Enlaces accesibilidad

EE.UU. entra en el corazón de Puerto Príncipe

  • Varios helicópteros con soldados aterrizan en el palacio en ruinas
  • Podrían estar montando una base sobre el terreno para repartir ayuda
  • Decenas de haitianos se agolpan en la zona a la espera de ayuda
  • Análisis: Haití, ¿ahora qué? Pregunta a nuestra experta en la zona

Por
Despliegue estadounidense en el derruido palacio presidencial

Siete días después del terremoto que desvató Haití, tropas estadounidenses se despliegan por la ciudad de Puerto Príncipe y sus alrededores en coordinación con las fuerzas de la ONU para garantizar la seguridad en el reparto de la ayuda humanitaria, que empieza a desbloquearse.

La presencia de EE.UU. en la zona se simboliza con el aterrizaje en el derruido palacio presidencial de Haití a bordo de helicópteros, en el despliegue militar más importante desde el seísmo.

Aterrizaje en el Palacio

En total, unos 50 paracaidistas de la 82 división aerotransportada han aterrizado en el suelo del una vez elegante pero hoy en ruinas palacio presidencial, en veinte helicópteros Black Hawk, comenzando a descargar equipamiento y cajas con botellas de agua y comida.

Esta imagen a buen seguro ha reforzado en sus acusaciones al presidente venezolano, Hugo Chávez, que ha hablado de "ocupación" estadounidense con el pretexto de la operación de ayuda.

Sin embargo, los comandantes que dirigen la operación de EE.UU. en Haití han subrayado que este despliegue es humanitario y que tiene todo el apoyo del gobierno haitiano de René Preval.

Con los rifles automáticos sobre sus hombros perio cuidadosamente apuntando al suelo en señal de paz, los soldados han marchado hacia el cercano Hospital General, con la misión aparentemente de proteger a los equipos médicos que luchan a contrarreloj para tratar a los heridos en el seísmo.

Recibimiento por todo lo alto

Mientras, cientos de supervivientes del terremoto, que habían estado acampando en un improvisado campamento cerca del palacio, han corrido hacia las valles de acero que rodean el edificio presidencial mirando detenidamente la operación y esperando que les proporcionen por fin ayuda.

Con comentarios como "¡Fenomenal"!, "¡Escuchad, han venido!", la multitud ha saludado la llegada de las tropas.

"No sé exactamente lo que han venido a hacer pero creo que están aquí para ayudarnos, por lo que les damos la bienvenida", ha declarado un observador, Alex Michel, a la agencia Reuters.

Otros, como Feodor Desanges, lo ven como un atentado contra su soberanía: "Es una ocupación. El Palacio Presidencial es nuestro poder, nuestra identidad".

Es una ocupación, el Palacio Presidencial es nuestro poder, nuestra identidad

"No desearíamos ver un ejército extranjero desembarcando en muestro país pero dada la terrible situación en la que estamos, su presencia es necesaria", añade Miline Augustin, también observando desde fuera del palacio.

Mientras tanto, a 16 kilómetros al suroeste de la ciudad se han situado los primeros marines de EE.UU., que llegaron este lunes al país para estudiar las condiciones de entrega de la ayuda.

Mientras Estados Unidos y la ONU- que ya ha aprobado oficialmente el envío de 3.500 nuevos cascos azules a la zona-  inician este despliegue, cientos de saqueadores han estado campando en las tiendas destruidas de Puerto Príncipe, robando bienes y peleándose entre ellos por el control de las calles.

De hecho, el enviado especial de Radio Nacional, Fran Sevilla, relata que pese a este aterrizaje de las tropas americanas su presencia sigue siendo escasa en las calles y la ayuda sigue sin llegar a la gente.

La ayuda que no llega

Ayuda por el aire

Ante esta falta de seguridad y a la espera de que se asiente una infraestructura de reparto con este despliegue militar, el ejército de Estados Unidos ya ha comenzado el reparto de la ayuda por aire, pese a que en días anteriores su secretario de Defensa, Robert Gates, había calificado el lanzamiento de enseres desde el aire como contraproducente.

En concreto, 14.000 raciones de comidas preparadas y 15.000 litros de agua han sido arrojados en paracaídas en el nordeste de la capital, Puerto Príncipe en el primer envío de este tipo, según ha informado el ejército estadounidense.

Un avión de la fuerza área estadounidense C-17 procedente de la base áerea de Pope, en Carolina del Norte, ha tirado la comida y el agua en una zona situada entre 900 y 1.800 metros al nordeste de Puerto Príncipe "para garantizar la seguridad del pueblo haitiano", según ha desvelado la Comandancia Sur del ejército estadounidense en un comunicado.

En ese comunicado se detalla que, pese a que EE.UU. estaba inicialmente reticente a este tipo de reparto, "los lanzamientos de ayuda desde el aire constituyen una de las muchas opciones exploradas por la comunidad internacional para crear puntos de distribución adicionales que contribuyan a que llegue más pronto a la población".

El ejército estadounidense reparte 14.000 comidas preparadas y 15.000 litros de agua desde el aire en Haití para evitar la inseguridad en las calles.

Violencia en las calles

De hecho, según informa el enviado especial de la BBC, David Loyn, el reparto de la ayuda en el centro de Puerto Príncipe se está haciendo cada vez más difícil por el enfado y el hambre, de forma que los escoltas militares se hacen necesarios para los camiones de ayuda.

Con todo, la Oficina de la ONU de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha asegurado que la situación está bajo control y que no se ha frenado el reparto de comida a unos 270.000 haitianos.

"La ONU proporciona seguridad y los americanos logística y distribución", ha aclarado el ex presidente de EE.UU., Bill Clinton, enviado especial de la ONU al país, en su visita a Puerto Príncipe.

En la misma línea el jefe de las tropas estadounidenses en Haití, el teniente general Ken Keen ha declarado: "¿Hay violencia de bandas? Sí. ¿Había violencia de bandas antes del terremoto? Absolutamente", ha declarado en palabras a la NBC.

90 personas rescatadas

Keen, que habla ya desastre de "proporciones épicas", habla ya de hasta 200.000 muertes, una cifra que puede superarse. Buena parte de la clave está en los esfuerzos de rescate y de ayuda que empiezan a darse a las afueras de la capital, en pequeñas poblaciones como Leogane, Gressier, Petit-Goave y la localidad costera de Jacmel, donde llegan pocas pero preocupantes noticias sobre la devastación.

Con todo, también siguen las operaciones de rescate en la capital siete días después del terremoto. Según una portavoz de la ONU, ya se han rescatado con vida a 90 personas mientras 70.000 han sido ya enterradas.