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Ana Obregón: No es su hija, es su nieta

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Ana Obregón, ÚLTIMA HORA: la niña no es su hija, es su nieta
La revista ¡HOLA¡ desvela que la niña es nieta de Ana Obregón y se llama Ana Sandra

Ana Obregón vuelve a sorprendernos a todos y confirma lo que las redes llevaban murmurando una semana. La bebé nacida por gestación subrogada no es su hija, en realidad es su nieta. Se llama Ana Sandra y ha venido al mundo para cumplir la última voluntad de su padre. Aless Lecquio manifestó su deseo de ser padre de manera póstuma. Así lo manifiesta en una impactante exclusiva a la revista ¡Hola!: "Es hija de Aless y cuando crezca le contaré que su padre fue un héroe, para que sepa quién es y lo orgullosa que tiene que estar de él."

Cuenta a la publicación que no tiene ojeras y que, aunque hace 30 años que no cambia un pañal, no ha perdido la maña y está encantada con los desvelos y los biberones cada tres horas.

Ha abierto telediarios y su caso ha llegado hasta los pasillos del Congreso y los partidos políticos se han visto obligados a posicionarse ante un tema que se ha convertido en debate nacional. Obregón no da crédito: "¿Pero qué escándalo es este ahora?" dice marcándose un Sara Montiel.

Piensa volver a España. Responde a las preguntas de la edición en varias ocasiones afirmando que todo es estrictamente legal. Lamenta que en España no se comprenda su decisión mientras en Estados Unidos puede vivirlo con normalidad y, para demostrarlo, cuenta que cada vez que va al pediatra le preguntan con naturalidad si es adopción o gestación subrogada.

Tomó la decisión el día que murió Aless

Son muy impactantes los párrafos en los que cuenta cómo y por qué tomó la decisión. Dice que el día que su "niño se fue al cielo" supo que lo iba a hacer. Este iba a ser su bote salvavidas. Justo una semana antes de morir, Aless le expresó a sus padres el deseo de tener descendencia incluso si algo le pasara.

Es usual que antes de empezar un tratamiento agresivo contra el cáncer, al paciente joven se le ofrezca la posibilidad de congelar su esperma por si las medicinas perjudican su fertilidad. Ana cuenta que las muestras estaban en Nueva York y que el proceso no ha sido fácil. Con un óvulo donado y un vientre de alquiler ha cumplido el que, según ella, era el sueño de su hijo. El embarazo no se ha conseguido a la primera y con cada fracaso ella se ha llevado un disgusto terrible.

Se llama testamento ológrafo y se produce cuando dos personas son testigos de la última voluntad de alguien. Sólo lo sabían sus hermanas, por ser dos tumbas, y Alessandro Lecquio.

Ana Obregón no admite ninguna crítica

Ella, bióloga, no alberga ninguna duda del proceso. Está más que satisfecha con la decisión que ha tomado y saca carácter para defender su posición. Y añade dolida: "Nada más que la de un padre o una madre que hayan enterrado un hijo. Solo ellos son los que pueden opinar y los que me pueden entender."

A efectos legales, Ana es su madre y como tal la inscribirá en el consulado español. Ana Sandra, tendrá doble nacionalidad y en breve volará a Madrid para vivir en la que será su casa. Obregón no es ajena a las dudas que surgen entorno a su edad...¿y si le pasara algo? Contesta a esta pregunta recordando la muerte de su hijo y sus padres en sólo tres años. Se quedó sin ganas de vivir. El futuro de la pequeña Anita, como ella la llama, no le preocupa. Está en condiciones de brindarle una vida llena de posibilidades por su buena situación.

Un nombre lleno de simbolismo

Le ha puesto el nombre que su hijo quería. Ana, en honor a su abuela, bisabuela y tatarabuela, y Sandra, por Aless. Está encantada con la niña. Supo que iba a ser una chica en diciembre y lo consideró un regalo. Desde que su hijo murió, la fiesta acabó en casa de Ana Obregón. Ahora volverá la ilusión, dice que está obligada.

Es un nombre muy bien escogido. Sandra es el femenino de Sandro, nombre propio y apócope masculino que derivó del nombre italiano de Alessandro. Alessandro es el abuelo de la niña y Alessandro Lequio Obregón, conocido por todos por Aless, es el papá de la criatura

Además, la fotografía de portada de ¡HOLA! tiene muchas lecturas. Pero hay que resaltar que Ana lleva el colgante con el nombre de su hijo, Aless. Así, en una misma imagen, vemos, o sentimos, a los tres protagonistas de esta historia: Ana, la abuela; Aless, el padre; y Ana Sandra, la hija

No será su última hija ni su última nieta

No descarta tener más hijos de Aless. Dice que a él le hubiera encantado tener 5 niños y que no le importaría seguir. Considera haberle fallado cuando no pudo salvarle la vida y le juró con su vida cumplir su voluntad. Es una niña tan ligada al dolor por la pérdida de Aless, que hasta dormirá en el cuarto de su padre que no ha sido tocado hasta ahora.

Nadie la parará. Esta exclusiva en ¡Hola! es, sin duda, su confesión más salvaje... y eso que Obregón ha dado decenas de portadas. Pero no va a dejar que nadie le arrebate lo que por derecho cree suyo: "Cuando sepan la verdad, todo el mundo entenderá que esto no es un capricho."