Enlaces accesibilidad

Una marea humana de un millón de egipcios inunda las calles en el pulso definitivo a Mubarak

  • "Mubarak, vete a Arabia Saudí", gritan los manifestantes
  • El ambiente festivo contrasta con la violencia de la marcha del viernes
  • Toda la información de las revueltas en Egipto en nuestro especial

Por
Cientos de miles de egipcios, en la mayor protesta contra Mubarak

Una marea humana de al menos un millón de personas ha inundado las calles de Egipto en una escena nunca vivida en la moderna historia del país árabe y ha lanzado un grito al unísono para que el presidente del país, Hosni Mubarak, abandone el poder tras 30 años de régimen autocrático.

Según las estimaciones de la agencia Reuters, 200.000 personas han llenado la plaza Tahrir, el corazón de las protestas en El Cairo, y decenas de miles han hecho lo mismo en otras ciudades del país como Alejandría, Suez o Mansura, hasta completar el millón de personas que se habían fijado como objetivo los convocantes.

Otras fuentes, como la emisora catarí Al Jazeera eleva el recuento a más de dos millones.

"Mubarak, despierta, hoy es el último día", han gritado al ausente presidente en las calles de Alejandría, la segunda ciudad del país.

Gritos unánimes

"Mubarak, cobarde, eres un agente de Estados Unidos", la decían en la plaza Tahrir ante soldados sobre tanques y helicópteros militares que han asistido mudos a la marcha, saludados por los manifestantes con pancartas y banderas egipcias.

El anuncio del ejército el pasado lunes de que no dispararía a los manifestantes al considerar "legítimas" sus reivindicaciones ha ayudado que se convierta en una jornada festiva, en la que se han visto a ancianos, hombres, mujeres y niños de todos los estratos sociales.

"Mubarak, vete a Arabia Saudí o Bahrein" y "No te queremos, no te queremos" son algunos de los lemas que cantan hombres, mujeres y niños en un ambiente pacífico y festivo que se vive en la plaza casi desde el amancer.

Según cuenta el enviado especial de RNE a Egipto, Paco Forjas, la  manifestación se está desarrollando de una manera muy pacífica. Muchos  jóvenes se dedican al control de seguridad para evitar que haya  incidentes. Además, ya se ha anunciado que el viernes habrá una nueva protesta, si antes no se ha ido Mubarak.

El viernes, nueva marcha en Egipto

Este ambiente relajado contrasta con la tensión que se vivió el pasado viernes, cuando la Policía golpeó y lanzó gases lacrimógenos contra los manifestantes.

Todas las capas de la sociedad egipcia están presentes en la manifestación: Jóvenes, desempleados, miembros de los Hermanos Musulmanes, la empobrecida población rural y las clases urbanas seculares, todos de la mano.

"Pedimos la caída del régimen. Tenemos solo una meta y esa es que se vaya Hosni, nada más. Nuestros políticos necesitan dar un paso y formar coaliciones y comités para proponer una nueva Administración", ha asegurado Ahmed Abdelmoneim, un ingeniero informático.

Ambiente festivo

Una metáfora de la caída en desgracia del Rais es la presencia de monigotes con su cara, a los que los manifestantes aplauden al verlo representado con una estrellad e David colada -el símbolo de Israel- y los bolsillos llenos de billetes.

Tendido en el suelo, fingiendo la muerte, Tarik Chabassi, grita "Libertad o muerte!". "Estoy dispuesto a permanecer allí diez, veinte o treinta años. Morir para mí no significa nada, ya que morí hace treinta años, cuando Mubarak llegó al poder", ha declarado de forma dramática.

Estas concentraciones han sido convocadas por el Movimiento 6 de Abril,   grupo opositor, que instó al pueblo egipcio a que se manifestara este  martes de forma multitudinaria, como colofón a la revuelta popular que comenzó el pasado martes contra el régimen de Hosni Mubarak.

"Queremos hacerlo para que sea como un carnaval, con música, canciones, poesías y espectáculos, todo centrado en pedir la renuncia de Hosni Mubarak", ha explicado un portavoz del grupo que prefirió mantener en reserva su identidad.

Para acceder a la plaza hay que superar hasta tres puestos de control  instalados por civiles y militares: en el primero, ciudadanos piden la  documentación a los manifestantes; a continuación, soldados cachean a  los presentes; mientras que en el tercero, los organizadores de la  marcha vuelven a registrar a la gente.

Ciudades incomunicadas

Los medios de comunicación oficial han advertido contra los "agitadores que tratan de sembrar la discordia entre el ejército y la población" y "la gente haciéndose pasar por soldados."

Los helicópteros sobrevuelan el centro de El Cairo,  y el ejército ha cerrado el acceso al capital y otras ciudades.

La carretera entre Alejandría, la segunda ciudad de Egipto en el Mediterráneo en El Cairo ha sido bloqueada por un puesto de control militar. El tráfico ferroviario está suspendido por decisión de las autoridades.

En Alejandría, cientos de personas comenzaron en la mañana tarde para reunirse en la plaza afuera de la estación en la ciudad y en Suez cerca de 2.000 personas se reunieron al mediodía en el centro de la ciudad, llevando pancartas y carteles pidiendo la dimisión del presidente.

Apoyo de los Hermanos Musulmanes, de El Baradei y el Ejército

Estas protestas populares cuentan también con el apoyo del movimiento Hermanos Musulmanes y de la plataforma política liderada por el premio nobel de la paz Mohamed el Baradei, la Asamblea Nacional por el Cambio.

La formación de un nuevo gobierno, cuyos ministros juraron el lunes sus cargos, y la designación del jefe de los servicios de inteligencia Omar Suleimán como vicepresidente, no han evitado que continúe la revuelta, que según las últimas cifras de la ONU podrían haber dejado más de 300 muertos.

De hecho, el comité que grupa a todas las fuerzas de oposición ha pedido a Mubarak que se marche para iniciar cualquier tipo de negociación, en respuesta al llamamiento lanzado el pasado lunes por el vicepresidente, Omar Suleimán.