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El juez envía a prisión a Zakhar Kalashov, líder de la mafia ruso-georgiana en España

  • El mafioso está reclamado por Georgia para que cumpla diversas penas
  • Permanecerá  en prisión mientras que se tramita su extradición

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El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha decretado este lunes prisión provisional para el líder de la mafia ruso-georgiana instalada en España, Zakhar Kniazevich Kalashov, arrestado este domingo en Marbella (Málaga) y reclamado por su país para que cumpla diversas penas, ante el elevado riesgo de fuga.

Según el auto, la medida cautelar acordada pretende "asegurar la posible" extradición del acusado a Georgia, ya que existe un "elevado riesgo de fuga" derivado de la "gravedad de los hechos" por los que ha sido condenado en aquel país, "la inexistencia de arraigo en España" y el hecho de que se le acuse de liderar una organización criminal "desde la que se le podría proporcionar fácilmente su huida y ocultación".

Andreu ha tomado esta decisión a instancias de la fiscal Dolores Delgado, que ha pedido durante la vista prisión para el jefe mafioso también por las penas elevadas impuestas por el Juzgado Municipal de Tbilisi, que le condenó en rebeldía en octubre de 2006, a 18 años de prisión por pertenencia a la comunidad de ladrones y secuestro.

En su auto, el juez explica que Kalashov, según el tribunal georgiano, adquirió el estatus de "ladrón de ley" antes de trasladarse a Moscú en 1989, donde "continuó con sus debates delictivos" para proporcionar a otras personas ese mismo reconocimiento y donde participó en reuniones de líderes del crimen organizado para "dividirse zonas de influencia".

Amenazas al Ministerio del Interior georgiano

Poco antes de su detención en 2006 en Dubai en el marco de la "operación Avispa", el 14 de abril de ese año llamó al subdirector del segundo servicio de la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado del Departamento de Operaciones Especiales del Ministerio de Interior de Georgia "para exigirle" que los Cuerpos de Seguridad "abandonaran la lucha contra los ladrones de ley" porque, en caso contrario, "el mundo criminal entero se uniría" contra ellos.

Asimismo, recuerda el juez, el mafioso secuestró en el año 2000 a un ciudadano estadounidense -cuyo paradero aún se desconoce- para extorsionar a sus familiares y pedirles dinero a cambio de su liberación y aunque realizaron la transferencia que les solicitó los secuestradores no lo dejaron en libertad.

Por último, rechaza el argumento de la defensa sobre la "falta de imparcialidad" de Andreu -que fue el instructor de la causa abierta en España contra Kalashov-, y señala que este motivo "debe alegarse con un mayor rigor, y basarse en una causa de abstención o de recusación".

Condenado en España por blanqueo

Kalashov, que permanecerá en prisión mientras se tramita su extradición, se encontraba en libertad provisional en España después de que la Audiencia Nacional le condenara la semana pasada a siete años y medio de prisión por un delito continuado de blanqueo de capitales.

Kalashov fue detenido en Dubai en la "operación Avispa" hace cuatro años y entregado a España y se encontraba en libertad bajo fianza pendiente de la sentencia desde el pasado 2 de marzo, después de pasar cuatro años en prisión provisional.

La Audiencia también acordó su expulsión de territorio español en el caso de que accediese al tercer grado penitenciario o una vez que haya cumplido las tres cuartas partes de la condena, con la prohibición de regresar en el plazo de diez años. Sin embargo, Kalashov no entró en prisión a la espera de conocer si las partes recurrían la sentencia ante el Tribunal Supremo, lo que supondría la firmeza de la resolución, y que se tuviera que realizar la liquidación de penas para calcular si el condenado ya ha cumplido las tres cuartas partes de su pena y debe ser expulsado de España.

Durante el juicio, la Fiscalía Anticorrupción solicitó para Kalashov una pena de 12 años y 2 meses de cárcel por delitos de asociación ilícita, blanqueo de capitales y falsedad documental.

La sala, que le obliga además a pagar una multa de 20 millones de euros, le condena por un delito continuado de blanqueo de capitales, aunque le absuelve del de asociación ilícita, al haber sido condenado a nueve años de cárcel por el equivalente de pertenencia a la comunidad de ladrones por el Juzgado Municipal de Tbilisi (Georgia) en octubre de 1996.