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REPORTAJE

¿Son racistas los títulos retirados del catálogo de Disney+?

  • Para evaluar su acción hablamos con Mariana Torres, guionista y escritora; Karoline Fernández de la Hoz, directora del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia; Amador Ortiz, procedente de República Dominicana y Hui Chou, originaria de Taiwan
  • Natalia López de Ayala, ganadora del European Film Challenge: "No veo grave que Disney haya hecho lo que ha hecho"

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Fotograma de 'Los Aristogatos', una de las películas retiradas de Disney+

A principios de semana, Disney+ hacía pública su decisión de retirar los títulos de Dumbo, Peter Pan y Los Aristogatos de su catálogo infantil por considerar que incluyen estereotipos y contenidos racistas. En octubre de 2020 ya lanzaban su primer aviso cuando adjuntaron un cartel con el siguiente mensaje: “Este contenido incluye representaciones negativas o tratamiento inapropiado de personas o culturas. Estos estereotipos eran incorrectos entonces y lo son ahora”.

"Cualquier negro que las vea -me incluyo- creo que no se ofendería"

Si después de esta breve explicación estás en tu casa y sigues sin entender por qué han restringido estos clásicos -que muchos de nosotros habremos visto y vuelto a ver a lo largo de nuestra infancia-, quizás sea el caso de preguntarnos… ¿la población señalada por la plataforma realmente se ha sentido ofendida por sus escenas? Para ello hemos querido preguntar a jóvenes como Amador Ortiz, originario de República Dominicana, y Hui Chou, procedente de Taiwán.

“Tienen razón, pero tampoco lo comparto del todo. Lo de Dumbo me parece absurdo. Cualquier negro, me incluyo, que vea cualquiera de estas películas -te hayas criado o no en Europa-, creo que ofender, nadie se ofende. El tema del racismo realmente está presente en muchos ámbitos: desde las películas, programas y series, hasta comentarios que escuchas donde dan por hecho que eres negro y tienes que hacer lo propio. Sabes la de veces que me han dicho: “Oye, tú tienes que saber jugar bien al baloncesto, ¿no?”, indica Amador.

Dumbo, quizás el caso más "claro" de los tres, posee una escena donde unos cuervos negros -Gafas, Predicador y Jim- hablan en una jerga que, según la compañía, "ridiculiza a los afroamericanos esclavizados" en las plantaciones del sur de EEUU. "No estoy a favor de esta censura, para nada. Lo que sí que veo bien es que antes de ver cualquier contenido, contextualicen el porqué de la película y sepamos lo que podemos llegar a ver. Aún así considero que es demasiado, porque debería darse por hecho. En resumen, esos microrracismos están establecidos y te dan igual porque fueron filmados hace mucho tiempo. Que se hagan a día de hoy es lo que molesta. Bajo mi punto de vista, no puedes censurar el humor porque creo que no tiene barreras”, afirma a PlayzTrends.

Mariana Torres, diplomada en Guion por la Escuela Cinematográfica y Audiovisual de Madrid, considera que “es muy peligroso que no podamos reírnos de ciertas cosas y es igualmente peligroso no darse cuenta de que un comportamiento es xenófobo, racista o hace apología de la desigualdad de clases. Me parece que se puede y se debe educar desde la inteligencia, y no desde el ojos que no ven”.

Un discurso muy similar que comparte Hui cuando le preguntamos qué siente cuando ve en Los Aristogatos a uno de los personajes tocar el piano con palillos chinos. Un momento en el que, según la compañía, se genera una caricatura que denigra a los asiáticos. “No me he fijado en los ojos almendrados, la verdad. Pero a mí no me parece racista. Personalmente, me parece que el contexto es algo raro porque no entiendo por qué lo ponen a tocar el piano con unos palillos. A pesar de eso, no creo que genere ningún tipo de rechazo a la comunidad asiática”, confiesa la taiwanesa.

"Si vemos una escena racista en una película, lo suyo es reconocerla y saber lo que estamos viendo"

Peter Pan es la tercera en discordia. Disney+ considera que los nativos americanos podrían sentirse ridiculizados cuando en el filme se hace referencia a los “pieles rojas” para referirse a una de las tribus de Nunca Jamás. A este respecto, Mariana sigue defendiendo que nada de lo que se transmita en estos títulos puede “ocasionar daño al público”: “Ocasionará, si acaso, una reacción de indignación o enfado (lo cual, a mi entender, es estupendo). Si vemos una escena racista en una película, lo suyo es reconocerla y saber lo que estamos viendo. Es muy importante, además, situar al público en el contexto histórico en el que se han escrito y rodado ciertas películas. El contexto no puede ser ignorado, nos llevaríamos por delante el 80% de las obras de arte si nos atenemos a criterios de "ocasionar daño". El objetivo de la ficción de cualquier tipo es provocar una reacción. Si el público se queda indiferente, ¿de qué sirve? Debería estar hecha siempre para provocar emociones”.

¿Crees que es exagerado retirar estos títulos de la plataforma y restringir su uso solo a mayores de 7 años?

Mariana: “Como plataforma de contenidos audiovisuales, Disney+ debe cumplir con los criterios de clasificación por edades que marca el Ministerio de Cultura y si, como es el caso, hay películas que hace 10 o 20 años estaban consideradas para todos los públicos y ahora deben ponerse la etiqueta de mayores de 7 o mayores de 12, la obligación de las plataformas que las ofrecen es actualizar la calificación. Llegado al caso, lo que habría que cuestionar son los criterios de calificación por edades, no la decisión de Disney+ o cualquier otra plataforma”.

Mariana: “Una cosa es señalar que una película cuenta con escenas racistas y otra muy distinta (y a mi entender, incorrecta) es retirar el título como si nunca hubiera existido. Si hay una película de contenido racista, lo suyo puede ser poner un aviso y, por ley, cambiar la calificación por edades para que los espectadores potenciales estén en condiciones de entender y analizar de manera crítica lo que ven; pero no se debe retirar la película. Es más, si un filme cuenta con escenas racistas, es mejor difundirlo y tener en cuenta su contexto histórico antes que hacer como si nunca hubiera existido. Yo creo que se aprende al mostrar los errores del pasado, no al taparlos”.

¿Consideras que hay películas cuyo guion debería ser más debatido que Dumbo, Los Aristogatos o Peter Pan?

Mariana: “Por debatir podríamos debatirlo todo, hay películas clásicas infantiles que yo siempre he considerado no ideales para niños, no por lo que muestran o dejan de mostrar, sino por lo moralistas que pueden llegar a ser o por las moralejas retrógradas y ultraconservadoras que pueden llegar a tener. Los niños, como público consumidor de ficción, son inteligentes. Y juzgan, no es necesario intentar educarles a través de mensajes edulcorados ni tampoco obligarles a que renuncien al humor. Muchas de las escenas que se ponen en tela de juicio (no solo por su contenido racista, sino por cualquier tipo de contenido que pueda ofender a algún colectivo) son escenas de humor”.

“No veo grave que Disney haya hecho lo que ha hecho”

Aunque las redes sociales se movilizaron para denunciar la situación de injusticia que sentían ante la decisión de Disney+, hay usuarios que argumentaron el porqué de este cambio de política. Natalia López de Ayala, ganadora del European Film Challenge y amante del cine, considera que “esconder la mierda debajo de la alfombra y fingir que nunca ha existido no tiene ningún sentido”.

“Respecto a la polémica de Lo que el viento se llevó, Isabel Coixet dijo en Instagram que quitar la película de HBO no tenía ningún sentido porque tenemos que juzgarla con ojos críticos y verla como un producto de su época. Lo que ha pasado con las tres películas de Disney es parecido, pero no igual. En vez de quitarlas del catálogo, las han quitado de la sección infantil para que no se puedan ver sin el consentimiento parental”, indica. “Si estuviéramos hablando de una censura, opinaría lo mismo que Isabel. Sin embargo, no veo para nada grave que Disney haya hecho lo que ha hecho, porque si lo piensas, al final consigue la misma mecánica que había cuando las películas solo se podían ver en VHS. Los padres te dejaban ver las películas que ellos consideraban porque eran ellos los que las compraban”.

“Me parece importante que se reconozca lo inmoral que hay en ellas y que los padres que decidan mostrar esas películas a sus hijos les enseñen que eso es así́. Y si deciden no darles esa lección porque no sienten que sean inmorales, no creo que sus criaturas vayan a crecer siendo racistas por culpa de tres películas, sino por la familia que los ha criado”, concluye Natalia.

"Necesitamos educar una sociedad con capacidad crítica"

Karoline Fernández de la Hoz, es directora del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE). Ante el debate surgido en torno a la retirada de los clásicos de Disney, afirma que lo más importante es "educar a la población infantil -y también a la adulta- en valores, a conocer y respetar los derechos humanos, a tratar con dignidad a todas las personas, especialmente a las más vulnerables y a defender a las personas que sufren discriminación e intolerancia de cualquier tipo. Necesitamos también educar a una sociedad con capacidad crítica que sepa comprender y discernir la información que recibe por la redes sociales, la prensa, las películas, en la escuela, etc. y actuar en consecuencia.

¿Veis bien que se complemente la retirada de estos títulos con información adicional que especifique de dónde procede el racismo que se denuncia?

Karoline: "Consideramos que una vez que se ha decidido retirar títulos, resulta muy útil ofrecer información que especifique las razones por las que se ha retirado, por una cuestión de transparencia y para que las sociedad comprenda el porqué de una determinada decisión, e incluso se abra un debate en torno a la evolución de nuestra visión sobre el mundo que nos rodea"

Karoline: "Uno de los proyectos con los que colabora OBERAXE (financiado por la Secretaría de Estado de Migraciones, del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones) es a la formación y sensibilización frente a la xenofobia y el racismo de los profesionales de los servicios públicos. También se financian otros muchos proyectos que llevan a cabo organizaciones de la sociedad civil con la finalidad de educar a los escolares y enseñarles a identificar las conductas intolerantes".

Como Observatorio, ¿reguláis de alguna manera la presencia de minorías en los productos audiovisuales? ¿Existen filtros por los que deban pasar para cumplir con ciertos estándares?

Karoline: "Las funciones del Observatorio son de análisis de la situación sobre la xenofobia y el racismo, de promoción del principio de no-discriminación e igualdad de trato y la colaboración con otras entidades públicas y privadas en estas cuestiones. No tenemos un papel regulador. No obstante, si es cierto que para favorecer la inclusión de todas las personas que forman parte de nuestra sociedad tan diversa, es imprescindible que los referentes que vemos en los medios de comunicación, los productos audiovisuales, y los trabajos, profesiones y funciones sociales, reflejen la diversidad de la sociedad. Y no solo porque se muestre la sociedad tal cual es, sino porque ver que cualquiera de nosotros/as puede ser policía, diputada, bombero, periodista, científica/o, ingeniera/o, etc. nos ayuda a sentirnos incluidos/as, nos empodera para alcanzar cualquier meta y contribuye a que la sociedad se beneficie de nuestro mayor potencial".

A nivel educativo, ¿tenéis películas que sean recomendables para menores de edad y que no posean ningún atisbo de racismo?

Karoline: "El mayor problema de los mensajes y los productos discriminatorios e intolerantes es el daño que hacen a las personas y los grupos objeto de esa discriminación, y también que pueden incitar a otras personas a replicar las conductas discriminatorias. El objetivo principal no me parece que sea identificar aquellos productos que no tengan ningún atisbo de sesgo, discriminación, violencia o situación desagradable. Hay muchas películas de las que los menores de edad pueden aprender cosas. Eso sí, lo relevante es verlas con ellos, reflexionar, comprender, aprender a ser críticos y a identificar la xenofobia, el racismo y la intolerancia de cualquier tipo para saber qué hace daño a las personas y que también desvertebra y hace más frágil la sociedad".