Enlaces accesibilidad

Aznalcóllar: Cicatrices del mayor desastre ecológico de Andalucía

  • Se cumplen 25 años del mayor vertido de lodos contaminantes provocado por la industria minera
  • La marea negra llegó a las puertas de Doñana y cambió la vida de centenares de personas

Por
El escarabajo verde - 25 años de de Aznalcóllar: Cicatrices de la tierra

Miguel Ferrer atiende al equipo del 'Escarabajo Verde' en la Estación Biológica de Doñana. Actualmente, es investigador científico del CSIC, pero en 1998 sustentaba el cargo de director del Parque Nacional de Doñana. ¿Cómo se vive una catástrofe similar cuando estás al frente de un ecosistema tan importante como el de Doñana? ¿Cómo afrontó las primeras horas del desastre? Ante las preguntas, la tristeza irrumpe en su rostro y explica con tono grave: “No se me ocurre otro adjetivo que dantesco. Al llegar a la madrugada, vi a los peces saltando de los arroyos porque el agua tenía un pH de 2.5, es decir, como una batería de coche. Y los peces preferían morir asfixiados que quemados en el ácido. Todo el mundo corría de un sitio para otro sin saber qué hacer, no había un plan previsto. Fue terrible”.

Miguel Ferrer, investigador científico del CSIC

Miguel Ferrer, investigador científico del CSIC

El escenario de las primeras horas del desastre

Ante la rotura de la balsa de lodos, ubicada en la explotación a cielo abierto de la mina de Aznalcóllar, los esfuerzos por evitar la entrada de la marea negra en el corazón de Doñana dieron su fruto. Detrás, pero, quedaron 60 km de riberas anegadas por barro tóxico, acuíferos contaminados, toneladas de peces muertos, centenares de aves afectadas y miles de puestos de trabajo perdidos. Aunque el accidente fue de dimensiones colosales, la respuesta también lo fue, activando una de las mayores operaciones de limpieza de suelos contaminados del mundo, que ha convertido el caso de Aznalcóllar en todo un referente internacional.

“La literatura científica tiene un claro antes y después del vertido, ahora sabemos mucho más. En cuanto a legislación, hasta que se rompió la presa de Aznalcóllar, no había legislación europea de suelos contaminados, eso apareció a raíz del desastre. Y la normativa, que ahora pide unas garantías mayores para la actividad minera”, destaca Ferrer.

En Minas de Riotinto, Huelva, se ubica una de las minas más grandes de España

En Minas de Riotinto, Huelva, se ubica una de las minas más grandes de España

Miguel Ferrer, hasta aquel 25 de abril, se dedicaba a la conservación de especies amenazadas como el águila imperial. Pero, a raíz del accidente, su carrera se especializó en los contaminantes del medio ambiente. Hoy, décadas más tarde, empieza a trabajar de nuevo en conservación, pero el impacto emocional de aquel accidente, asegura, será para toda la vida.

Heridas ambientales que no cicatrizan

Si la tragedia cambió el rumbo profesional de Miguel Ferrer y de otros noventa investigadores, también lo hizo con la vida de los habitantes de Aznalcóllar. La empresa responsable del desastre, Boliden, se fue tal y como había llegado, dejando en el paro a centenares de personas. A día de hoy, ¿queda algún rastro de aquella catástrofe en la población?

En los bares y centros sociales del pueblo ponen cara amarga cuando el equipo pregunta sobre el tema y muchos prefieren no hablar. La herida sigue abierta. No en vano, el pueblo ha elegido como alcalde a un sindicalista portavoz minero que ha liderado un sinfín de luchas. Juan José Fernández ha dado el paso a la política para luchar desde otra perspectiva. Mirando atrás, ¿qué se ha dejado en esta lucha? El alcalde suspira y con lágrimas en los ojos responde: “A mi familia. Criar a mi hija. Gracias tengo que darle a mi mujer y a mi hija que me han comprendido y que han estado a mi vera y siguen estándolo. Han sido el pilar más fuerte para que yo pudiera encerrarme y realizar luchas sindicales para defender los derechos de los trabajadores y de los mineros”.

Director general de operaciones de Minera Los Frailes

Director general de operaciones de Minera Los Frailes

La reapertura de la mina de Aznalcóllar

Después de infinidad de reuniones, encierros e incluso huelgas de hambre, el alcalde Juan José Fernández asegura que, pronto, la mina volverá a abrir. 'Minera los Frailes', participada por Grupo México, es la empresa que reanudará la actividad minera a cambio de ocuparse de los pasivos ambientales. El alcalde sigue muy de cerca el nuevo proyecto minero y asegura que luchará para que los trabajadores de la futura mina, que sería ahora de explotación subterránea, sean habitantes de Aznalcóllar.

Aznalcóllar se prepara para la reapertura de la mina

Aznalcóllar se prepara para la reapertura de la mina

Pero estos proyectos suelen ser difíciles de emprender y más después de una catástrofe ambiental. 'Los Frailes' ha conseguido el dictamen ambiental favorable, se trata del último trámite antes de que se otorgue el permiso final. Pero 'Ecologistas en Acción' denuncia que el vaciado de agua del yacimiento contaminaría con metales pesados el río Guadalquivir, a pesar de que la empresa asegura que la infraestructura hidráulica es la mayor inversión del proyecto y una exigencia de la administración andaluza. Por otro lado, 'Los Frailes' se enfrenta a litigios judiciales al recurrir la empresa que no ganó el concurso. La Audiencia de Sevilla fija para el 2025 el juicio correspondiente a la adjudicación de los derechos de explotación, proceso en el que hay catorce funcionarios acusados. La fiscalía de Sevilla, por su parte, reitera que no aprecia indicios de delito. Independientemente del camino que siga el proceso judicial, la empresa continúa preparando el proyecto.

¿La sociedad aumentará las actividades mineras siguiendo la evolución tecnológica en la que está inmersa o dará un cambio de rumbo y reducirá su consumo? ¿Encontrarán suficiente mineral reutilizando aparatos en desuso? ¿Se debería invertir en extraer el mineral que todavía queda en antiguas escombreras? Bajo una vigilancia ambiental cada vez más restrictiva, Bruselas ha decidido explotar más yacimientos europeos para realizar cuanto antes la transición energética verde. Y en estos futuros proyectos, el recuerdo de desastres como el de Aznalcóllar será determinante a la hora de abordar estas cicatrices de la tierra.