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Barberá llama "perversa" y "arrabalera" a Espinosa por no tratar el problema de los chiringuitos

  • La ministra declinó en una entrevista la oferta de hablarlo tomando paella
  • "No me vendo por unos granos de arroz", la frase que despertó la polémica

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La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, acompañada por el president de la Generalitat, Francisco Camps
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, acompañada por el president de la Generalitat, Francisco Camps.

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha arremetido contra la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, a quien ha acusado de mantener una actitud "despectiva, despótica, chulesca e incluso perversa y arrabalera" después de que haya asegurado, en una entrevista, que "no se vende por dos granos de arroz".

Según un comunicado del Ayuntamiento, Barberá ha hecho estas declaraciones en la sede de Bibliomar en la playa de Pinedo, donde se ha celebrado el acto de entrega de la bandera que distingue a esta playa, por primera vez, con la "Q de Calidad Turística".

Este reconocimiento, ha señalado, valora la limpieza, calidad medioambiental, accesibilidad y servicios culturales, entre los que incluye la oferta de "hostelería y los chiringuitos", que se encuentran "amenazados" por la nueva Ley de Costas.

En alusión a una entrevista a Espinosa publicada el pasado fin de semana, donde la ministra declinaba la oferta de Barberá de degustar con ella una paella mientras abordaban la problemática de la adaptación de varios chiringuitos a la Ley de Costas, la alcaldesa ha criticado el hecho de que el Ministerio de Industria y Turismo "reconozca la calidad" de las playas de la ciudad, mientras el de Medio Ambiente "nos quiere quitar los chiringuitos".

Además, ha advertido que la ministra Espinosa "dice que no se vende por unos granos de arroz, pero a lo mejor sí que se vende por una orden de la vicepresidenta".

Barberá ha esgrimido un informe de la Demarcación de Costas de Valencia, del 13 de marzo de 2007, en el que se afirma que estas instalaciones eran "legales" y "se debían autorizar", y recuerda que desde los años 90 el Ayuntamiento de Valencia reivindicaba la titularidad de todo el paseo.

El documento, añade la alcaldesa, indicaba además que las ocupaciones de los chiringuitos no generaban problemas y eran "compatibles" con el tránsito peatonal y otras ocupaciones y exigencias del paseo marítimo.

Según Barberá, la ministra "falta a la verdad" ya que la legalidad de los chiringuitos es "absolutamente clarísima. El Gobierno central la ha tomado con las playas de Valencia, pero nosotros seguiremos adelante defendiendo los chiringuitos frente a esa actitud sectaria".