Wozzeck, símbolo de la opresión del hombre por el hombre

• El Teatro Real abre las puertas a esta obra del alemán Alban Berg
• Hasta el 20 de junio se podrá ver el montaje hecho por la Ópera de París
• CONTENIDO EXTRA: Mira una de las escenas de Wozzeck

Wozzeck se desquicia en el Real

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Wozzeck

Dónde: Teatro Real (Madrid).

Fecha: Hasta el 20 de junio de 2013.

Horario: 20 horas.

Entrada: De 22 a 203 euros.

Wozzeck, de Alban Berg, es la penúltima ópera de la temporada del Teatro Real, es una nueva producción procedente de la Opera Nacional de París con la dirección de escena de Chistoph Marthaler y la dirección musical de Sylvain Cambreling, quien ha dirigido esta obra en 60 ocasiones.

La violencia, consecuencia de la situación social

Estrenada en Viena en 1930, Wozzeck se basa en la historia real del barbero Johan Christian Woyzeck, un soldado esquizofrénico que fue víctima de macabros experimentos por un médico castrense, y que fue ejecutado públicamente por asesinar a su esposa.

A partir de este suceso, el joven escritor Georg Büchner -quien moriría de tifus a los 23 años- escribió en 1830 un drama con el mismo nombre que se estrenaría en 1913, hace ahora justo 100 años. La diferencia entre los dos nombres, Wozzeck y Woyzeck se debe a una errata de la primera edición del libro que no quiso corregir Alban Berg. El compositor, alumno de Schoenberg, quedó muy impresionado tras asistir a una representación de la obra y decidió ponerle música y escribir él mismo el libreto. Su experiencia en la I Guerra Mundial provocaría en Alban Berg un gran antimilitarismo.

La puesta en escena de esta tragedia contemporánea está firmada por el innovador director teatral suizo Christoph Marthaler, quien ha situado la acción en una cantina dentro de una gran carpa, rodeada de juegos hinchables para niños. En el interior de esta enorme tienda de campaña, la tristeza e indiferencia de los personajes contrasta con la alegría y los juegos de los pequeños que representan el futuro y la esperanza.

Un torrente musical

Wozzeck fue la obra atonal más larga cuando se estrenó, y uno de títulos más importantes del repertorio lírico por haber abierto, como Pelléas y Mélisande o Tristan e Isolda, nuevos caminos tanto en la historia de la ópera como en propio lenguaje musical. En esta obra, a cada escena dramática le corresponde una forma musical diferente, con lenguaje propio. Por ejemplo, dentro del Acto 1, la primera escena es una suite, la segunda una Rapsodia, la tercera una marcha militar, la cuarta una Passacaglia, etc.

La partitura es a la vez hermosa y agobiante, es capaz de expresar brillantemente la psicología de cada uno de los personajes, en especial la de Wozzeck. El protagonista es un pobre hombre explotado y atormentado por todo el mundo, especialmente por un capitán enfermo y un doctor loco que quiere experimentar con él. Al final termina asesinando a su esposa, quien además le engaña con el atractivo Tambor Mayor.

El barítono británico Simon Keenlyside demuestra ser uno de los mejores intérpretes del momento para este personaje, no sólo por la tesitura de su voz sino por su frágil apariencia física. Marie es la soprano Nadja Michael mientras que el capitán y el doctor son Gerhard Siegel y Franz Hawlata, quienes dan la necesaria dosis de histrionismo a sus personajes torturadores.

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En esta producción participan unos 200 artistas, entre los cerca de 100 intérpretes de la orquesta, los actores, los cantantes solistas y los cantantes de los dos coros, el coro Intermezzo del Teatro Real y el coro de niños -los Jóvenes Cantores de la JORCAM-.