  portavoz aseguró que la OTAN tendría un papel clave.

Poco después, el Elíseo se limitaba a contestar que solo se pusieron de acuerdo en el uso futuro de las estructuras de la OTAN.

Problemas en el seno de la OTAN

Por ello y por sexto día consecutivo, los embajadores aliados están reunidos en Bruselas para tratar de cerrar una fórmula que satisfaga a todos los socios.

La OTAN es considerada por una mayoría de países como el actor adecuado para hacerse cargo del control de la zona de exclusión aérea que ha impuesto una coalición sobre Libia, pero las reticencias de algunos aliados por motivos diferentes han frenado un acuerdo.

"Los aliados siguen consultando si activan el plan acordado y cómo definen el papel de la OTAN en la aplicación de la zona de exclusión ordenada por la ONU. No se ha tomado ninguna decisión", ha manifestado este miércoles en una rueda de prensa la portavoz de la organización, Oana Lungescu.

Según ha asegurado, las conversaciones se desarrollan en una "atmósfera positiva", que contrastaría con las tensiones registradas en los últimos días, a tenor de lo que relatan diversas fuentes.

París no quiere que en última instancia la dirección de la operación  esté en manos de la OTAN por las reticencias de los países árabes y  porque dos importantes miembros de la Alianza, Turquía y Alemania, ya  han expresado sus fuertes reservas sobre la intervención en Libia.

Así,  Francia y Estados Unidos anunciaron el lunes un acuerdo sobre el papel  de la OTAN, pero lo han presentado de forma muy diferente. Las  palabaras de Juppé no hacen más que confirmar el interés francés en  dejar claro que en todo momento el papel de la OTAN no será esencial.

El  problema es que esta división merma cada día la credibilidad de una  coalición de países que sigue sin un mando claro y establecido más allá  del transitorio de Estados Unidos.

Además, Italia, que ha  facilitado bases aéeras claves para los bombardeos, ha amenazado con  retomar su control si no hay un mandato de la OTAN.  Bélgica, Canadá,  Dinamarca y Noruega han pedido igualmente una dirección de la OTAN.

Pero  Francia se muestra firme: "A los muchos países que nos incitan a  desarrollar la operación sobre la bandera de la OTAN les decimos también  que debemos tener en cuenta a los países árabes, que no quieren una  operación bajo la responsabilidad de la OTAN", ha recalcado Juppé.

Arranca el embargo

Estas palabras coinciden con el momento en el que las fuerzas navales de la OTAN comienzan a patrullar el Mediterráneo para supervisar el embargo de armas impuesto sobre Libia, según han confirmado fuentes de la organización.

Tras la decisión política tomada por los 28 socios de la Alianza, la ejecución de esa misión marítima se inicia con el fin de impedir la entrada de armamento en territorio libio.

Un buen número de medios navales de la OTAN se encuentra ya desde hace días en la zona central del Mediterráneo, a donde fueron trasladados para misiones de vigilancia.

Los embajadores deben proseguir el complicado debate, en el que si hay acuerdo se establecería que la base de las operaciones estaría en Nápoles, al sur de Italia, según ha adelantado una fuente francesa.