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Plásticos, antidepresivos o cafeína: los contaminantes que amenazan los ecosistemas acuáticos más valiosos de España

  • Ríos, humedales y zonas costeras en todo el país sufren el impacto para la fauna de los llamados "contaminantes emergentes"
  • Un reciente estudio del CSIC y SEO/Birdlife apunta a que las depuradoras no eliminan correctamente estos compuestos

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Los fármacos son los contaminantes más ubicuos y aparecen en un 84% de las prospecciones.
Los fármacos son los contaminantes más ubicuos y aparecen en un 84% de las prospecciones.

Encontrar un ecosistema acuático de alto valor ecológico en España libre de contaminantes químicos es prácticamente misión imposible. De Doñana al delta del Ebro, pasando por ríos de alta montaña en los Pirineos, ninguna cuenca fluvial ni ningún hábitat se salvan de la presencia de compuestos como los fármacos, pesticidas, microplásticos, cafeína o nicotina.

Son los "preocupantes" resultados de un reciente y ambicioso estudio conducido por investigadores del CSIC y de la ONG SEO/Birdlife, realizado en más de un centenar de las llamadas áreas importantes para la conservación de las aves (IBA, por sus siglas en inglés) que hay en España. "Todos los ecosistemas acuáticos están contaminados, y además algunos componentes, como los fármacos, aparecen en porcentajes bastante alarmantes", explica a RTVE.es Octavio Infante, miembro de la asociación ecologista y uno de los autores del trabajo.

Todos los ecosistemas acuáticos están contaminados y componentes como los fármacos aparecen en porcentajes bastante alarmantes

Otros componentes analizados, como la cafeína o la nicotina -considerados como "de uso diario"-, también se han encontrado en más de dos tercios de los ecosistemas, aunque su riesgo para las especies es menor. "Cuando te encuentras nicotina en el nacimiento de un río, te planteas que algo está pasando", sigue Infante. Preguntado por si se esperaban estos resultados antes de iniciar los trabajos, que han durado más de un año y medio, responde: "Rotundamente no".

La contaminación es generalizada y afecta a casi todos los ecosistemas analizados, desde humedales y costas a ríos de alta montaña.

Los fármacos son los contaminantes más extendidos, y se concentran en las cercanías de los núcleos urbanos, cuyas depuradoras no limpian las aguas "al 100%".

También hay altas concentraciones de pesticidas, especialmente en las zonas agrarias. Algunos de ellos tienen impacto en toda la cadena trófica.

Las zonas de baja altitud acumulan más contaminación, pero entre las áreas más contaminadas no hay un "factor común".

Fármacos en el 84% de las muestras analizadas

El estudio, publicado en la revista Journal of Hazardous Materials, es pionero en España pero también a nivel internacional, ya que es uno de los primeros que analiza el impacto a gran escala de unos contaminantes llamados "emergentes".

Aunque en muchos casos se usan desde hace varias décadas, "no se conoce muy bien ni su presencia en el medio, ni el impacto que tienen, ni de dónde vienen, ni si se degradan", señala Silvia Lacorte, investigadora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) y también autora del estudio.

Para analizar hasta dónde llega la contaminación, los investigadores han tomado tres muestras de agua en distintos puntos de cada zona analizada. De los 59 compuestos estudiados, 54 se han detectado en al menos una de estas muestras. Los más ubicuos son los fármacos, que aparecen en un 84% de las prospecciones, y los compuestos del día a día, la nicotina y la cafeína, en un 76%.

Se han encontrado en concentraciones altas algunos insecticidas y pesticidas, antidepresivos como la venlafixina o analgésicos como tramadol y paracetamol. En cuanto a compuestos plásticos, destaca el perfluorado PFOS, usado para el teflón en sartenes, espumas antiincendios o ropa de Gore-Tex. Este último tiene un gran riesgo por su elevada capacidad de bioacumulación, es decir, de concentrarse en el cuerpo de los animales afectados.

Más contaminación cerca de núcleos urbanos y zonas agrícolas

La contaminación es generalizada, pero algunas zonas destacan más que otras. En lo alto de la lista están la Campiña de Carmona (Sevilla), los Saladares de Guadalentín (Murcia) y las Hoces del Turia y los Serranos (Valencia).

Aunque no hay un "factor común" para explicar la ubicuidad de los contaminantes, según Infante, estos aparecen más en zonas de baja altitud y se concentran cerca de núcleos urbanos y en zonas agrícolas. "Hemos detectado que claramente las depuradoras y la agricultura son las fuentes principales de contaminación y las que producen un riesgo para estos ecosistemas", asevera Lacorte.

A veces la mentalidad es que si no está legislado no vale la pena hacer nada, porque ya se cumple la ley

Cerca de los núcleos urbanos, las depuradoras no limpian "al 100%" estos contaminantes, según el miembro de SEO, algo que técnicamente se podría hacer, pero no se asume por los elevados costes supondría. Además, como estos compuestos son emergentes, en muchos casos no está regulada su presencia en las aguas. "A veces la mentalidad es que si no está legislado no vale la pena hacer nada, porque ya se cumple la ley", explica la investigadora del CSIC.

Las depuradoras están en el punto de mira por no filtrar correctamente estos contaminantes

Las depuradoras están en el punto de mira por no filtrar correctamente estos contaminantes EFE/Miguel Ángel Molina

En las zonas agrícolas, el principal contaminante son los pesticidas e insecticidas. Aunque cada vez se recurre a sustancias más selectivas, que "afectan al insecto que se quiere eliminar pero no al resto", según Lacorte, "eso no siempre funciona". Muchos de los insecticidas que han demostrado ser nocivos para la cadena trófica, como el DDT, prohibido en los años 70, se han ido eliminando, pero Infante cree que se debería "reducir más su uso". En el estudio han encontrado aún trazas de aquellas sustancias prohibidas en las últimas décadas.

Pero a este tipo de compuestos se unen además los lodos que provienen de las depuradoras, usados como abono. El 70% de estos lodos, ya contaminados en muchas ocasiones, se usan como fertilizante en la agricultura.

De los peces a las aves: impactos en toda la cadena trófica

El impacto en los ecosistemas varía mucho según el tipo de contaminante, y los efectos de algunos de ellos aún no se han estudiado en profundidad. Sin embargo, sí que se han identificado algunos compuestos como "los más preocupantes", según apunta en el comunicado difundido por el CSIC Maria Dulsat-Masvidal, investigadora del IDAEA-CSIC y primera autora del estudio.

Entre ellos están el insecticida clorpirifós, por su efecto neurotóxico, el antidepresivo venlafaxina, por afectar a organismos acuáticos y estar ampliamente distribuido en aguas, y el compuesto PFOS, por la bioacumulación, según Dulsat.

Muchos de estos elementos afectan especialmente a la fauna acuática, aunque también a invertebrados. De ahí, la contaminación "se puede transferir a lo largo de la cadena trófica y llega a las aves", explica Lacorte. "Hemos visto, por ejemplo, muchas aves que están contaminadas por PFOS". El estudio pone el caso de gaviotas y flamencos en el Delta del Ebro, una de las IBA más importantes de España, que acumulan en su cuerpo este contaminante.

La situación es grave porque en estas áreas está "lo mejorcito de España" en cuanto a presencia de aves, según el investigador de SEO/Birdlife. Muchas de ellas están protegidas por distintas figuras, como la Red Natura 2000 o los parques naturales y nacionales, pero esta protección no han impedido que llegue la contaminación.

Aunque es más común en zonas de baja altitud, hay áreas de alta montaña que también están contaminadas. Las hipótesis que manejan los investigadores son que han llegado ahí directamente, por el uso de Gore-Tex por parte de excursionistas, por ejemplo, y también por el propio ciclo del agua, según Infante.

Una "basuraleza invisible" difícil de erradicar

Todas estas sustancias conforman la llamada "basuraleza invisible", una de las fuentes de contaminación de los ecosistemas, junto a la más visible y conocida (plásticos, colillas), y la llamada "basuraleza del pasado", la que se va acumulando en los suelos con el paso de los años, según la clasificación del proyecto Ciencia Libera que desarrolla SEO/BirdLife con Ecoembes y del que forma parte también este estudio.

Algunos compuestos perviven durante cientos de años, y en España se están encontrando ahora restos de sustancias prohibidas entre 1960 y 1990. Para eliminarlos, una de las soluciones es rehabilitar estos ecosistemas, aunque Infante advierte de que es "muy costoso". En la actualidad están investigando esta contaminación de los suelos, donde es aún más difícil esta rehabilitación.

Por ese coste, "la prioridad es conservar los medios. Irse al campo y dejarlo como está, no soltar basuraleza", explica, además de atajar la contaminación de las depuradoras y de los pesticidas de la agricultura. En juego está la gran biodiversidad que encuentra su hogar en ríos, humedales y zonas costeras de nuestro país, ya sometidos a otras amenazas, como la del cambio climático.