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Novéntame otra vez

'Novéntame' recuerda "La tele que vino de Italia"

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Novéntame otra vez - Así comienza "La tele que vino de Italia"

¿Quién no recuerda programas de entretenimiento míticos de TVE como ¿Qué Apostamos?, Grand Prix, Cuando calienta el sol, ¿Qué Apostamos?Grand PrixHola Raffaella Este jueves, Novéntame otra vez se atreve con un documental de lo más divertido; la forma de hacer televisión, importada del modelo italiano, que apostó por el directo, el espectáculo, el humor, los invitados de renombre y la participación activa de los espectadores.

Al frente, presentadores dotados de gran carisma como Ana Obregón, Ramón García, Raffaella Carrá, Jordi Estadella, Marlene Mourreau, entre otros. Y, detrás, un cuadro de imprescindibles secundarios que iban de Rappel a Loles León o Asunción Embuena pasando por los directores de las orquestas que ponían banda sonora en riguroso directo. Un nutrido elenco dispuesto a divertir -y divertirse- reinventando la televisión española en la década de los 90.

Para analizar este fenómeno tan noventero, en Novéntame proponemos un recorrido por los hitos de esta forma de entender la televisión: "La tele que vino de Italia". En este capítulo, recordamos trompazos cortesía de la mítica vaquilla de Grand Prix, una accidentada lucha de barro en ¿Qué apostamos?, al surrealista Cañita Brava reventando El semáforo, las llamadas telefónicas de Raffaella más disparatadas y la presencia de unos cuantos tigres en pleno plató. Puedes verlo aquí al completo.

Los rostros de los 90

Hacen memoria con nosotros sus protagonistas: el conductor de Grand Prix y ¿Qué apostamos?, Ramón García, presencia constante en la TVE de esa década; la cara más sofisticada de El semáforo, Marlene Mourreau; el productor y director de muchos de estos programas, Francesco Boserman; el director de orquesta y hombre para todo, Eduardo Leiva; así como el crítico de televisión Borja Terán y Mar Regueras y Jennifer Rope en calidad de copresentadoras de Grand Prix y su antecesor Cuando calienta el sol.

El ideólogo de gran parte de esta forma de hacer televisión, Francesco Boserman, fundador de Europroducciones, tiene claro que "en la televisión de los 90 la gente tenía que ser protagonista. El teléfono fue el cambio total de la televisión, en Italia y en España". Así, Borja Terán habla de una "televisión analógica pero interactiva, en la que la gente podía cambiar el transcurso del programa".

Los elementos clave

El teléfono era imprescindible en Hola Raffaella, pero uno de sus colaboradores, el vidente Rappel, nos habla de otro elemento escenográfico bastante más peligroso: el tigre.

A Ramón García, icono ineludible de la televisión noventera, le tocó también hacer de todo. Y, también, que le hicieran. "Un día, la famosa ducha final de ¿Qué apostamos? se cambió por una lucha en el barro. La chica se lo tomó en serio y me pegó una paliza como no me ha pegado nadie en mi vida […] Tuve que ir urgencias, y el médico que me atendió había visto el programa y me dijo: ya sé a qué vienes".

Eduardo Leiva es otro secundario sin complejos: director de orquesta de Grand Prix y ¿Qué apostamos?, acabó entrando a todos los trapos. "Era un corte terrible ¡Qué iban a pensar mis compañeros de música cuando me vieran hacer el payaso! Pero luego me animé y el día que no me disfrazaba era una desgracia".

No podemos olvidarnos de ese anti talent show que fue El semáforo. Según nos cuenta Marlene Mourreau "un formato italiano llamado La corrida que Chicho Ibáñez Serrador".

Todo esto y muchísimo más es "La tele que vino de Italia", el peculiar retrato pintado por Novéntame a partir de una de las etapas más brillantes -en más de un sentido- de la historia de TVE.