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Julie Andrews: sus tres grandes éxitos y su estrepitoso fracaso

  • La consagrada actriz fue descubierta por Walt Disney en la obra teatral Camelot
  • Ha protagonizado éxitos como Mary Poppins, ¿Victor o Victoría? o Sonrisas y lágrimas

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Julie Andrews: Tres grandes éxitos y un sonoro fracaso

Es una estrella, una diva del teatro, el cine y la televisión. Es la gran Julie Andrews, una mujer que arrastró casi en la intimidad una vida de terror y miedos mientras hacía sonreír a la gente con su talento para la comedia y el musical. Su carrera está llena de éxitos, pero hay tres películas especialmente importantes: Mary Poppins, Sonrisas y lágrimas y ¿Víctor o Victoria? Con las tres arrasó en todo el mundo y las tres marcaron su vida. Sin embargo, hubo una en concreto que empañó su impecable trayectoria para siempre, La Estrella. ¡Te lo contamos todo!

Un inicio de altura

Walt Disney la vio en el teatro, haciendo Camelot con Richard Burton, supo que era la persona adecuada para su nueva película: Mary Poppins. Pero Julie Andrews, que tenía 27 años, estaba embarazada y no podía aceptar. El todopoderoso empresario y productor no dudó en retrasar el proyecto y esperar a la actriz. En 1962 ella trae al mundo a Emma y empieza a prepararse para el papel. Era la primera vez que hacía cine, pero lo hizo de maravilla. "Fue una gran profesional, fue como si lo hubiese hecho toda su vida", dijo Dick Van Dyke, su compañero de reparto. Su papel en este emblemático film la convirtió en un icono de varias generaciones y en todo un recuerdo de la infancia más entrañable.

Siguen las sonrisas, lejos de las lágrimas

¿Quién no recuerda a una sublime Julie Andrew feliz en el campo mientras canta The hills are alive with the sound of music? O, puestos a hacer memoria, ¿cuántas veces no habremos visto la famosa escena de nuestra protagonista en la cama entreteniendo a los niños con el famoso tema My favourite things?

Pues sí, si todo esto ha perdurado en nuestros corazones es porque la actriz no dejó de interpretar grandes éxitos como Sonrisas y lágrimas, en 1965. Esta película musical, ambientada en Austria durante los años 30, se llevó tantos premios que faltan estanterías para colocarlos.

'Celebramos los 50 años de 'Sonrisas y lágrimas' con Julie Andrews

Y qué decir de lo espléndida que estuvo Andrew encarnando a Víctor en la versión de 1982 de ¿Víctor o Victoria? Un film que resultó aclamado, premiado y que marcó un avance en la narración de tramas LGTBI por alejarse de las ridiculizaciones al colectivo propias de la época.

De ídolo popular a una mancha en su carrera

Julie Andrews convertía en galardón todo lo que tocaba. Fue una actriz cotizada, pero necesitaba vacaciones tras su incansable trabajo. Sin embargo, antes de poderse tomar ese respiro que tanto necesitaba, le propusieron rodar La estrella, un film musical dirigido por Robert Wise y estrenado en 1968.

La actriz aceptó porque las condiciones le parecieron oportunas para cosechar un nuevo éxito, lo que ella aún no sabía es que le esperaba todo lo contrario. Andrews encarnó a Gertrudes Lawrence, la estrella del music-hall de los años 30 cuya carrera parecía idéntica a la de la intérprete: ambas eran inglesas, empezaron desde pequeñas en espectáculos varios, procedían de hogares rotos y mantenían una trayectoria increíble.

Julie Andrews, 2015 en Los Ángeles

Julie Andrews, 2015 en Los Ángeles GTRES

Lo que ocurrió es que este rodaje no fue idílico para la actriz. Se despertaba cada día a las seis de la mañana y soportaba tanto cansancio sobre sus hombros que se vieron obligados a inyectarle vitaminas. Salió exhausta de una película que, finalmente, fue mal recibida.

Un primer fracaso rotundo para Julie Andrewsque fue acompañado de continuas peleas con Tony Walton, su marido, del cual se separó ese año. Sin embargo, lo peor estaba aún por llegar, y es que fue en Santa Mónica, lugar paradisíaco donde vivía con su hija, donde a la estrella le asaltaron todos sus fantasmas del pasado al enterarse de la muerte de su padrastro. Una mala época para una artista que tanto ha marcado nuestras memorias.