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La Policía de Atlanta, Estados Unidos, confirmó este domingo que ha despedido a un agente blanco que mató a tiros el viernes a un joven negro Rayshard Brooks, y que ha detenido a al menos 36 personas tras una noche de intensas protestas que incluyeron el incendio de un restaurante. Un portavoz e la policía, comunicó a primera hora que el agente que disparó a Brooks, identificado como Garrett Rolfe, ha sido despedido, mientras su compañero Devin Bronsan, que participó en el forcejeo con la víctima, se encuentra de baja administrativa.

Varios centenares de manifestantes de extrema derecha protagonizaron enfrentamientos con la policía en el centro de Londres en una manifestación, convocada en redes sociales, que en principio tenía como objetivo "proteger los monumentos" de los militantes antirracistas. Lo que buscaban, a la vista de los hechos, era una confrontación directa. Uno de los convocantes era la organización supremacista Britain First, su líder había sido conendenado recienteme bajo la legislación antiterrorista. Los enfrentamientos tuvieron lugar centra del Parlamento y de la residencia oficial del primer ministro.

La muerte de otro joven afroamericano, Rayshard Brooks, por disparos de un agente blanco ha causado una profunda conmoción en Atlanta (Georgia, Estados Unidos) y ha provocado la dimisión de la jefa de Policía de la ciudad, Erika Shields. Brooks, de 27 años, falleció tras ser tiroteado la noche del viernes en el aparcamiento de un restaurante de comida rápida de la cadena Wendy's en Atlanta, después de resistirse a ser detenido y pelearse con dos agentes blancos, ha informado este sábado en un comunicado el Buró de Investigación de Georgia (GBI, en inglés).

En Francia se han registrado incidentes en las manifestaciones antirracistas que se han registrado en solidaridad con el movimiento en Estados Unidos en protesta por la muerte de personas negras y contra el racismo. La población joven de origen inmigrante denuncia con frecuencia la discriminación y abusos policiales, la concentración más numerosa se vivió en París, unas 15.000 personas en la Plaza de la República, convocadas por el comité Adama Traoré, el nombre del joven negro de origen maliense que murió bajo custodia policial en 2016 y cuya familia traza un paralelismo con el caso Floyd.

La muerte de otro joven negro, Rayshard Brooks, por disparos de un agente blanco ha causado una profunda conmoción en Atlanta (Georgia, Estados Unidos) y ha provocado la dimisión de la jefa de Policía de la ciudad, Erika Shields. El incidente ha reavivado las protestas contra el racismo y la violencia policial que sacuden Estados Unidos desde hace semanas por la muerte de George Floyd que ha terminado con incidentes y la detención de varias personas. 

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, se ha sumado al gobernador del estado, Andrew Cuomo, para defender que continúe en pie la famosa estatua de Cristóbal Colón que preside la céntrica rotonda de Columbus Circle. La estatua está siendo vigilada por la Policía tras los ataques a varias figuras de Colón en distintos puntos de Estados Unidos, en el marco de las manifestaciones antirracistas que se viven en el país

Ultraderechistas y veteranos del ejército, que se han dado cita junto a la estatua de Winston Churchill en Londres, se han enfrentado con la Policia, que había formado una barrera para evitar que se encontraran con manifestantes antirracistas. Aunque la protesta por George Floyd estaba desconvocada, han acudido cientos de militantes.

Miles de personas han salido este sábado a las calles de Francia para protestar contra el racismo y la violencia policialimpulsados por la movilización mundial contra la muerte de George Floyd en Estados Unidos. Unas 20.000 personas se han congregado en la Plaza de la República de París en un encuentro que ha acabado con incidentes y el lanzamiento de gases lacrimógenos tras los enfrentamientos entre grupos antifascistas y miembros de la ultraderecha.

En Londres, la policía ha tenido que intervenir para evitar enfrentamientos entre manifestantes e impedir el vandalismo sobre las estatuas. Los enfrentamientos se han producido entre antirracistas ligados al movimiento "Las vidas negras importan" y grupos de ultraderecha contrarios al movimiento, que han llamado a proteger los monumentos.

El asesinato en EE.UU. de George Floyd ha desatado un movimiento de protesta, especialmente en el mundo anglosajón, que tiene como objetivo las estatuas y monumentos de quienes fueron artífices del pasado colonial y se caracterizaron por el tráfico de esclavos. Una de los monumentos atacados en los últimos días ha sido la estatua de Winston Churchill en Londres, por lo que ante la posibilidad de nuevas protestas, el ayuntamiento de la ciudad ha decidido cubrirla. 

Estados Unidos, Francia y Reino Unido han sido escenario, una jornada más, de movilizaciones contra el racismo y la violencia policial. Mientras que en el primero los manifestantes han protestado por la muerte del afroamericano George Floyd en Mineápolis, en Francia lo han hecho por el fallecimiento de Adama Traoré durante una detención policial. En Reino Unido, también se ha dado concentraciones en los últimos días en las que algunos activistas han derribado estatuas relacionadas con el pasado colonial del país. 

Seattle se ha convertido en el nuevo foco de protestas antirracistas de Estados Unidos: los manifestantes han declarado el centro de la ciudad como "zona autónoma", Trump ha amenazado con mandar al ejército a la capital del estado de Washington para retomar el control y la alcaldesa de la ciudad esmeralda le ha recordado que lo que pretende hacer es ilegal. Nuestro corresponsal en Estados Unidos, Fran Sevilla, nos trae la actualidad más reciente del país norteamericano.

La ministra de Igualdad Irene Montero dice que "se ha desmontado la estrategia de la derecha de señalar al movimiento feminista" y es que el Ejecutivo defiende que se haya investigado la actuación del delegado del Gobierno en Madrid y, según Salvador Illa, se demuestra que "se ha dado todo, lo que se tenía y no tenía, para derrotar al virus". Por su parte, desde el PPPablo Montesinos muestra su respeto a la decisión, aunque dice que exigirán "responsabilidades políticas" al Gobierno.