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Un joven refugiado afgano, armado con un hacha y un cuchillo, ha atacado a los pasajeros de un tren regional en Alemania y ha dejado al menos a cuatro personas heridas, tres de ellas en estado crítico. La agresión se ha producido sobre las 21:00 horas en un tren regional que cubría el trayecto entre la pequeña localidad de Treuchtlingen, en el centro-oeste de Baviera, y la ciudad de Wurzburgo.

El ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, ha afirmado que el atacante, un afgano de 17 años, ha sido abatido al abandonar el tren. El joven se encontraba en Alemania como solicitante de asilo y vivía actualmente con una familia de acogida en Ochsenfurt, pequeña localidad situada a unos veinte kilómetros de Wurzburgo.

La Unión Europea ha advertido este lunes a Turquía de que la reintroducción de la pena de muerte sugerida por el Gobierno turco tras el fallido golpe militar del pasado viernes le excluiría como futuro miembro del club comunitario, un aviso que se ha unido al de otros organismo, como la OTAN, para que respete la democracia y los procedimientos judiciales en los procesos contra los supuestos responsables del levantamiento.

El Gobierno de Turquía ha suspendido las vacaciones de los funcionarios hasta nueva orden y les ha restringido los viajes al extranjero, según publica el boletín oficial turco, mientras prosiguen las purgas contra los supuestos participantes en el golpe militar fallido: el primer ministro, Binali Yildirim, ha informado en un discurso televisado de que hasta el momento han sido detenidas más de 7.500 personas, entre ellas unos 6.000 militares, 100 policías, 755 jueces y fiscales, así como 650 civiles.

La unidad ante el terrorismo en Francia está en quiebra. Hay una creciente ola de descontento popular después de tres matanzas en año y medio y, según un sondeo que publica Le Figaro, ocho de cada 10 franceses desconfían de la política antiterrorista del gobierno. La mayoría ve insuficientes los medios policiales y jurídicos puestos en marcha para vigilar y detener a sospechosos de actividades terroristas.

En Francia, nunca antes del atentado de Niza se habían escuchado tantas críticas hacia el gobierno, desde la derecha y la extrema derecha. En el tercer y último día de luto oficial, Francois Hollande ha vuelto a presidir una nueva reunión del Consejo de Defensa y Seguridad. En la ciudad francesa, una impresionante marea humana, emocionada, recuerda a las 84 personas que perdieron la vida (18/07/16).

Tayip Erdogan afirmó que el golpe de estado era un regalo de Dios que serviría para limpiar el ejército, y está llevando a cabo lo que prometió, cuando en la madrugada del sábado aterrizaba en Estambul, para hacer frente a los militantes sublevados. Hay 103 generales y almirantes detenidos, que se suman a los más de 7.000 soldados, policías, jueces y civiles arrestados desde el viernes por su supuesta relación con el fallido golpe militar. Desde el primero momento, el presidente denunció que los golpistas recibían órdenes desde los Estados Unidos, de Fetulah Gulem. Este partidario del Islám moderado, este millonario, que se autoexilió en Pensilvania, mantiene una gran influencia sobre grandes sectores de la sociedad turca, y pese a condenar el golpe de estado, el gobierno turco insiste en pedir su extradición a Washington. Tres días después de la rebelión militar, el liderazgo de Erdogan se ha engrandecido, y sus rivales, dicen que está aprovechando la situación para cimentar aún más su autoritarismo en un sistema democrático cada vez más cuestionado por la comunidad internacional (18/07/16).

Cerca de 300 personas han muerto en Turquía a raíz del fallido golpe de Estado del viernes. Hay además 1.400 heridos y más de 6 mil detenidos. En Estados Unidos y Europa temen que el presidente Erdogan esté utilizando los efectos del golpe para hacer una limpieza militar, policial y judicial.

La inquietante situación en Turquia, tras el golpe fallido del viernes, tema estrella del Consejo de ministros de Exteriores comunitarios que se está celebrando en Bruselas. La UE exige a Ankara que respete el estado de derecho y no utilice la intentona del viernes para dar marcha atrás

La secretaria del PSOE para la UE,  Iratxe García, ha advertido de que si Turquía reinstaurara la pena de muerte "se tendrían que romper las negociaciones del proceso de adhesión", pues "es imposibe que un país que trate de acceder tenga aprobada la pena de muerte".

En una entrevista en Los Desayunos de TVE, García constató "motivos para la preocupación" en Turquía y dijo que espera medidas por parte de la UE para "establecer claramente las normas" que tienen que regir su relación con el país euroasiático.

En ese sentido, dijo que las detenciones pueden revelar una falta de respeto a las reglas democráticas, por lo que "tiene que haber una vigilancia muy estrecha de lo que está ocurriendo" por parte de la UE.

García instó a la UE a "mostrar fortaleza" ante Turquía porque, pese a su importancia estratégica, hay que tener "claras las reglas del respeto democrático e impedir la deriva de lo que parece que está ocurriendo" en ese país. La dirigente socialista criticó que el acuerdo sobre los refugiados con Turquía "es consecuencia del fracaso de la UE para gestionar esta situacion", y ahora nos encontramos que miles de refugiados pierden la vida saliendo de Libia.

La presidenta de la delegación socialista española en el Parlamento Europeo ha afirmado que España necesita tiempo para poder alcanzar el objetivo de déficit que fija la Unión Europea "sin que afecte a las clases trabajadoras" y ha abogado por "un cambio en la política europea que apuesta por el crecimiento, no por la austeridad".

Respecto a la salida del Reino Unido de la UE, cree que "si se negocia bien el Brexit, no hay peligro de que otros países se quieran ir", pero también ha afirmado que "Reino Unido no puede marcharse de la UE y mantener todos sus privilegios sin cumplir sus obligaciones. No es posible querer el libre tráfico de productos y no querer a la vez el libre tráfico de ciudadanos en la UE", ha mantenido.