Gabriela gana 'MasterChef 13' tras el duelo final "más ajustado de la historia"
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MasterChef 13 ya tiene ganadora. Tras 13 semanas de duro trabajo y una impresionante evolución, Gabriela se convierte en la sucesora de Ángela, tras imponerse a Bea en el duelo final con un espectacular menú dedicado a su familia. Los jueces catalogaron el último cocinado como "el más reñido de la historia". Pero la final de la décimotercera edición nos dejó muchos más momentos memorables: la visita de Inés Hernand, el cocinado en el restaurante Disfrutar, el reencuentro de los ex aspirantes y una especial petición de "ex aequo". Te lo contamos todo.
La noche comenzó 'siguiendo al chef'. Ana, Bea, Gabriela e Ismael lucharon por la primera chaquetilla de duelista siguiendo el ritmo de Nacho Manzano (Casa Marcial con tres estrellas Michelin). Pero el chef no les dio tregua. Su receta de trucha, con ravioli de piel de trucha y hueva de la trucha con infusión de río y tosta de semillas dejó a los aspirantes con la boca abierta y les exigió al máximo. Pepe dejó claro que tenían que estar atentos porque "Nacho no esperaría ni repetiría nada". Y así fue. Desde el comienzo de la prueba Ana siempre fue a rebufo, lejos de su versión más focus. Ismael por su parte fue el más regular, ordenado y concentrado. Gabriela cocinó tranquila y sin alterarse lo que le permitió seguir todos los pasos. Bea sobrevivió en su caos particular sin perderse en ningún momentos.
Con el tiempo cumplido, los cuatro consiguieron completar las elaboraciones. Pero tocaba ver quién lo hizo asemejándose más al plato de Nacho Manzano. Ana se quedó fuera de la carrera por la primera chaquetilla aunque los jueces valoraron que pudiera completar todas las elaboraciones, aunque con diferentes fallos. Los detalles también fueron determinantes para descartar a Gabriela como candidata a la chaquetilla. Por todo ello, Ismael y Bea quedaron como las dos últimas opciones a ganar la ansiada prenda. Los jueces se inclinaron por Bea, que estalló de felicidad, y reconocieron que "a pesar del caos inicial", sus elaboraciones eran las que más se parecían a las del chef invitado. Inés felicitó a Bea tras conseguir la chaquetilla con un emocionante abrazo: "No hay 100.000 euros que paguen la alegría que lleva ahora en el cuerpo". Y le regaló un último y valiosísimo consejo entre risas: "Elige unos pantalones bonitos, Bea".
Ismael, Ana y Gabriela todavía tuvieron otra oportunidad. Y fue en un cocinado de ensueño. Mateu Casañas, Oriol Castro y Eduard Xatruch abrieron las puertas de su restaurante 'Disfrutar' en el Eixample de Barcelona para que los tres aspirantes optaran a la última chaquetilla trabajando en un menú con platos de altísima complejidad dedicado a unos exigentes comensales: nueve reconocidísimos chefs españoles que lideran restaurantes con estrella en Cataluña. Con Jordi Cruz, por supuesto, entre ellos. Los tres sacaron su mejor versión a sabiendas de que estaban ante su último tren para acompañar a Bea en el gran duelo final. Pero los jueces no tuvieron dudas y nombraron a Gabriela como segunda duelista: "Te lo has ganado a pulso." Tras ella, Ismael se quedó como tercer clasificado y Ana como cuarta.
Con las chaquetillas enfundadas, Bea y Gabriela llegaron al gran duelo final repasando la dureza del camino. Ambas han luchado como nadie para superar cada reto y reconocen que el esfuerzo ha merecido la pena. Para liberar tensiones antes del último cocinado de MasterChef 13, los jueces reservaron una sorpresa a las duelistas: la visita de Miguel Bosé. El cantante quiso desearles suerte y las obsequió con dos entradas para su próximo concierto en Madrid.
Superadas las presentaciones, llegaba el momento de sacar lo mejor de sí mismas con sus menús. Bea optó por tres platos en homenaje a su familia y a sus orígenes donde resaltara el queso como hilo conductor y presentó flor de calabacín rellena de mousse de queso con verduras al horno; solomillo de ciervo con emulsión de castañas y cremoso de patatas y queso; y helado de queso con gel de cítricos y uvas carbonatadas. Gabriela fusionó pasado, presente y futuro para dedicar, también, sus creaciones a su padre, marido e hijos, con: ensalada de atún con bizcocho de placton y esferas de albahaca; calamar a baja temperatura con panceta y gotas de tempura; y pavlova con espuma de horchata y fresas osmotizadas.
Plato a plato, las dos duelistas presentaron sus creaciones antes los jueces y los chefs invitados: Quique Dacosta y Joan Roca. Tras dedicar el entrante a su padre, Gabriela se centró en su marido en el principal: "El plato se llama 'La elección más importante de mi vida' y se lo dedico a mi marido Curro", comenzó explicando la duelista con un tono más cariñoso que nunca. "He intentado hacer una versión del bocadillo de calamares, porque cuando me pidió casarme con él enfrente de La Almudena nos fuimos a celebrarlo tomando un bocadillo de calamares. Así que se lo he querido dedicar a él, porque es la persona más importante de mi vida. No sólo es mi marido, también es mi mejor amigo, es la persona que tira de mi y con él he empezado el proyecto más importante de mi vida que es el de crear una familia, y seguimos en ello", afirmó. El emocionante discurso solo se vio interrumpido por un grito de Currito desde la galería: "Eres la número uno, mamá".
Por su parte Bea nos regaló un momento mágico con la dedicatoria a su madre. La duelista transportó a los jueces y a los chefs invitados a uno de los momentos de su infancia con los que más alegría recuerda: "Está inspirado en uno de mis momentos familiares favoritos. Mi madre nos obligaba a mi hermano y a mi a ir con bolsas de la compra llenas de uvas de nuestra parra. Las repartíamos entre los vecinos y a cambio ellos nos daban excedentes de sus huertas. Mi madre nos ponía a mi padre a mi hermano y a mí a pelar, cortar y cocinar tomates, cebollas, berenjenas, etc. y así hacer conservas para tener para el resto del año. Y este plato trata de llevaros a ese momento".
Tras la narrativa alrededor de su primer plato, a Bea le tocó escuchar las valoraciones de Pepe Rodríguez, Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nágera, Joan Roca y Quique Dacosta. Y fue precisamente éste último el que tomó la palabra, destacando la estética del plato: "Si esto fuera un restaurante, estaríamos haciéndole fotos al plato". Joan Roca, por su parte, dejó unas palabras que Bea seguro no olvidará: "Está muy bueno. Es muy bonito estéticamente también. Pero además refleja muy bien esta historia que nos has contado. Has sabido transmitir ese afecto de la familia hacia la cocina. Es maravilloso, es emotivo y el resultado es extraordinario. Enhorabuena". Pepe, manchego igual que Bea, calificó el plato como "alta cocina de La Mancha", para terminar asegurando que se lo copiaría para El Bohío perfectamente. Samantha cerró la valoración del entrante poniendo en valor el nivel de detalle al que llega Bea: "Está muy bien presentado, como todo lo que haces, está elegante y finolis. Has nacido para esto".
El punto y final a las presentaciones lo puso Gabriela con un postre espectacular con mensaje a sus hijos y homenaje a Valencia. "Quiero que mis hijos sepan que si tienen un sueño como lo he tenido yo o una pasión como la tengo yo por la cocina, que lo persigan. Y quiero no solo contárselo, quiero que lo vean con un ejemplo, como lo he visto yo con mis padres". Faltaba Valencia y su contexto. Y así lo explicó Gabriela presentando su dulce antes los jueces y los chefs invitados: "He hecho una falla valenciana simulándola con la pavlova. La espuma es de horchata, las fresas de Sagunto osmotizadas con amareto, la naranja osmotizada con agua de Valencia, hay un gel de naranja con cointreau y luego está el olor de la flor de azahar propio de los naranjos, muy valenciano".
Tras la explicación, Joan Roca calificó el postre como "un tres estrellas" para luego destacar "el juego aromático". Pero sin duda, la voz más autorizada para hablar de este plato era Quique Dacosta. Y no defraudó: "Si valencia es la tierra de las flores, de la luz y del color, está perfectamente escenificada en este postre. Es un plato del que todo valenciano y valenciana se sentiría muy orgulloso y desde aquí como valenciano te doy las gracias por el homenaje".
Llegó el momento de la deliberación. Entonces, Joan Roca abrió la puerta al empate. Los jueces y los chefs invitados compartieron entre ellos sus impresiones y comentaron que había sido "la final más ajustada de la historia". Y fue justo aquí cuando Joan abrió la puerta a que las duelistas compartieran victoria: "Podría ser un ex aequo". Pero la deliberación continuó y Jordi pidió a sus compañeros "buscar ese poquito de más que te haga ganar MasterChef". En una final tan ajustada, los detalles decidirían todo.
Con la decisión tomada, las duelistas, arropadas por sus familiares y los exaspirantes, ocuparon el lugar de los jueces para escuchar la decisión. Y Pepe fue el encargado de comunicarlo una vez más: "La ganadora de MasterChef 13 es... ¡GABRIELA!". Curro, Currito y Gabriela corrieron a abrazar a la ya campeona, que estalló de felicidad trofeo en mano: "Estoy flipando. No me lo creo. Esto es lo más grande". Gabriela se lleva 100.000 euros en metálico y un master en cocina, técnica, producto y creatividad en el Basque Culinary Center. ¡Enhorabuena!