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El Gobierno garantizará por ley la seguridad alimentaria de los consumidores

  • Busca velar "en cualquier circunstancia" por la salud de los ciudadanos
  • Incluye medidas como la disminución de las grasas trans y el apoyo a los celíacos
  • Aumentará la coordinación de las políticas alimentarias con la UE y las autonomías

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Garantizar bajo cualquier circunstancia la seguridad de los alimentos y, por tanto, proteger la salud de los ciudadanos y reforzar sus derechos como consumidores.

Éste es el objetivo de la nueva Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición cuyo anteproyecto ha aprobado el Gobierno, que incluye entre otras medidas la disminución de las grasas trans en los alimentos, un plan dirigido a las personas con intolerancia al gluten y el apoyo a los alérgicos a determinados alimentos.

Este texto legal se contempla en la Estrategia de Seguridad Alimentaria 2008-2012, que ha analizado el Consejo de Ministros a través de un informe presentado por los titulares de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, y de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa.

Tres objetivos

Esta estrategia marca tres grandes líneas: mejorar la coordinación de España con la Unión Europea; impulsar la actuación conjunta ministerial, y reforzar la coordinación dentro del Estado entre los agentes implicados en la seguridad alimentaria (comunidades autónomas, consumidores, sectores económicos y comunidad científica)

Para reforzar la coordinación con la Unión Europea, el Gobierno promoverá una mayor colaboración con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria e impulsará contactos con los países que exportan productos a Europa en los que se han detectado mayores deficiencias de seguridad.

A nivel nacional, se mejorará la coordinación con las comunidades autónomas, que tienen competencias exclusivas en la inspección y control, se aprobará un Plan Nacional de Seguridad Alimentaria y se dará respaldo normativo y se reforzará la Red de Alerta (Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información).

La Estrategia apuesta, además, por una mayor implicación de los sectores económicos para evitar la presencia en el mercado de productos inseguros, como responsables de la seguridad y calidad de sus productos según la normativa europea.

Entre los planes del ejevutivo se encuentra también potenciar el papel del Comité Científico de la Agencia de Seguridad Alimentaria y reforzar prevención de riesgos biológicos en la alimentación, como salmonelosis, campylobacter o anisakis.

En cuanto a las políticas sectoriales, se pondrá en marcha un plan de reducción de consumo de sal y planes de apoyo a la lactancia materna, en el marco de los programas de salud materno-infantil.