Enlaces accesibilidad

'Plata quemada', una historia de amor y sangre: el suceso real y las polémicas de la película

Por
Plata quemada (2000), en RTVE Play
Plata quemada (2000), en RTVE Play

Cuando en el año 2000 se estrenó Plata quemada en nuestro país, se sabía muy poco a este otro lado del charco sobre las polémicas que arrastraba una película basada en uno de los episodios más oscuros de la crónica negra en Argentina. La turbulenta y salvaje cinta de Marcelo Piñeyro (Kamchatka) llevó a la gran pantalla la uno de los sucesos policiales más dramáticos de los años 60 en Latinoamerica: el enfrentamiento armado entre un grupo de delincuentes argentinos y la policía uruguaya que se prolongó durante semanas.

Los hechos ocurrieron en noviembre de 1965. Tras perpetrar el robo, los delincuentes se convirtieron en asesinos. Pasada la frontera con Uruguy, se toparon con un control policial que acabó con la muerte de un agente. En la fuga, se refugiaron en el famoso edificio Liberaij de Montevideo. Más de 300 policías rodearon el bloque y emprendieron un tiroteo que duró 15 horas. Tres de los bandidos murieron, otro escapó por poco, pero acabó falleciendo en Buenos Aires. Otros dos agentes perdieron la vida. Los ecos de aquel suceso, aún resuenan en el Río de la Plata.

El escritor Ricardo Piglia relató la visceralidad los acontecimientos en Plata quemada, nombre de la novela que daría título a la película posterior. Un A sangre fría, como lo definieron en su momento, con el que el escritor logró hacerse con el Premio Planeta, aunque el galardón le fue retirado poco después, tras una denuncia interpuesta por el también escritor Gustavo Nielsen.

Plata quemada (2000) ganó el Goya a la Mejor película iberoamericana

Plata quemada (2000) ganó el Goya a la Mejor película iberoamericana

Al igual que ocurre en la película, título que podrán verse en la sesión doble de Historia de nuestro cine de este viernes, la novela se aferró a los hechos, más allá de la versión oficial. Piglia decidió profundizar en lo que muchos no repararon al contar la crónica negra, la relación de amor entre dos de los delincuentes, El Nene y Angel, a quienes en la cinta dan vida Leonardo Sbaraglia y Eduardo Noriega. Conocidos como Los Mellizos, era una pareja de crimen organizado compuesto por Franco El Nene Brignone y Marcos El Gaucho Dorda.

Delincuencia, pasión y billetes quemados

Poniendo el hecho delictivo como fondo, el foco recae en la historia de pasión entre estos dos bandidos. Dos personajes que se presentan humanos, atravesados por una marginalidad de la que siempre huyeron y por los estigmas de su condición. Aquello desconcertó a muchos. Piglia que siempre sostuvo que su libro se adcribia a la novela de no ficción, realizó una exhaustiva investigación sobre los hechos, aunque la novela cuenta más por lo que calla.

El gran misterio del caso fue, precisamente, dónde habían ido a parar el botón, si es que, acaso, la plata había sido quemada realmente. El destino final del dinero es a día de hoy una incógnita que ni en la novela, ni en la película se aclaran, pero la corrupción policial es otro de las cartas que quedan boca arriba en esta historia. Película y novela se propusieron no transitar lugares comunes. Evitar maniqueísmos de buenos contra malos y profundizar en el alma humana, con sus luces y sombras. Eso revolvió a más de uno, especialmente en Argentina.

Pablo Echarri, Leonardo Sbaraglia y Eduardo Noriega en 'Plata quemada' (2000)

Pablo Echarri, Leonardo Sbaraglia y Eduardo Noriega en 'Plata quemada' (2000)

Hubo quienes, incluso, tacharon la película de incitar a las drogas y la homosexualidad. Por aquel entonces en España no estaba ni aprobado el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero en Argentina ni se vislumbraba una cosa parecida. En cualquier caso, es curioso porque todas las escenas de sexo que hay son heterosexuales, más allá de caricias o una masturbación nada explicita. Por otro lado, los personajes usan la droga para robar o enfrentarse a una realidad inasumible en mitad del tiroteo.

Aunque quizá pudo haber escocido más la mezcla de sexo y religión que apostillan los protagonistas, cuando Eduardo Noriega dice aquella frase de: "Si nos quedamos sin semen, nos quedamos sin Dios. La leche es santa". Con todo, la cinta fue reconocida con dos de los premios más importante a uno y otro lado del charco. Premio Goya a la mejor película extranjera de habla hispana y el Cóndor de Plata al Mejor guion adaptado. No te pierdas Plata quemada (2000), disponible ya en el catálogo de Historia de nuestro cine en RTVE Play.