El arte de los videojuegos: del concepto al diseño. La pintura, quinto nivel de 'Somos Gamers'

• ¿Es el videojuego un arte? ¿Qué influencias tienen grandes títulos como Blasphemous de la pintura clásica?
• Charlamos de arte gamer con Enrique Cabeza y Jordi Cruz con un mejunje especial
• Escucha ya el quinto episodio de Somos Gamers, gratis en RTVE Audio
• Somos Gamers, el pódcast para pros y noobs: escucha todos los episodios

Enrique Cabeza y Jordi Cruz, jugadores del nivel 5

El arte es una de las expresiones más humanas que hay. Y depende de la visión propia de cada uno. En la prehistoria, el Homo neandertalensis recogía materiales de formas y colores llamativos, con los que decorar sus cuevas y despedir a sus difuntos. Es decir, que la pintura cuenta con más de 67 000 años de antigüedad. Así que empezamos pintando en cuevas y fabricando herramientas a modo de manualidades. Y hemos acabado con NFTs e ilustraciones virtuales. Entre medias, siglos de historia del arte con movimientos, desde el renacimiento hasta el pop art, pasando por el barroco, el realismo, el impresionismo, el cubismo o el surrealismo.

La pintura ha pasado de estar en cavernas y lienzos a convertirse en ilustraciones, activos digitales, películas de animación y videojuegos. Existen tantas obras de artes como gustos hay en el mundo. Y los videojuegos tienen también sus propios procesos de creación y de conceptos de arte. Nos lo cuentan Enrique Cabeza, director artístico de Blasphemous en The Game Kitchen, y Jordi Cruz, mítico presentador de Art Attack, en el quinto episodio, un creativo "mejunje Somos Gamers".

Pintura y videojuegos: concepto visual, diseño y desarrollo del arte gamer

¿Qué es el arte? Enrique Cabeza lo tiene claro: "Es una manera de comunicar. En los videojuegos lo hace a través de las propias reglas del juego, con los enemigos, el diseño y la inmersión que crea para contar una historia. Es lo que nos hace llevar el mundo real cotidiano a o fantástico que opera en la pantalla, similar al cine o la literatura", cuenta. Por su parte, Jordi Cruz comenzó en el mundo del arte y las manualidades y tiene otra visión: "En la vida está todo inventado. Lo que puedes hacer con el arte es dar una vuelta de tuerca. Observar e investigar para obtener datos del entorno como inspiración para sacar la mejor versión. No consiste en copiar, sino en ser inspirado por cualquier cosa", dice.

De hecho, esos pequeños giros de los que Jordi habla son los que Enrique Cabeza hizo junto a Mauricio Quevedo para el título de Blasphemous, que se inspira en el barroco sevillano y hace referencias al arte español con las Meninas montadas en Gigantes, el vestuario del cuadro Vuelo de Brujas de Goya o las metáforas musicales de Lola Flores. Sobre esto, Enrique cuenta cómo fueron sus inicios: "Buscábamos un hueco en el mercado de los videojuegos, que es muy competitivo. Lo encontramos a la vuelta de la esquina en el tenebrismo religioso del sur de España para vestir la historia que queríamos contar. Todas esas ideas pasaron por los procesos creativos y técnicos para crear ese mundo fantástico".

Y es que los videojuegos son un gran escaparate para mostrar el arte nacional, algo que los desarrolladores de cada país empiezan a usar cada vez más. Con ello podemos aprender arte e historia de muchas maneras: "No todos los videojuegos están encaminados al entretenimiento. Sigamos utilizando los videojuegos para que la gente pueda crear y dar rienda suelta a la imaginación, ya que formarán parte de la infancia y la juventud muchas personas", reflexiona Jordi. Escucha el capítulo al completo arriba: ¡dale al play!

¿Quiénes son los jugadores del quinto nivel de Somos Gamers? Conoce a Enrique Cabeza y Jordi Cruz

Enrique Cabeza, desarrollador de videojuegos, es el director creativo en The Game Kitchen. Ha participado en nueve títulos españoles, entre los que destacan The Last Door y la aclamada saga de Blasphemous, que va por su segundo juego. De hecho, el primero de ellos ganó en 2019 los galardones a Mejor desarrollo español y al Juego Independiente del año en los Premios Titanium, donde también fue nominado en la categoría de Mejor Arte. Enrique recibió el Premio DeVuego a Mejor artista ese mismo año y entre sus juegos favoritos destaca el primer Resident Evil: "Fue uno de los juegos cuya inmersión más me cautivó. La inmersión para mí es muy importante en los videojuegos y creo que ese juego en conjunto, en su sonido, en el diseño de la casa y muchos más aspectos", asegura.

Jordi Cruz Pérez comenzó a trabajar con 19 años en TVE, al frente del programa infantil Club Disney. Después pasó a ser un referente en las manualidades con Art Attack, el programa demostraba que "no necesitas ser un experto para ser un artista". Ahora nos orienta con cosas de bricomanía a los niños que practicábamos con el mejunje de cola. Pero también es podcaster y vivió la aventura de Eurovisión Liverpool Calling: The pichoneta edition, disponible en RTVE Play. Amante de la animación, puso voz a Flik en la película Bichos, y a Fred Weasley, en las adaptaciones cinematográficas de Harry Potter y en el videojuego de Harry Potter y la Piedra Filosofal). Uno de sus juegos favoritos es el antiguo The Goonies (Konami), para NES: "Hay que recordar que tengo 47 años y mi primer contacto técnico con videojuegos fue con estas consolas que cargabas los cartuchos que tenías que apretar", cuenta.

La música de Somos Gamers, en Spotify

Los sonidos son parte de la radio y en este pódcast la música es fundamental. Por eso mismo, los invitados de Somos Gamers recomiendan sus bandas sonoras favoritas de videojuegos. En esta lista de Spotify podrás encontrar todas las canciones que han sonado en los niveles que ya están disponibles en RTVE Audio.