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La huida de Libia desborda la frontera con Egipto

  • Miles de furgonetas tratan de cruzar la frontera con los que huyen
  • Egipto espera que un millón de sus nacionales regrese en los próximos días

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Un grupo de trabajadores egipcios se preparan para abandonar Libia en la ciudad de Al Marj.
Un grupo de trabajadores egipcios se preparan para abandonar Libia en la ciudad de Al Marj.

Una auténtica riada de gente a bordo de vehículos improvisados, cargados hasta los topes, trata de huir de Libia. Son trabajadores de todas las nacionalidades, pero en su mayoría egipcios, más de 1.200.000 trabajadores dedicados a la agricultura, a la construcción o al petróleo.

Han pasado de trabajar y residir en Libia a huir del país. En muy poco tiempo han visto cómo se desmoronaba su lugar de residencia y las escenas que han tenido que presenciar, como disparos indiscriminados a quemarropa les han hecho salir corriendo.

Anoche cuando llegamos a la ciudad de Salom, a tan solo 5 kilómetros de la frontera de Egipto con Libia, pudimos ver cómo un gran número de representantes de la Embajada china trataban de evacuar a sus nacionales en 20 autocares.  Suponemos que los repatriarán a su país o incluso puede que se queden en Egipto.

Paco Forjas RNE

Esta huida masiva plantea un problema porque se prevé que no solo regresen ese 1.200.000 trabajadores egipcios, sino gente de todas las nacionalidades.

Los egipcios hacen de taxistas

Salom es una ciudad muy pequeña, de unos 1.500 habitantes, que está completamente desbordada, puesto que aquí no hay servicios de ningún tipo. Es una ciudad atrasada, paupérrima, que cuenta con apenas 10 o 15 tiendas de suministros, dos pequeños hoteles, un destacamento militar y dos mezquitas.

Es un lugar fronterizo junto al desierto al que se llega por una carretera que permanentemente tiene lenguas de tierra que el desierto intenta colocar y que necesitan ser limpiadas para poder acceder a la ciudad, que está siendo una drástica protagonista de una huida desesperada.

Las furgonetas se cuentan por miles más que por centenares y están cargadas con todo tipo de enseres que la gente quiere sacar de Libia para huir al país de donde vinieron y que, en gran medida, es Egipto. Las conducen egipcios que han visto en este éxodo masivo una forma de trabajo.  En algunos casos, han recorrido 400 y 500 kilómetros simplemente para hacer de taxistas y trasladas a los que huyen.

Patrullas ciudadanas a cargo de la seguridad

Los que llegan hasta aquí, lo hacen muertos de miedo.  Nos cuentan que han visto disparar a quemarropa en una ola de violencia inusitada. La mayoría reconoce que el miedo les ha obligado a huir del país porque temían por su vida. Otros llegan de mal humor porque dicen que "primero fue Mubarak el que intentó acabar con Egipto y ahora es Gadafi con Libia". Tienen el ánimo destrozado porque saben que retornar a Egipto es también retornar a la pobreza.

En cuanto a los enfrentamientos entre manifestantes y progubernamentales, parece confirmado que toda la Cirenaica está en manos de los rebeldes que luchan contra Muamar el Gadafi.

Todas las ciudades de la región cirenaica están siendo controladas por patrullas ciudadanas que son las encargadas de establecer la seguridad en la zona. Sin embargo, las informaciones son confusas, porque el ejército egipcio no nos permite acercarnos a la frontera a no ser que sea para abandonar el país y entrar en Libia, algo que esperamos hacer más adelante.