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La troika volverá la próxima semana a Atenas, después de que el Gobierno griego se haya comprometido a nuevos que recortes que aprobará hoy mismo el consejo de ministros. Afectarán a pensionistas y funcionarios. Las medidas encontrarán su contestación en la calle con una nueva convocatoria de huelga general.

El Gobierno griego, presionado por la UE y el FMI para que siga recortando el gasto, reducirá en un 30% los funcionarios ministeriales, tras haber suprimido ya 200.000 puestos de trabajadores públicos. A tal efecto, el ministro de Reformas Administrativas, Dimitris Repas, ha enviado una circular a todos los Ministerios para que elaboren en los próximos 10 días una lista del personal que consideren prescindible. Es la última propuesta con la que de Atenas intenta convencer a los miembros de la troika (FMI, BCE y UE) para que emitan un informe positivo que desbloquee las ayudas. Lo hace en una nueva reunión por videoconferencia, tras acercar este lunes sus posturas. "Somos conscientes de que nuestra situación fiscal y nuestra estructura económica se han convertido en un problema para la zona euro", ha asegurado Venizelos antes de la reunión, por lo que Grecia está "absolutamente decidida a cumplir con sus obligaciones". Del ambicioso programa de reformas estructurales depende que llegue o no la ayuda del primer rescate y que se apruebe el segundo. Y, por lo tanto, que Grecia quiebre o no, algo que ya da por hecho la agencia de calificación de riesgos Fitch. El FMI ha echado más leña al fuego al anunciar que la deuda de Grecia pública de Grecia alcanzará el 189,1% de su Producto Interior Bruto (PIB) en 2012.

La Unión Europea, el Banco Central y el FMI han leído la cartilla a Grecia por enésima vez. Horas antes de reunirse, le entregaban un listado con 15 nuevas exigencias para dar una ayuda vital para Atenas. El FMI asegura que, si no se aceleran las privatizaciones, el país podría quebrar.

La prensa griega recoge hacia dónde podrían apuntar las nuevas medidas que prepara el Gobierno: otros 100.000 funcionarios a la calle, pensiones congeladas durante tres años o el cierre de 30 organismos públicos. En un nuevo intento por combatir la evasión de impuestos, Grecia investigará a todos aquellos que han transferido más de 100.000 euros al extranjero desde el inicio de la crisis.

En las arcas públicas solo hay dinero -explican desde el gobierno- para los gastos públicos de octubre y mientras la negociación se dilata, el miedo a una suspensión de pagos aumenta.

El futuro de un país y la estabilidad de un continente, en una llamada. A las 18.22 hora peninsular ha comenzado la videoconferencia que reúne a la troika, compuesta por los inspectores de la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y el ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos. El Ejecutivo heleno ya ha informado de que "no se espera ningún anuncio oficial" cuando acabe y que la reunión puede durar varias horas o, incluso, seguir el martes. Si todo va bien, viajarán a Atenas. Los mercados, que este lunes han cerrado con pérdidas, esperan con atención los resultados que puedan salir de la reunión. No en vano, de los técnicos de la UE, el FMI y el BCE depende que Grecia obtenga los 8.000 millones de euros del sexto tramo del primer rescate en las próximas semanas. Si escriben un informe favorable llegará a Atenas ese dinero, imprescindible para la economía helena porque, si no lo consigue, quebrará a mediados de octubre.

Esta tarde los representantes del Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea y el Banco Central Europeo tienen prevista una videoconferencia con el ministro de Finanzas griego. Analizarán si el país cumple con los requisitos que le permitirán acceder a un nuevo tramo de ayudas, en una semana que se presenta decisiva. El ministro griego de Finanzas tratará de convencer a la llamada 'troika' de que su país cumplirá con las condiciones impuestas para recibir la ayuda, aunque tenga que apretarse todavía otro agujero más del cinturón. "Sabemos que esta ayuda es muy importante, es vital, pero no nos están regalando nada, son préstamos. Grecia es plenamente consciente de sus obligaciones con los países de la Eurozona", asegura Evangelos Venizelos.

Hoy en Atenas hemos visto manifestaciones en contra de los recortes sanitarios. Entre las medidas para sanear sus finanzas, el gobierno griego propone, según publica hoy la prensa de ese país, despedir a unos 100.000 funcionarios, congelar las pensiones de aquí a 2015 y fusionar o cerrar unos 30 organismos públicos. La Comisión Europea dice que no se le está pidiendo nada nuevo a los griegos. Y el representante del FMI para Grecia reconoce que el país ha hecho importantes progresos, pero que hacen falta medidas adicionales para reducir el déficit hasta niveles sostenibles.

Está en juego la entrega de los 8.000 millones de euros del sexto tramo de ayudas aprobado en 2010 y la activación del segundo paquete de apoyo de 160.000 millones de euros de julio pasado. El FMI también ha anunciado hoy que la economía griega seguirá cayendo en 2012, un dos y medio por ciento, y que la recuperación no llegará hasta 2013.

Pedro Olalla, helenista y escritor, trabaja en la Universidad de Atenas donde lleva viviendo 15 años. Hablamos con él sobre el retraso en la aprobación del segundo plan de rescate de Grecia y la posibilidad de que la banca tenga que asumir nuevas recapitalizaciones. Dos circunstancias que han vuelto a arrastrar a las Bolsas europeas (19/09/11).

Desde Alemania ha llegado un nuevo mensaje para Grecia. El ministro de Finanzas dice que no habrá ayudas en octubre si es negativo el informe de la Unión Europea, el Banco central y el Fondo Monetario internacional sobre la marcha de las reformas. El gobierno griego pisa el acelerador en esa cuenta atrás y se ha reunido de urgencia para tomar más medidas

Los enfermos tendrán que comprar los medicamentos en farmacias y pagarlos de su bolsillo. El presidente de Roche afirma que la medida podría llegar a España, donde el sector acumula deudas de más de 5mil millones de euros. La filial española de la farmacéutica no habla de cortar medicamentos. pero sí pide soluciones urgentes