Catalina y el amor: una tragedia en cinco actos
- Enamorada de Cipri a escondidas, ha muerto sin saber que era libre
- Gonzalo nunca le confesó que Floro, su marido, llevaba años muerto
- Último adiós a Catalina: este jueves, videoencuentro con Pepa Aniorte
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La muerte le ha llegado a Catalina sin saber que era viuda. Vivió atrapada entre el recuerdo de su marido, Floro, y su pasión por Cipri, el hombre que la hizo feliz pero al que tuvo que amar a escondidas. Repasamos las claves de la trágica historia de Catalina, una vida marcada por la mala suerte en el amor.
1. Atada al fantasma de Floro
Floro era el barbero de la Villa. Hombre tranquilo y buen padre, tuvo la mala suerte de cruzarse en el camino de una guerrera samurai, enemiga de Águila Roja. Gonzalo nunca confesará su muerte a Catalina, que piensa que su marido está en las Indias. Un secreto que decidirá su destino, pues a ojos de todos, es una mujer casada.
2. Cipri, el amor secreto
Cipri y Catalina se conocen de toda la vida. Cipri, abandonado por su mujer, Inés, se enamora de Catalina. Pero un día Inés reaparece por sorpresa tras haber perdido el hijo que esperaba del rey y muere desangrada. Un duro golpe para Cipri y Catalina, amiga de la infancia de Inés. La pareja, unida en el dolor, vive una pasión clandestina que jamás podrán manifestar en público bajo pena de adulterio.
3. Contra todo y contra todos
La fatalidad se cebó muchas veces con Catalina y Cipri, que tuvieron que superar juntos grandes dificultades. La pareja ha pasado por momentos críticos que casi les cuestan la vida, como cuando Catalina es condenada a la horca.
4. El hijo que no pudo nacer
Después de años de relación a escondidas, Catalina confiesa a Cipri que esperan un hijo. Una noticia que llena de ilusión a Cipri, quien promete dar "hasta la última gota" de sangre por su hijo. Pero la alegría dura poco: cuando Lucrecia se entera, obliga a abortar a su sirvienta. Una decisión terrible que Catalina se llevará a la tumba.
5. Una muerte inesperada e injusta
La bala iba para Sátur, pero hirió de muerte a Catalina, que expira en los brazos de Cipri. Roto de dolor, para él la pérdida es doble: el amor de su vida y el hijo que podrían haber tenido juntos.
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