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En Estados Unidos preocupa el huracán Ida, que ha pasado sin grandes efectos sobre Cuba, pero que se ha vuelto mucho más peligroso a medida que se acerca al estado de Luisiana. Avanza con vientos de hasta 220 kilómetros a la hora. Las autoridades estadounidenses y su presidente, Joe Biden, han pedido a los ciudadanos que extremen las precauciones. Miles de ciudadanos siguen siendo evacuados de las zonas con más peligro de inundación. En el recuerdo, otro huracán, el Katrina, que hace 16 años causó cerca de 2.000 fallecidos en Nueva Orleans y daños materiales. Informa Chema Forte.

Con la orden de evacuación decretada hace días, miles de personas han colapsado el aeropuerto de Nueva Orleans antes de que los vuelos quedaran suspendidos. El bulicioso barrio francés de Nueva Orleans ha quedado desierto con todos los negocios cerrados. Ida puede ser el huracán más poderoso que impacte sobre Luisiana en los últimos 170 años, dieciséis años después de la devastación causada por Katrina.

Foto: Dos hombres protegen con madera contrachapada un local en Nueva Orleans (REUTERS/Marco Bello)

En la costa este de Estados Unidos, el huracán Henri va perdiendo fuerza y ya es depresión tropical. Vientos de 50 kilómetros por hora, lejos de los 120 que se esperaban, sigue desplazándose por el noreste del país. En Nueva York, un rayo ha impactado de lleno en el World Trade Center. Henri está dejando a su paso numerosas inundaciones, 100.000 personas sin electricidad, cientos de vuelos cancelados y árboles arrancados. En tres estados se ha decretado emergencia, uno de ellos, Nueva York. Foto: Tom Brenner/AFP

El paso de la tormenta Henri por estados del noreste de EE.UU. ha dejado a miles de hogares sin energía eléctrica, inundaciones, marejadas ciclónicas, árboles en el suelo y cancelaciones en más de mil vuelos en diversos aeropuertos. Henri, que amenazaba con ser el primer huracán en tres décadas que azotara Nueva Inglaterra, tocó tierra como tormenta. Llega tras su paso por Tennessee, estado más afectado por esta tormenta, y donde los servicios de rescate aún tratan de localizar a media docena de desaparecidos, mientras las autoridades cuentan ya al menos 22 muertos a causa de este fenómeno.

El huracán Henri se convierte en tormenta tropical tras tocar tierra en la costa noreste de Estados Unidos, donde se ha declarado el estado de emergencia. Trae consigo lluvias intensas y rachas de viento que han superado los 120 kilómetros por hora. Millones de personas en Nueva Inglaterra y Nueva York se han preparado para resistir al fuerte viento y a las marejadas. En Tennessee, las tormentas previas a la llegada del huracán, han provocado inundaciones y la muerte de 16 personas y medio centenar de desaparecidos. Las autoridades insisten en que, aunque Henri se ha degradado a tormenta tropical, la población no salga de casa, se proteja y se aleje de la costa.

Foto: Un pescador camina por el muelle de la localidad de Montauk, en Nueva York (Stephanie Keith/Getty Images/AFP)

Los lluvias previas ya han provocado inundaciones en Tennessee y la muerte de al menos ocho personas y veinte desaparecidos. La fuerza de Henri se nota también en Massachusetts, con vientos máximos sostenidos de 110 km por hora. Hay 42 millones de personas en alerta. El alcalde de Nueva York, que ha declarado el estado de emergencia, recomienda quedarse en casa. También está en alerta gran parte del sur de Nueva Inglaterra, que se prepara para la peor tormenta en 30 años.

Foto: Nubes sobre Manhattan, Nueva York (REUTERS/Andrew Kelly)

Dos tornados han tocado tierra en el condado de Bucks, Pensilvania, al este de Estados Unidos. La catástrofe ha dejado al menos cinco personas heridas, después de que un concesionario quedara arrasado. Los tornados tocaron tierra al mismo tiempo en las localidades de Bensalem y Solebury, en una situación que no se había vivido nunca en esta zona del país.

Cuba respira aliviada después de que la temida tormenta tropical Elsa atravesara este lunes la región centro occidental del país dejando solo fuertes lluvias y vientos, sin haber causado importantes daños personales, en las infraestructuras o en la agricultura, según las primeras evaluaciones.

Elsa, que la semana pasada se presentaba en el Caribe como la quinta tormenta y el primer huracán (alcanzó fuerza de categoría 1) de la temporada en el Atlántico, fue perdiendo virulencia tras azotar las Antillas menores y bordear la costa sur de La Española, dejando en sus primeros días un saldo de tres muertos y daños en viviendas y árboles.

A su paso por aguas del sureste de Cuba con una velocidad de más de 100 km/h dejó fuertes ráfagas de viento y copiosas lluvias en las provincias orientales, llegando a dañar cultivos de plátanos, pero lo que más se temía era su entrada de lleno a la isla, que se produjo en la tarde del lunes por la suroccidental península de Zapata.

Elsa siguió perdiendo fuerza al desplazarse lentamente sobre tierra firme en las provincias de Matanzas y Mayabeque con vientos máximos de 85 km/h, que produjeron tormentas eléctricas, vientos moderadamente fuertes y lluvias en toda la región central y centro occidental. 

Foto:  YAMIL LAGE / AFP

Los vientos de la tormenta tropical Elsa provocan grandes daños en su paso por Cuba y se dirige ahora en dirección norte, rumbo a Estados Unidos.  En Florida, los restos el edificio colapsado en Miami Champain Towers South han sido demolidos en una explosión controlada en preparación a la llegada de Elsa. 

Las consecuencias de Elsa se han vivido también en Las Antillas Menores y en Jamaica.

La tormenta tropical Elsa ya ha pasado por República Dominicana, donde ha dejado al menos dos muertos: un adolescente de 15 años y una mujer de 75. Con menos intensidad, ha seguido su camino hacia Haití, Cuba y Florida.

En la imagen, daños causados por Elsa a su paso por San Vicente y las Granadinas. REUTERS/Robertson S. Henry

Comienzan los preparativos en Miami para demoler totalmente el edificio que se derrumbó parcialmente hace diez días. Quiere hacerse antes de que llegue la tormenta tropical Elsa, prevista para el lunes. Hay 24 fallecidos y 121 desaparecidos, tras localizar a varias personas que estaban erróneamente en la lista.

Foto: Trabajos de búsqueda y rescate en el edificio de condominios en Surfside, en Florida (EFE/Latif Kassidi)

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Huracanes, tormentas, incendios... El 2020 ha bañado por completo el planeta de fenómenos meteorológicos extremos, algunos nunca antes alcanzados. Por ejemplo, el huracán Iota, de máxima categoría, arrasó Centroamérica quince días tras el paso de Eta, otro remolino explosivo. 2020 ha batido un récord de 30 tormentas tropicales con nombre. Respecto al Ártico, nunca en los últimos 40 años se había reducido tanto el hielo que hay en él. En junio se llegaron a alcanzar los 38 grados en Verkoyanks, al norte del Círculo Polar. Por otro lado, en la Amazonía se ha batido el récord de 6.000 fuegos en julio y ha ardido el 20 % del Pantanal brasileño. Con todo ello, el planeta no hace más que avisar sobre los efectos del cambio climático. Foto: Toa55 / ISTOCK.

Los dos últimos huracanes del Atlántico, primero Eta y poco después Iota, han dejado una emergencia humanitaria en Centroamérica. El agua se ha tragado los ahorros y ha hipotecado el futuro. Con tierras inundadas y cosechas destruidas en lugares con altos niveles de pobreza, es probable un aumento de la emigración.

Honduras tiene por delante un largo camino para su reconstrucción tras el paso de los huracanes Eta e Iota. La devastación es enorme y las autoridades calculan que ha hecho retroceder al país 22 años y que la reconstrucción podría costar alrededor de 10.000 millones de dólares. Un equipo de TVE ha acompañado a la fuerza área en una visita a una de las miles de comunidades que han quedado aisladas. El agua se ha tragado 50.000 viviendas, ha tirado más de 100 puentes y ha dañado 260 carreteras.

El turismo ha sido uno de los sectores afectados por el paso de huracán Iota. En el archipiélago colombiano de San Andrés, ha devastado las instalaciones turísticas, que empezaba a abrir después de meses cerrados por la pandemia. El viento ha derribado miles de árboles y se han recogido toneladas de basura.

En Honduras, la ciudad más poblada del país y capital industrial, San Pedro Sula, sus habitantes temen que se desbode el río.