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El dispositivo de búsqueda de los dos jóvenes españoles desaparecidos en Malasia cuando navegaban junto a otras dos personas cerca de la isla de Borneo se intensifica. En total ocho barcos, cuatro de ellos de vigilancia marítima, dos de la armada y otros dos de la policía malasia, rastrean sin descanso la zona donde se cree que pudo desaparecer la embarcación en la que viajaban, entre la isla de Borneo y el sur de Filipinas. 

Decenas de personas han muerto en las últimas 24 horas en los intensos combates en Alepo entre fuerzas gubernamentales y los rebeldes islamistas por el control de esta ciudad siria. Así lo han asegurado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH, una ONG con sede en Londres) y fuentes de ambos bandos citadas por la agencia Reuters.

Milicianos pertenecientes a la sala de operaciones "Fatah Alepo" (Conquista de Alepo), donde están incluidos varios grupos opositores, iniciaron la ofensiva en la que arrebataron a las autoridades sirias varios puntos del oeste de la localidad, según ha confirmado el activista Abdel Karim Leili a la agencia Efe. Este ataque de los rebeldes "es en respuesta a las masacres del régimen contra los civiles", ha destacado Leili.

La batalla por Alepo ha costado 300 vidas en dos semanas, la mayoría civiles. "Ni Al Asad, ni América, ni Rusia: nadie en el mundo conseguirá que entreguemos Alepo", gritos desde la zona rebelde. "Esta guerra no se acaba", advierte a Al Asad el jefe de la diplomacia estadounidense. Porque la oposición, augura Kerry, seguirá combatiéndole mientras siga en el poder. Roto el alto el fuego, se combate también a las puertas de Damasco.

Los cohetes siguen cayendo en los barrios de Alepo bajo control gubernamental. Según los primeros datos, han causado las muertes de tres miembros de una familia y varios heridos. Las autoridades locales atribuyen las acciones al Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda. En el oeste de la ciudad hay enfrentamientos entre grupos rebeldes y el ejército, que arroja barriles explosivos desde helicópteros. También está bombardeando en la periferia de Damasco. Todo esto ocurre a pesar del alto el fuego vigente, y de que Rusia ha vuelto a afirmar hoy que el país se está estabilizando.

Quería jugar como Messi y su padre le hizo una camiseta de rayas con una bolsa de basura a imagen de la albiceleste de su ídolo. La imagen del pequeño Murtaza se hizo viral, conmovió al futbolista que le hizo llegar a su aldea en Afganistán dos equipaciones y un balón de fútbol, y con solo cinco años se convirtió en una figura local. Ahora él y su familia han tenido que huir a Pakistán tras recibir amenazas de secuestro por parte de los talibanes, que le conminaban a dejarse de fútbol y a leer el Corán.