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La "Gioconda", atacada con una taza de té

  • Una turista de nacionalidad rusa lanzó la taza y fue detendida
  • Se desconocen los motivos del ataque ocurrido hace 9 días
  • El cristal blindado que protege el cuadro ha parado el golpe
  • En 1911 el óleo fue robado por un italiano que lo llevó a su país

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"La Gioconda" de Leonardo da Vinci
"La Gioconda" de Leonardo da Vinci

El famoso cuadro "La Gioconda", de Leonardo da Vinci, ha salido indemne del ataque de una turista que le lanzó una taza de té. La pintura de más de 500 años de antigüedad está protegida por un cristal blindado y eso evitó que sufriera daños irreparables.

El incidente tuvo lugar el pasado día 2, aunque se ha conocido ahora, cuando el museo del Louvre registraba una importante afluencia de público, algo habitual en los primeros domingos de cada mes, cuando la entrada a los monumentos de París es gratuita.

Por motivos que se desconocen, la turista, de nacionalidad rusa, lanzó contra el cuadro una taza de té de porcelana que había introducido en el lugar escondida en su bolso de mano, explicó un portavoz del Louvre.

"Las medidas de seguridad funcionaron perfectamente y el cuadro no sufrió ningún daño"

"La Gioconda", emblema del museo más grande de París, goza de un sistema particular de vigilancia, incluida una urna de cristal blindado que lo protege de disparos con armas de fuego, indicó el portavoz.

Gracias al sistema de cámaras de vigilancia instaladas en la sala de "La Gioconda", la turista fue identificada y arrestada en pocos minutos, pese al elevado número de visitantes presentes en la sala.

No es la primera vez que la "Mona Lisa", visitada el año pasado por ocho millones y medio de turistas, sufre el ataque de vándalos, aunque desde la dirección del Louvre aseguran que hacía muchos años que no se registraba un incidente de este tipo con la enigmática sonrisa que Leonardo da Vinci pintó entre 1503 y 1506.

El cuadro ha sido robado varias veces, la última vez en 1911 cuando un italiano se la llevó a su país y fue finalmente localizada en Florencia dos años después.

El Louvre registró el último acto vandálico en 1998, cuando una estatua de Séneca fue deteriorada por un visitante.

Más reciente fue el ataque que sufrió en 2008 el cuadro "Le pont d'Argenteuil", de Claude Monet, desgarrado por un joven que se coló por la noche en el Museo d'Orsay.