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'La tía Tula', el erotismo de un sobaco que chocó con la censura franquista

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Aurora Batista en 'La tía Tula', de Miguel Picazo
Aurora Batista en 'La tía Tula', de Miguel Picazo

Para cierta generación, Miguel Picazo siempre será el profesor Figueroa, uno de los personajes a los que Alejandro Amenábar dio vida (y muerte) en su deslumbrante ópera prima, Tesis (1999). Un papel icónico que llegó a eclipsar su también figura como cineasta, autor de una de las películas fundamentales de la filmografía del cine español, La tía Tula(1964). La cinta, debut de Picazo y una de las más aclamadas de nuestro país, pasó a la historia, sin embargo, por ser la película más mutilada por la censura franquista.

Adaptación de la obra homónima de Miguel Unamuno, aunque trasladada a los años 60, La tía Tula cuenta la historia de una mujer soltera de provincias que se va a vivir con su cuñado y sus sobrinos, tras enviudar éste. Aplastada por la moral católica, Tula debe hacer frente a sus propias contradicciones y negar su objeto de deseo por su cuñado. Sexualidad femenina (aunque reprimida) e independencia (aunque revestida como un gesto beato), no eran concebibles para la censura franquista tremendamente mojigata.

La tía Tula: ¿dónde metió tijera la censura?

En una ocasión, Picazo afirmó que la censura franquista metió tanto la tijera que había dejado la película en un tráiler. En total, se eliminaron ocho escenas, algunas fueron secuencias enteras de seis minutos. Lo que más removía a los censores, todo lo que tuviese que ver con el sexo, críticas al orden establecido y cualquier referencia ambigua con las cuestiones religiosas. Es decir, el grueso de la trama de La tía Tula.

Picazo, perteneciente al considerado como Nuevo Cine Español, bebía del espiritu renovador de Unamuno y, como él, también le dolía España y buscaban desesperadamente la forma de cambiarla a través del cine y el arte. La tía Tula es resultado de un realismo crítico al que aspiraba un cine totalmente asfixiado por la censura.

Mientras que la Tula de Unamuno, símbolo de la maternidad, cuidaba de sus sobrinos sin esperar nada a cambio, Picazo actualizó el sentido del personaje, conviertiéndola en signo y víctima de la represión sexual que seguía vigente en la España provinciana de los 60.

La escena del cementerio

En la película original, protagonizada por Aurora Bautista y Carlos Estrada, había una escena en la que el personaje de Ramiro, contemplado por su hijo, está sentado bajo el muro de un cementerio bajo un cartel que reza: “Cementerio. Lugar sagrado. Se prohíbe el paso en el cementerio a señoras y señoritas que vayan sin medias y a las parejas que no guarden la debida compostura y moralidad”. El cartel era real, del cementerio de Guadalajara donde se rodó la secuencia, pero no se dejó ver en la cinta.

'La tía Tula' (1964), escena del cementerio

'La tía Tula' (1964), escena del cementerio

Una violación

La censura tampoco dejó pasar una escena de violación en la que el cuñado de Tula ejercía sobre Juanita (Enriqueta Carballeria). Una secuencia que, de no haber sido eliminada, pretendía poner sobre la mesa ciertas prácticas de poder y abuso ejercidas por los hombres contra las mujeres y que, dejaba, mal parado al protagonista masculino de la película.

Un sobado y desodorante, demasido érotico para la censura

Más sorprendente resultó la censura de la escena en la Tula se desnuda en la habitación, para quedarse en combinación, y se aplica desodorante frente al espejo, algo que a los censores les debió parecer peligrosamente erótico.

Una de las escenas censurada: Tula (Aurora Bautista) se aplica desodorante. EXPOSICIÓN 'LA TÍA TULA' / ACADEMIA DE CINE/ DIPUTACIÓN DE JAÉN

Una misa en favor de la virginidad

También sufrió el tijeretazo una secuencia completa de una reunión canónica de la sección femenina de la Falange leyendo pasajes de la Biblia que invitan a Tula y otras beatas -entre ellas Irene Gutiérrez Caba como Herminia y Laly Soldevila como Amalita- a meditar sobre cuestiones como la virginidad y la castidad.

Una de lo más aclamados títulos de nuestros cine

Afortunadamente y pese a todo el esfuerzo censor, La tía Tula terminó siendo una de las piezas esenciales del cine español, su esmerado guión logró superar el problema de la censura y ofreciendo una visión real de la España de la época.

La tía Tula recibió una larguísima lista de premios, entre ellos la Concha de Oro, del Festival de Cine de San Sebastián, y el Premio de la Crítica de Nueva York. Ahora, Historia de nuestro cine nos permite redescusbrir la mayor joya de su filmografía. Disponible en el catálogo en abierto de RTVE Play hasta el 1 de enero de 2023..