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Decenas de prácticantes del vudú mueren linchados en Haití acusados de propagar el cólera

  • El Gobierno eleva a 45 los asesinados, "la mayoría" de esa religión
  • Los acusaban de propagar la enfermedad por brujería. Algunos fueron lapidados

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El Gobierno de Haití ha elevado a al menos 45 el número de personas que han muerto linchadas desde que comenzó la epidemia de cólera hace dos meses por grupos que los acusaban de propagar la enfermedad por brujería.

El balance, del que ha dado cuenta la agencia France-Presse este miércoles, confirma la alerta que dieron hace unas semanas las autoridades locales, aunque multiplica la gravedad del fenómeno.

A primeros de diciembre se hablaba de una docena de muertos en la región de Grand'Anse, en el suroeste del país.

"Hemos contado 40 personas muertas solamente en Grand'Anse, donde se ataca a los curanderos", ha dicho un funcionario del Ministerio de Comunicación, Moise Fritz Evens. Según la fuente, en otras regiones se han registrado otros cinco fallecimientos en circunstancias similares.

"Las víctimas, en su mayoría practicantes del vudú, fueron lapidadas o atacadas con machetes antes de ser quemadas en las calles", ha añadido.

En Haití, hay una fuerte creencia en el espiritismo y otros rituales  de magia que ha fomentado el vudú, religión mayoritaria en el  país.

El cólera  es una enfermedad intestinal producida por una bacteria que vive en  el agua. Los humanos se contagian al consumir el agua contaminada,  alimentos lavados con ella y se trata con antibióticos. Entre tanto,  causa fuertes diarreas.

Círculo vicioso de violencia

Desde  mediados de octubre, cuando se registraron los primeros casos de la  enfermedad en Haití en un siglo, más de 120.000 personas han sido atendidas y casi 2.600 han muerto por la epidemia, según las cifras oficiales.

Varios informes científicos han señalado como origen probable del brote las aguas fecales vertidas por los cascos azules nepalíes que trabajan para estabilizar el país. 

Esa información, conocida en plena campaña electoral en el país, causó la ira de la población local, que provocó graves enfrentamientos en las calles de las principales  ciudades.

Entre  tanto, el país  más pobre de América, aún más arruinado por el terremoto  de enero, espera la confirmación de los resultados de la priemera vuelta de los comicios presidenciales, que estuvieron marcados por numerosas irregularidades, para celebrar la segunda y definitva votación.