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El Pontífice se ha reunido con los líderes políticos y ha celebrado una misa en la que se ha referido a los casos de pederastia. El Papa ha empezado el día con tres breves encuentros políticos. Se ha entrevistado con el primer ministro, el conservador David Cameron, que ayer estuvo ausente de los actos papales porque fue el funeral de su padre. Benedicto XVI se ha visto también con el viceprimer ministro, Nick Clegg, que es abiertamente ateo y con la portavoz de la oposición laborista, Harriet Harman, quien, como ministra se enfrentó a la Iglesia este año al prohibir que las agencias de adopción discriminaran a las parejas homosexuales.

No sólo como la máxima autoridad de la Iglesia Católica sino como Jefe de Estado invitado por el gobierno británico. Antes de llegar, Benedicto XVI ha hablado en el avión de los abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes, uno de los temas que le persiguen en sus viajes.

  • La visita de Benedicto XVI se enfrenta a multitud de críticas internas
  • Destacan su coste y el escándalo de los abusos de sacerdotes
  • Se reunirá en Escocia con la Reina y dará un discurso en Westminster
  • Es la segunda visita papal tras la ruptura con Roma de la Iglesia británica

Una visita que no ha suscitado el interés que tuvo, hace 28 años, la de su antecesor Juan Pablo II. Cinco millones y medio de británicos, un 10 por ciento de la población, son católicos.