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Unos 250 familiares de las víctimas del accidente del avión de Germanwings que se estrelló este martes en los Alpes franceses han recordado a sus seres queridos fallecidos en un acto de homenaje celebrado en la localidad de Le Vernet, uno de los puntos accesibles más próximos al lugar del accidente. Una decena de banderas, que representan las nacionalidades de los fallecidos en el avión, han presidido el lugar de la ceremonia, donde los familiares han descubierto una placa en memoria de los fallecidos en el siniestro y han depositado flores.

El presidente del Grupo Lufthansa, Carsten Spohr, ha asegurado que todo el personal de la compañía está aún más "consternado" tras conocer que los investigadores creen que el copiloto tenía "voluntad de destruir el avión" de Germanwings que se estrelló el pasado martes en los Alpes. Ante los medios, Spohr ha subrayado que el copiloto había pasado con éxito todos los exámenes técnicos y médicos. "Aprobó todas las pruebas y era apto al 100% para el vuelo", ha dicho el presidente de Lufthansa antes de asegurar que la actitud del copiloto Andreas Lubitz era "impecable".

En los últimos 25 años el número de vuelos se ha triplicado, pero los siniestros aéreos se han reducido más de la mitad. La mayoría se producen en las fases de despegue y de aterrizaje: en la aproximación del avión a su destino es cuando más accidentes se producen, un 32%; en el despegue se concentran el 28%, y durante el vuelo el 17%.

La clave de la invetigación del accidente del Airbus320 en los Alpes franceses estaba en una caja negra, de las que cada avión lleva dos. Son muy resistentes y llevan una baliza que emite una señal de radio para facilitar su localización en caso de catástrofe. La que se ha encontrado era la que va conectada a los micrófonos de cabina: graba las conversaciones de la tripulación, las alarmas y otros sonidos como la "respiración tranquila" del piloto durante los últimos minutos del vuelo, además de las comunicaciones con la torre de control.

Tras los atentados del 11S se cambió la normativa de seguridad aérea, cuando el mundo vió que un avión se podía utilizar como un arma. Desde entonces se multiplicaron los controles de acceso a la cabina de pilotos. Se tiene que marcar un código y dentro del avión sale unos pitidos discontinuos que te avisan de que quieren entrar. El año pasado, la desaparición del avión de Malasia Airlines aumentó, aún más, la seguridad en cabina.

El copiloto del avión de Germanwings accidentado en los Alpes franceses, Andreas Lubitz, vivía en un piso en Düsseldorf, aunque iba los fines de semana a Montabaur, a unos 150 kilómetros de Colonia. Desde la compañía aérea del avión de Germanwings, venían repitiendo que el accidente era inexplicable, y descartaban fallos técnicos, antes de conocerse que segúnu laa grabación de la caja negra Lubitz tenía la "voluntad de destruir el avión".

Los investigadores de la accidente del Airbus A320 creen que el copiloto rechazó abrir la puerta de la cabina al comandante y accionó el descenso del avión "con voluntad de destruir el avión" de Germanwings por razones que se desconocen. La justifica francesa ha identificado al copiloto como Andreas G. Lubitz, de 28 años y nacionalidad alemana, y señala que "nada permite decir que se trate de un atentado terrorista".

Los investigadores de la colisión del Airbus A320 creen que el copiloto rechazó abrir la puerta de la cabina al comandante y accionó el descenso del avión "con voluntad de destruir el avión" por razones que se desconocen. Según el relato del fiscal de Marsella, Brice Robin, a partir del audio extraído de la caja negra, el copiloto "accionó voluntariamente" el boton de descenso del avión y estaba vivo hasta que el aparato, con 150 persona a bordo, colisiona en los Alpes Franceses. La Fiscalía ha identificado al copiloto como Andreas Lubitz, un joven de nacionalidad alemana de 28 años. (26/03/2015)

Los restos de los primeros cuerpos rescatados tras el accidente de avión en los Alpes ya están siendo identificados.

Los primeros cadáveres fueron evacuados en helicópteros a última hora del miércoles, antes de que se interrumpiesen las labores de rescate, y han sido recibidos en un puesto avanzado médico en Seyne-les-Alpes. Allí son tratados con material traído del servicio de identificación criminal de la Gendarmería, cuya sede está en Rosny-sous-Bois, al este de París, han explicado las mismas fuentes.

Los equipos de rescate han retomado esta mañana a las 09.00 las labores en medio de unas buenas condiciones meteorológicas.

Por ahora, los servicios de rescate han centrado su misión en la recuperación de los cuerpos y en la búsqueda de la segunda caja negra, después de que la primera ya esté en manos del organismo de Investigaciones y Análisis (BEA), que ha podido extraer un archivo de audio.

El vocal técnico de SEPLA, Agustín Gúzmán, ha explicado en Los Desayunos de TVE acerca de los protocolos de seguridad sobre el acceso a la cabina de pilotos que "no se prevé que un piloto no deje entrar a otros sino a terceros", pero si el piloto que está dentro no permite el acceso es imposible entrar, ya que las puertas están blindadas. Guzmán ha explicado que en su compañía los pilotos solo están autorizados a salir por razones fisiológicas o para realizar cualquier función en la cabina de pasaje.

Los investigadores franceses han conseguido acceder a un arhivo de audio de la caja negra del Airbus 320, que se estrelló en los Alpes con 150 personas a bordo, que podrá ser utilizado en la investigación sobre las causas del accidente. 

Una exclusiva del New York Times cuenta que, según las grabaciones de voz recogidas en la caja negra, uno de los pilotos salió de la cabina antes del descenso del avión y no pudo volver a entrar. El periódico estadounidense cita como fuente a un oficial militar de alto rango involucrado en la investigación del accidente.

"Se puede escuchar que está intentado tirar la puerta abajo". Según los audios recuperados, el piloto fuera de la cabina golpeó fuertemente la puerta repetidas veces, aunque nunca obtuvo respuesta. No se sabe por qué salió ni por qué su compañero no abrió.

Todavía se desconoce la causa exacta que provocó la caída del avión desde más de 11.000 metros de altitud. Los investigadores franceses trabajan con varias porsibilidades. Una de las hipótesis que apuntan algunos expertos es la despresurización de la cabina. En caso de pérdida de presión los pasajeron tendrían quince segundos para reaccionar y ponerse las mascarillas. Es lo que se conoce como tiempo útil de conciencia. Pasados esos instantes tendrían una hipoxia.