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Astronomía

Huelva acoge todo un hito científico: La primera red mundial de telescopios robóticos

  • España se convierte en un país pionero que completa una red desde cinco continentes
  • El impulso inicial fue desde la Estación de sondeos atmosféricos “El Arenosillo”, donde se instaló el primer telescopio

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Red de telescopios BOOTES

El astrofísico Alberto Castro-Tirado es el investigador principal de la red BOOTES. Ya han pasado treinta años desde que la concibió mientras hacía su tesis doctoral en Dinamarca. Según él, este proyecto “es poder aplicar la robótica a los telescopios y poder realizar observaciones de una manera mucho más eficaz y consiguiendo resultados científicos que, con interacción humana, no hubieran sido los que hemos logrado”.

Hay mucho esfuerzo detrás y mucho apoyo de diversas instituciones.

Ahora mismo la principal fortaleza de la red es haber sido completada. “Es un orgullo que España haya completado esta red antes que otros países porque hay mucho esfuerzo detrás y mucho apoyo de diversas instituciones”, explica el astrofísico haciendo referencia a la Universidad de Huelva, a la de Málaga, al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial y al Instituto de astrofísica de Andalucía. “Con mucha ilusión y sin mirar el reloj, han trabajo a estajo para poder completar esta red en esos 25 años y ponerla a disposición de los astrónomos españoles y de los de los otros países donde están los telescopios”.

Una red única en el mundo

España ha podido coordinar los telescopios de la red, convirtiéndose en el primer país del mundo con una red completa. La filosofía que sustenta la red es ser un único observatorio con siete ojos en cinco continentes. Para conseguirlo, el telescopio instalado en la Estación Experimental IHSM La Mayora en Málaga se ha replicado en otras partes del planeta. Es decir, los telescopios tienen exactamente la misma cámara y los mismos filtros, por lo que pueden combinarse de una manera muy precisa.

El telescopio en cuestión tiene sesenta centímetros de abertura y una capacidad de apuntado muy rápida. “En cuestión de seis segundos nos movemos a otra parte del cielo”, afirma Alberto Castro-Tirado.

Además, cada observatorio está dotado de una cámara de gran campo con la que se registra todo el cielo hasta una magnitud mucho más débil de lo que se ve a simple vista cada minuto. Hasta hace unos meses, tenían instalado BOOTES-3, que capturaba una imagen cada minuto. Ahora están en proceso de instalar un nuevo sistema de cámaras que registra el cielo cada segundo.

Los usos de la red de telescopios

El motivo principal por el que se construyó la red fue como respuesta a la alerta de estallido de rayos gammas, que cruzan el universo. Estos tienen lugar cuando un nuevo agujero negro nace, que suele ocurrir aproximadamente una vez al día en alguna remota galaxia del universo a miles de millones años luz. Cuando una estrella masiva colapsa, se produce un llanto de rayos gamma, que es detectado por los ojos electrónicos de los satélites.

Esto es una capacidad única que no tienen otros observatorios en el planeta

“Nos está dando un potencial muy grande”, asegura el astrofísico Alberto Castro-Tirado. “En tiempo real, somos capaces de detectar cualquier objeto que aparezca en el campo de visión nuevo o que haya aumentado de brillo y, en un minuto, mandar esa posición del cielo a los telescopios de mayor abertura que tenemos en todo el planeta y hacer un seguimiento. Esto es una capacidad única que no tienen otros observatorios en el planeta”. Esa ubicación se envía tanto a los teléfonos móviles de los astrónomos como a los telescopios. Estos últimos apuntan en medio minuto a la ubicación enviada y en un minuto ya se puede observar con precisión.

El objetivo de la red es variado, por lo que, en todos estos años, han participado en muchos descubrimientos científicos. Entre ellos, destacan los anillos en objetos transneptunianos del sistema solar. Además, también estudian cometas y planetas extrasolares, objetos eruptivos de nuestra galaxia y supernovas en otras galaxias. “Aparte de esa parte científica, también hacemos seguimiento de satélites de basura espacial. Estamos participando en un programa con la Comisión Europea para hacer el monitoreado de estos objetos porque cada vez es un problema mayor para los nuevos satélites que se ponen en órbita”, explica Castro-Tirado.

Los estamos introduciendo al mundo de la ciencia, matemáticas, física e ingeniería.

Hay que destacar el uso divulgativo de la red de telescopios robóticos. En la actualidad hay seis centros de secundaria obligatoria de la provincia de Málaga dentro de un programa que guían al alumnado a hacer investigaciones supervisadas por un científico. “Estoy encantado”, reconoce el astrofísico, “porque los estamos introduciendo al mundo de la ciencia, matemáticas, física e ingeniería. Realmente estamos fomentando vocaciones. Para mí, eso también es muy importante dedicar estos telescopios a ese fin”.