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El Tribunal de La Haya ordena a Israel que tome todas las medidas a su alcance para prevenir un genocidio en Gaza y le da un mes para presentarlas, pero no ha pedido un alto el fuego. El primer ministro Benjamin Netanyahu ya ha dicho que sus tropas seguirán combatiendo hasta la victoria y que la acusación de genocidio es indignante.  

Los palestinos celebran el fallo con moderación, y recuerdan a Israel que es vinculante. El Ayuntamiento de Ramala, en Cisjordania, preparaba un gran acto al aire libre para seguir la sesión del alto tribunal. Pero al final, y por la lluvia, acabaron en el salón de actos municipal vecinos, autoridades locales, activistas. Poco a poco sus caras iban mostrando tristeza, rabia y decepción. Muchos pensaban que el tribunal iba a pedir a Israel detener la guerra.

"Estábamos esperanzados por el final de la guerra, ahora la gente en Gaza seguirá sufriendo", dice Masha, española palestina que había ido con su familia pensando que iban a tener motivos para celebrar.

La Corte Penal Internacional ha aceptado este viernes la demanda de Sudáfrica contra Israel, pero hay otra denuncia en La Haya de un grupo de abogados de Chile "por genocidio". "Se está reconociendo que hay al menos indicios de genocidio", ha afirmado uno de esos letrados, Rodolfo Marcone, en una entrevista en 'La tarde en 24 horas', en la que ha explicado las expectativas de su causa.

Marcone ha subrayado que en el fallo de este viernes, por el que la Corte se ha declarado competente para juzgar la demanda, "no ordena el alto el fuego, pero dice que se debe detener la masacre, los homicidios".

Foto: EFE/EPA/Remko de Waal

De las nueve medidas solicitadas, destacaba el alto el fuego para prevenir y evitar daños irreparables en los derechos del pueblo palestino. Desde los atentados de Hamás del 7 de octubre y la posterior ofensiva sobre Gaza han muerto más de 26.000 palestinos, la mayoría mujeres y niños. 

La otra prioridad, esta sí aceptada por el tribunal, es facilitar el acceso a la ayuda humanitaria. Desde que comenzó la ofensiva sólo ha habido una tregua de cuatro días en la que se permitió que entraran camiones por la frontera de Rafah. 

Tras presentar la demanda por vía de urgencia en noviembre, Sudáfrica se veía las caras con Israel en los tribunales hace dos semanas. Pretoria solicitaba la imposición a Israel de nueve medidas cautelares ante el riesgo plausible de genocidio violando la Convención que Tel Aviv frimó tras el Holocausto.

La defensa israelí alegaba el derecho a la autodefensa y calificaba la demanda sudafricana de versión descontextualizada y manipulada de las hostilidades. Y afirmaba que, de haber querido acabar con los palestinos, no habría parado en ocasiones las acciones militares para permitir la huida de la población. 

Naciones Unidas lleva meses alertando del desastre en una población sin comida, agua o medicinas y además, hacinada. De los dos millones de habitantes de Gaza, 1.700.000 han huido al sur de la franja. 

FOTO: EFE/EPA/Remko de Waal

La cuestión palestina vuelve a tensionar el Líbano. El país que vivió un conflicto civil y varias invasiones de Israel por esta causa, de nuevo se enfrenta al fantasma de la guerra.

El pasado está muy presente en todo Beirut y especialmente en el campo de refugiados palestinos de Shatila, donde las falanges cristianas cometieron una masacre en la guerra de 1982. Las tropas israelíes permitieron la matanza.

El asesinato de un líder de Hamas en el Líbano ha traído la guerra de Gaza al corazón de Beirut. Los representantes del grupo palestino se sienten fuertes aquí.

Nos reciben en Dahiya a pocos metros de donde fue asesinado su líder.

"La amenaza sobre el Líbano la trae Israel", explica Osama Hamdan, jefe de relaciones internacionales de Hamás. "Los palestinos en el Líbano nos llevamos bien con todos los partidos y facciones".

Hamás está cobijado por el partido chií Hizbulá. Ambas tienen el apoyo de Irán. Los falangistas cristianos les acusan de estar usando al Líbano.

"Los palestinos, Siria, Irán, Yemen, todos utilizan al Líbano", afirma el doctor, número dos del partido cristiano. "Nosotros no queremos estar en la agenda de nadie, sólo paz en nuestra tierra".

Por ahora, las diferencias no pasan del discurso, y el Líbano no es el mismo país de la guerra civil. Pero la amenaza no deja de crecer.

Israel ha propuesto a Hamás una tregua de dos meses en la guerra de Gaza a cambio de la liberación de todos los rehenes que aún están retenidos en la Franja, según han informado varios medios de comunicación israelíes y de EE.UU.

La presión de los familiares de los secuestrados sobre el Gobierno israelí aumenta cada día. Este lunes, un grupo de familiares irrumpió en la reunión de un comité de la Kneset (Parlamento) para exigir a los diputados que "hagan más" para lograr la vuelta de sus seres queridos.

Foto: REUTERS/Ammar Awad

La guerra entre Israel y Hamás ha superado los 100 días y, con más de 25.000 palestinos y 1.200 israelíes muertos desde el pasado 7 de octubre, se ha convertido ya en uno de los episodios más sangrientos de un conflicto que lleva décadas enquistado y que amenaza con extenderse al resto de la región.

La segunda edición del Telediario se desplaza este lunes hasta el corazón de Jerusalén para analizar una escalada bélica que convulsiona tanto a Oriente Próximo como a la comunidad internacional. La presentadora Marta Carazo, junto a los corresponsales y enviados especiales de TVE, muestra las consecuencias sociales y políticas de este conflicto.

Mientras el mundo mira a Gaza, aumenta la tensión en Cisjordania, el otro territorio palestino ocupado, donde viven más de tres millones de personas y tiene varias veces el tamaño de Gaza. Desde la guerra, la vida es más difícil: a cientos de miles de personas ya no se les permite salir para trabajar en Israel y la población vive a menudo en medio de choques entre las malicias palestinas y los colonos, así como de redadas de soldados israelíes y arrestos masivos. Desde la guerra, ha habido más de 6.000 detenciones. Un equipo de TVE ha estado en una de esas incursiones israelíes y ha visto cómo afecta a la población civil.

Foto: MARCO LONGARI / AFP

En 24 horas de RNE, nos ha visitado Sami Naïr, politólogo y especialista en geopolítica y migraciones, quien ha afirmado que la propuesta de Borrell sobre la creación de un Estado Palestino y la realización de una Conferencia de Paz internacional es una “iniciativa excepcional, valiente y realista” que podría llegar a solucionar el conflicto entre Israel y Hamás. 

El especialista en geopolítica y migraciones ha subrayado que el papel de Estados Unidos es vital: “Si Estados Unidos decide volver al derecho internacional y apoyar la propuesta de Borrell, hay una posibilidad de ir más adelante”. Sami Naïr ha explicado que Israel no cuenta con autonomía estratégica en su relación con Estados Unidos, por lo que depende fundamentalmente de las decisiones de este país. Por ello, el politólogo defiende que si EE. UU. pone sobre la mesa “un acuerdo internacional con la Unión Europea” en el que se incluyan “todas las potencias del Consejo de Seguridad y de la ONU” podría encontrar una solución a la crisis de Gaza. 

De la misma manera, Sami Naïr considera que el conflicto de las fronteras de este posible Estado es secundario. Para él, los principales problemas son “qué tipo de Estado Palestino se va a construir”, si este Estado se encontrará abierto para “el retorno de los palestinos refugiados”, y la realización de un acuerdo de neutralidad que “garantice la seguridad de las fronteras”. 

Entre las más de 25.000 despedidas que han tenido que vivir los gazatíes desde el 7 de octubre, destaca la de un hombre con un chaleco antibalas en el que se lee "prensa": es Wael Al Dahdouh, periodista de Al Jazeera. Sostiene la mano sin vida de su hijo Hamza, de 27 años, también reportero. Un ataque lo mató. Su esposa, su nieto y otros dos de sus hijos —Mahmoud, de 15 años, y Sham, de 7— murieron en un ataque anterior. 

Foto: BASHAR TALEB / ZUMA PRESS / EUROPA PRESS

La popularidad de Hamás se ha disparado en Cisjordania. En Gaza, es difícil saberlo, pero nada parece indicar que la guerra esté destruyendo su imagen entre los palestinos. El respaldo que existe en la Franja es anterior incluso al nacimiento de Hamás: surgió de "Mujama Al Islamiya", una gran red de organizaciones sociales que ofrecían servicios médicos, educativos y ayudas económicas a una población pobre y desesperada. No obstante, su imagen se desgastó al llegar al poder.

Foto: MARCO LONGARI / AFP