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Los manglares de Vietnam sufren las consecuencias del napalm 30 años después

  • El mayor bosque de manglar del mundo fue destruído durante la guerra
  • A pesar de los intentos por repoblarlo, todavía no se ha recuperado
  • EE.UU. destruyó el manglar para impedir que los vietnamitas se refugiaran en los árboles

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Delta del Mekong durante la guerra de Vietnam y en el momento en que los investigadores
realizaron el muestreo.
Delta del Mekong durante la guerra de Vietnam y en el momento en que los investigadores realizaron el muestreo.

El mayor bosque de manglar del mundo, el del Delta del Mekong, fue destruido durante la guerra de Vietnam hace 30 años y todavía no se ha recuperado de los daños sufridos, según un informe en el que han participado científicos españoles.

En el estudio han participado los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Carlos Duarte y Jorge Terrados y han publicado los primeros datos sobre el ritmo de recuperación de la diversidad genética de este bosque de manglar que, a tenor de los datos obtenidos, aún no ha concluido.

Las consecuencias del napalm

Los bombardeos de la aviación estadounidense sobre el Delta del Mekong están presentes en el imaginario colectivo gracias a numerosas películas bélicas que retrataron la guerra de Vietnam, que  tuvo lugar entre los años 1964 y 1975.

EE.UU arrojó sobre el delta agente naranja -una mezcla de dos herbicidas hormonales- y bombas de napalm, cuyo uso dejó importantes secuelas, como malformaciones y cáncer, en la población vietnamita e incluso en los soldados de EE UU.

El ejército estadounidense pretendía destruir el manglar para impedir que el Ejército Popular de Vietnam se refugiara entre sus árboles y arrasaron por completo el bosque y su diversidad genética.

Tras la guerra, el pueblo vietnamita lucho por referestar la zona hasta cubrir casi la extensión primitiva. Sin embargo, la repoblación se llevó a cabo con una sola especie, del género Rizophora, lo que no ha permitido recuperar la diversidad genética original, ya que la proliferación de otras especies ha dependido enteramente de la reproducción de ejemplares aislados en la extensión del manglar.

"Aunque se han iniciado programas para replantar estos ecosistemas a gran escala, nuestros resultados para el Delta del Mekong demuestran que la recuperación de la riqueza genética de estos ecosistemas requiere muchas décadas más, aunque podría acortarse de considerarse este aspecto en los planes de deforestación", ha señalado el investigador del CSIC Carlos Duarte.