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Marta Peirano, escritora y periodista, nos cuenta hoy en su sección en 'Las Mañanas de RNE' la historia de la computación, ya que los cálculos complejos de la astronomía y de las órbitas de cometas o el censo moderno se realizaban a mano por mujeres. Peirano explica que la primera cantera de mujeres científicas nace en el Observatorio Astronómico de Harvard, cuando Edward Charles Pickering, enfadado con sus asistentes, llevó a su sirvienta al Observatorio bajo la premisa de que "hasta ella puede hacer cálculos". Allí se dio cuenta de que era buena y contrató a 13 mujeres más. Edward Charles es calificado por muchos como "feminista" por hacer esta apuesta por las mujeres, ya que consideraba que eran "más detallistas y ordenadas, además que no bebían ni se estresaban con facilidad", pero les pagaba un 20% menos que a los hombres.

Mirando a la actualidad, la periodista asegura que la representación femenina en las grandes empresas tecnológicas es muy pequeña, pero considera que "cada día hay más referentes femeninas en el mundo de la ciencia, que han sido invisibilizadas y ahora se les está dando voz". "Pese a este avance, sospecho que están cobrando menos que los hombres", nos cuenta Marta Peirano.

Los hielos árticos conforman el paisaje más desolado e inhóspito del planeta, pero al mismo tiempo atraen poderosamente a científicos y aventureros desde hace siglos. El Polo Norte, esta vasta región de mar congelado ha sido escenario de gestas y dramas en la época heroica de la exploración polar. Cientos de barcos y miles de navegantes se perdieron en el empeño de abrir nuevas rutas para conquistar el inasible punto atravesado por el eje de rotación terrestre.

La expedición del británico John Franklin, engullida por el hielo en su intento de descubrir el paso del Noroeste, impulsó decenas de misiones de rescate, que acabaron tornando en una carrera por plantar la bandera respectiva en el Polo Norte. Se atacó la banquisa por diversas rutas, pero fue cuando el noruego Fridtjof Nansen ideó un buque, el Fram, capaz de superar el invierno ártico sin ser aplastado por el hielo marino, cuando empezaron a mejorar las posibilidades de éxito. La prensa jugó un destacado papel, tanto emocionando al público como en calidad de patrocinadora de exploradores, aunque la ética no siempre primó sobre los intereses comerciales. Fue el caso de los estadounidenses Robert Peary y Frederick Cook, que nunca llegaron al polo pese a proclamar haberlo conseguido en 1909 y 1908 respectivamente; sus falsas gestas fueron defendidas y difundidas por los periódicos que las financiaron.

Los primeros humanos que sobrevolaron sin sombra de duda el punto de latitud 90º norte fueron los tripulantes del dirigible Norge, en una travesía ideada por el noruego Roald Amundsen y pilotada por el italiano Umberto Nobile en 1926. Hubo que esperar hasta 1948 para que el explorador soviético Aleksandr Kuznetsov lo pisara físicamente.

En las últimas décadas el interés científico ha aumentado de forma proporcional a la pérdida de hielo como consecuencia del cambio climático. La aceleración del proceso es muy preocupante; pronto tendremos veranos con el océano Glacial Ártico completamente líquido, un escenario que agravará la perturbación de las corrientes marinas y la fauna subacuática, así como el calentamiento global. Paradójicamente, el drama ambiental beneficiará a potencias como Rusia y China por la apertura de nuevas rutas de navegación.

El documental de Álvaro Soto Polo Norte, la llamada del extremo recorre la apasionante historia de su exploración con la ayuda del catedrático de geografía de la Universidad Autónoma de Madrid Eduardo Martínez de Pisón, el físico y explorador Javier Cacho y el divulgador Javier Peláez. Además, pone el foco sobre la única expedición española que ha alcanzado el polo boreal desde Siberia, organizada por el programa de Televisión Española Al filo de lo imposible en 1999 en colaboración con el Grupo Militar de Alta Montaña. La recuerdan el creador y director del espacio, Sebastián Álvaro, y el líder de aquel histórico desafío, el teniente general Curro Gan. Intervienen también en el documental dos científicas del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC: la delegada del comité Internacional de Ciencias del Ártico Carolina Gabarró y la ecóloga microbiana Vanessa Balagué.

Los hielos árticos conforman el paisaje más desolado e inhóspito del planeta, pero al mismo tiempo atraen poderosamente a científicos y aventureros desde hace siglos. El Polo Norte, esta vasta región de mar congelado ha sido escenario de gestas y dramas en la época heroica de la exploración polar. Cientos de barcos y miles de navegantes se perdieron en el empeño de abrir nuevas rutas para conquistar el inasible punto atravesado por el eje de rotación terrestre.

La expedición del británico John Franklin, engullida por el hielo en su intento de descubrir el paso del Noroeste, impulsó decenas de misiones de rescate, que acabaron tornando en una carrera por plantar la bandera respectiva en el Polo Norte. Se atacó la banquisa por diversas rutas, pero fue cuando el noruego Fridtjof Nansen ideó un buque, el Fram, capaz de superar el invierno ártico sin ser aplastado por el hielo marino, cuando empezaron a mejorar las posibilidades de éxito. La prensa jugó un destacado papel, tanto emocionando al público como en calidad de patrocinadora de exploradores, aunque la ética no siempre primó sobre los intereses comerciales. Fue el caso de los estadounidenses Robert Peary y Frederick Cook, que nunca llegaron al polo pese a proclamar haberlo conseguido en 1909 y 1908 respectivamente; sus falsas gestas fueron defendidas y difundidas por los periódicos que las financiaron.

Los primeros humanos que sobrevolaron sin sombra de duda el punto de latitud 90º norte fueron los tripulantes del dirigible Norge, en una travesía ideada por el noruego Roald Amundsen y pilotada por el italiano Umberto Nobile en 1926. Hubo que esperar hasta 1948 para que el explorador soviético Aleksandr Kuznetsov lo pisara físicamente.

En las últimas décadas el interés científico ha aumentado de forma proporcional a la pérdida de hielo como consecuencia del cambio climático. La aceleración del proceso es muy preocupante; pronto tendremos veranos con el océano Glacial Ártico completamente líquido, un escenario que agravará la perturbación de las corrientes marinas y la fauna subacuática, así como el calentamiento global. Paradójicamente, el drama ambiental beneficiará a potencias como Rusia y China por la apertura de nuevas rutas de navegación.

El documental de Álvaro Soto Polo Norte, la llamada del extremo recorre la apasionante historia de su exploración con la ayuda del catedrático de geografía de la Universidad Autónoma de Madrid Eduardo Martínez de Pisón, el físico y explorador Javier Cacho y el divulgador Javier Peláez. Además, pone el foco sobre la única expedición española que ha alcanzado el polo boreal desde Siberia, organizada por el programa de Televisión Española Al filo de lo imposible en 1999 en colaboración con el Grupo Militar de Alta Montaña. La recuerdan el creador y director del espacio,  Sebastián Álvaro, y el líder de aquel histórico desafío, el teniente general Curro Gan. Intervienen también en el documental dos científicas del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC: la delegada del comité Internacional de Ciencias del Ártico Carolina Gabarró y la ecóloga microbiana Vanessa Balagué.

Documentos RNE se emite los viernes, de 23 a 24 horas, por Radio Nacional.

En “La España vivida” contamos hoy con el catedrático de Historia de la Ciencia José Manuel Sánchez Ron, que tiene una extensa obra publicada sobre la materia. Es muy reciente su obra “Querido Isaac, querido Albert”, dedicada a las cartas de han podido recuperarse de Isaac Newton y de Albert Einstein y de muchos otros protagonistas en diversas épocas de los avances científicos. Nacido en Madrid en 1949, José Manuel Sánchez Ron se licenció en Ciencias Físicas en 1971 y ejerció primero la docencia en el departamento de Física Teórica de la Universidad Autónoma de Madrid., del que fue profesor titular numerario hasta 1994, año en que accedió a la citada cátedra de Historia de la Ciencia, creada entonces. Desde 2003 es, por otra parte, miembro de la Real Academia Española, al ser elegido para ocupar el sillón G mayúscula, en el que sucedió al poeta José Hierro, fallecido el año anterior. Hacemos de su mano un pequeño repaso de la evolución de la sociedad española en las últimas décadas, vista desde la perspectiva de un profundo conocedor de la importancia de los avances científicos, de las oportunidades y retos que suponen. El profesor y académico Sánchez Ron es, además, un buen literato, un intelectual que sitúa la ciencia en el campo del humanismo, porque ningún conocimiento progresa sin reflexión


Preguntarnos si las plantas piensan es algo que puede parecer chistoso, pero deja de serlo si leemos a Paco Calvo, catedrático de Filosofía de la Ciencia y director del Laboratorio de Inteligencia Mínima de la Universidad de Murcia, en su obra Planta Sapiens: "Toda la tecnología no nos servirá de nada sin una mirada entrenada sin prejuicios". Calvo explica que entender las plantas de una nueva forma "puede cambiar radicalmente nuestra forma de ver el mundo": "Planta Sapiens es lo mismo que decir homo sapiens. Si entendemos la inteligencia vegetal estamos más cerca de comprender en qué consiste la mente humana".

Para el catedrático, tenemos que pensar que las plantas como "sujetos tienen su propios intereses, apego y predisposición para encontrar un sitio y bienestar, igual que un animal" y también cree que se parecen a los peces de agua dulce: "No hay nada especial en ser un animal. En el árbol de la vida todos hacemos lo mismo en el sentido de que nuestra conducta es adaptativa como cualquier organismo, y de alguna manera hay algo que nos une a todos: una llave maestra que es la que nos permite exhibir una conducta que nos muestre adaptativos ante las contigencias del entorno". 



Emilio García nos descubre cómo nació el planeta Tierra enlazándolo con una historia personal que nos lleva a hablar sobre la enfermedad de Alzheimer. Descubrimos cuál es el elemento de vida más pequeño y cuál es la molécula por cuya estructura helicoidal se la conoce como la escalera de la vida.

Este mes de junio se han cumplido 250 años de la muerte del marino, matemático, ingeniero, diplomático y espía Jorge Juan. Una de las grandes figuras de la Ilustración española, con una vida de película, aunque lamentablemente con mayor reconocimiento social fuera de España que en nuestro país. Hemos entrevistado a Armando Alberola Romá, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Alicante y codirector científico del Portal de Autor Jorge Juan Santacilia de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

La directora del CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas), María Blasco, reivindica en su firma en Las mañanas de RNE el papel que las mujeres llevan a cabo en la Ciencia y la relevancia de sus descubrimientos, como el llevado a cabo por la científica Rosalind Franklin hace 70 años y que permitió conocer en qué consiste la vida y cómo se transmite gracias a la obtención de las primeras imágenes de unas sales de ADN, "una estructura clave para comprender cómo se transmite la información genética y descubrir que todos los seres vivos compartimos el mismo origen y composición de la molécula de la vida", un descubrimiento que Blasco considera "el más importante de la historia de la humanidad."

La directora del CNIO reclama más planes de igualdad y su cumplimiento para hacer más favorable el trabajo de investigación y su reconocimiento a las mujeres y añade un ejemplo más de mujer silenciada, un caso análogo en el mundo del Arte, el de Hilma af Klint, la pionera del arte abstracto, cuyo trabajo no se conoció hasta los años 80.

Ahora que la cartografía se diluye como un elemento más en la inmensa oferta del mundo digital, rendimos homenaje a esta ciencia aplicada que nos permite entender y viajar por nuestra casa común. Sin los mapas, que hunden sus raíces más remotas en las tablillas sumerias, la exploración terrestre no habría sido posible. Su historia es la del propio ser humano. En compañía de Pedro García Martín, catedrático de Historia Moderna de la Universidad Autónoma de Madrid y autor de 'Leyendas de los mapas. Una lectura geopoética de la cartografía' (Punto de Vista Editores), desplegamos sobre la mesa una fascinante colección de portulanos, mapamundis y atlas. Contamos también con Bárbara Polo, doctora en Geografía y coautora de 'Grandes mapas de la historia' y 'Los mapas de las grandes exploraciones' (Shackleton Books), y Francesc Nadal, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Barcelona. Con ellos conocemos los principales centros de producción cartográfica de occidente: las escuelas mallorquina, genovesa y veneciana hasta el siglo XV y la flamenca en el XVI. Además acercamos la lupa a legajos como el influyente mapamundi de Gerardus Mercator o los enigmáticos mapas de Juan de la Cosa y Piri Reis; este último lo examinamos con Carme Montaner, jefa de la Cartoteca de Cataluña.