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En 2014 una compañía, Global Science Research, distribuyó un examen de personalidad en Facebook, en teoría con fines académicos. Los usuarios que participaron dieron permiso para acceder a otros muchos datos sobre sus amistades. Toda esa información, junto con las pruebas psicológicas se recopilaron y se vendieron a Cambridge Analytica, que utilizó los datos para su propaganda, según The New York Times y The Observer. Sin saberlo, alrededor de 50 millones de estadounidenses se convirtieron en objetivo preciso de campañas electorales, en este caso, al servicio de Donald Trump. Cambridge Analytica, con sede en Londres, está acusada también de utilizar tácticas similares para promover la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Facebook se enfrenta ahora a acusaciones por su gestión y protección de datos. 
 

Una empresa recabó datos a través de Facebook mediante un cuestionario sobre la personalidad de los usuarios. Se recolectó la información personal de los 270.000 que lo completaron y también la de sus amigos en Facebook, en teoría con fines académicos pero luego vendieron los datos. En total, unos 50 millones de usuarios, en su mayoría de EEUU, sin su previo consentimiento, según NYT y The Guardian. Un antiguo trabajador de Cambridge Analytica ha delatado que compró la información para establecer perfiles psicológicos de los usuarios y después mostrarles material en favor de Donald Trump en Facebook. Cambridge Analytica lo niega y Facebook dice haber enmedado esa brecha en la seguridad y eliminado esos datos. En Facebook, se ha sabido ahora de la marcha del jefe de seguridad de la información para el mes de agosto por las prolongadas divergencias internas sobre la gestión de los datos y la proliferación de las fake news o noticias falsas en la red social. También está en el punto de mira por haber sido uno de los posibles catalizadores de la presunta injerencia rusa en las últimas presidenciales de EEUU.Con una caída del casi el 7% en la sesión del lunes, las acciones de Facebook se han llevado su mayor correctivo en cuatro años. Los máximos responsables de Cambridge Analytica han admitido que, "operando en la oscuridad" -dicen- han recurrido además a ex espías, sobornos y chantajes con prostitutas que después difunden por Internet para desacreditar a rivales electorales de sus clientes, según la cadena británica Channel 4. Lo confiesan en conversaciones grabadas por uno de sus periodistas, que se hacía pasar por un intermediario de dirigentes políticos en Sri Lanka. Los parlamentos europeo y británico y el Congreso de Estados Unidos han prometido investigar este escándalo.

La Agencia de Protección de Datos ha dado la razón a un vecino de Boecilla, un pueblo de Valladolid que denunció al Ayuntamiento por añadirle a un grupo con 250 personas sin su permiso. En concreto, el consistorio creó un grupo con 255 vecinos para informar de sus actividades, según la alcaldesa, por error, y lo cerró tres horas después. Sin embargo, la Agencia de PD ha resuelto por primera vez en contra de una entidad pública por no utilizar datos personales con fines distintos a aquellos por los que fueron recogidos y por no guardar el secreto profesional. 

La compañía tecnológica Yahoo admitió el pasado miércoles que le han robado información privada de más de 1.000 millones de cuentas y que no ha sido capaz de identificar al responsable de esta intrusión. En un comunicado, la empresa explicó que se trata de un robo diferente al que denunció el pasado septiembre, cuando reconoció que había sufrido la sustracción de datos privados de 500 millones de usuarios. El ataque se produjo hace tres años, aunque ha sido reconocido ahora por la compañía.

 Un software oculto preinstalado en teléfonos móviles envía datos e información de los usuarios al gobierno chino, según han denunciado analistas de seguridad de la empresa Kryptowire. Según publica The New York Times, los analistas de seguridad han descubierto recientemente el software preinstalado en algunos teléfonos Android que monitoreaban la ubicación de los usuarios, con quién hablaban y qué escribían en los mensajes de texto, y enviaba esa información a un servidor del gobierno chino cada 72 horas.

Después de tres años, Bruselas ha conseguido cerrar un acuerdo que protege la información de los ciudadanos europeos y unifica las diferentes leyes nacionales que han quedado obsoletas en esta era digital. Los promotores de la nueva normativa lo califican de fundamental y equilibrada, tanto para las personas como para las empresas. Daniel López, abogado asociado del área de Tecnología de la Información y Privacidad de Écija y responsable del Observatorio Iberoamericano de Protección de Datos.